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Cultura y comunicación

El “Retorno de Ulises” y el declive del bipartidismo en España

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Este artículo lo escribió el autor en 2015. Fue premio al Ensayo AVAPOL 2015 (Asociación Valenciana de Politología). En ese tiempo parecía que el bipartidismo dominante hasta la fecha daba sus últimas boqueadas. Pero no fue así. Manuel Carreño, politólogo y jurista, se arriesga con valentía a exponer sus argumentos, para que se vea la fragilidad de los juicios políticos desde la óptica de un nuevo periodo convulso en el que entra el parlamentarismo democrático español. La ilustración es un lienzo de Herbert James Draper.

Manuel Carreño Gumbau, jurista y politólogo

Pese a que parece notorio que el bipartidismo imperfecto que caracterizaba a nuestra democracia vuelve a reforzarse, es interesante indagar en cómo cambió el paradigma político durante los años posteriores a la gran recesión de 2.008.

Para ello vamos a repasar algunas de las circunstancias políticas y sociales que acaecieron en España tras unos años convulsos y cómo impactaron en nuestro sistema de partidos.

La hipótesis de partida era que el bipartidismo en nuestro país había entrado en un declive irreversible. Esta hipótesis pierde fuerza dadas las circunstancias actuales, pero no olvidemos que a nivel estatal es la segunda legislatura en la que en nuestro país existe un gobierno de coalición, algo que hasta la fecha nunca había tenido lugar. Por tanto ¿Declive o reinvención? Vamos a ver qué nos decían los datos en 2015.

La condición humana, el retorno de Ulises y la democracia representativa.

Dice, en el libro que da título al presente texto, Colomer Viadel (2006) que los “argonarios” que acompañan a Ulises, acaban sumando esfuerzos comunes para superar el egoísmo y luchar por el bien común, por la esencia misma de la democracia. Dicha voluntad entronca con la definición de ciudadanía que nos da Hannah Arendt (1958) cuando distingue al ciudadano del burgués, siendo el comportamiento de aquél la acción, la participación en la vida pública, en la polis, y la búsqueda del bien común, anteponiéndolo a la esfera privada.

En nuestra democracia representativa, uno de los cauces importantes de participación para el conjunto de la sociedad es el voto en las elecciones. Dichas elecciones, delimitadas dentro de un sistema electoral con una fórmula de media más elevada, como la D’Hondt, y unas circunscripciones trazadas para producir la sobrerrepresentación de los partidos más fuertes, han devenido en un sistema de partidos, siguiendo a Sartori (2005), bipartidista, aunque imperfecto. El mismo Arendt Lijphart (2012) incluyó en su “mapa bidimensional de la democracia” a España entre los países del denominado “modelo Westminster”, de democracia mayoritaria, y ello debido a la alternancia en el poder de los dos grandes partidos españoles, Partido Popular (PP) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE), aunque en ocasiones necesitados de pactos puntuales para gobernar.

Hasta las elecciones generales de 2011 dicho sistema bipartidista era claramente evidente, ya que ambos partidos obtuvieron el 75%  de los escaños. El punto de inflexión de esta tendencia fueron las elecciones europeas de 2014 en las que los dos grandes partidos no llegaron al 50% de la representación por primera vez. Dicha tendencia se ha corroborado en las elecciones autonómicas y locales de 24 de Mayo de 2.015, donde ambos partidos han conseguido en torno al 53% de representación, mientras que en 2011 fue del 65,32%, luego parece indudable el desgaste del bipartidismo en el Estado español.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? El 15 M y el ascenso de Ciudadanos.

¿Qué ha pasado desde 2011 hasta 2015 para que los dos grandes partidos de ámbito estatal hayan retrocedido tanto?

Este desplome electoral tiene que ver con la crisis económica e institucional, focalizada en la corrupción, que venimos padeciendo los ciudadanos españoles desde el año 2008. Dicha crisis motivó la aparición del “movimiento 15 M”, en Mayo de 2011, que reivindicaba básicamente regeneración democrática y participación ciudadana en la toma de decisiones políticas. Desde entonces, como indica Jurado Gilabert (2011) hemos asistido al desarrollo de una nueva reacción política y social, articulada por la ciudadanía, con un carácter transversal y de carácter pacifista. Ese movimiento social está en la base de la creación de un nuevo partido político, denominado Podemos.

Desde su creación en 2014, Podemos ha revolucionado la vida política española y su estimación de voto no ha dejado de crecer hasta las últimas elecciones Municipales y Autonómicas. Partiendo de la izquierda política, plantea una visión transversal, buscando el centro para convertirse en un partido de gobierno pero, paradójicamente, y tal como indica Galindo (en “Podemos: la cuadratura del Círculo”) (Galindo et al., 2015), sus problemas vienen dados por ser un partido que se ha construido de arriba hacia abajo, mientras que el fenómeno del que parte es de abajo-arriba. Podemos parece querer ir más allá de Laclau (2011) y construir la “socialdemocracia del siglo XXI”. Mientras tanto, y ahí están sus resultados electorales, es uno de los pilares del posible fin del bipartidismo.

En segundo término cabe hablar del fenómeno Ciudadanos. Considerado por algunos analistas como “el Podemos de la derecha”, el caso de Ciudadanos-Partido de la ciudadanía, es el de un partido creado y circunscrito en principio en Cataluña, que se ha expandido a todo el Estado y que ha subido exponencialmente en las encuestas desde Octubre de 2014, hasta convertirse en el tercer partido en número de votos en las elecciones de Mayo de 2.015. Dicho partido nace de un discurso político enfrentado al nacionalismo catalán, sumando la regeneración política y el liberalismo económico con una dimensión social. Situado en el ámbito de la tranversalidad política, con un discurso que recuerda a la tercera vía de Giddens (1998), parece ser el partido que reclamaba Jorge Urdánoz (2014) para que el votante de centro-derecha tuviera una alternativa al PP en España.

Tras las elecciones de Mayo de 2.015: ¿Bipartidismo imperfecto o pluralismo limitado?

Las elecciones autonómicas y locales del 24 de Mayo de 2.015 han arrumbado un panorama político fragmentado principalmente en cuatro partidos: el PP, el PSOE, Podemos y Ciudadanos. Asimismo, han significado la práctica desaparición de Unión Progreso y Democracia y, en menor medida, de Izquierda Unida. El PP y el PSOE tienen motivos para estar preocupados ya que retroceden de una manera importante aunque han sido, respectivamente, el primer y segundo partido más votados. Con el telón de fondo de las elecciones generales, que mediatizará los acuerdos poselectorales, parece que Podemos, que ha conseguido con sus agrupaciones afines, impactantes resultados en el ámbito local, se muestra favorable a lo que denominan “pactos de progreso” con partidos de izquierda, incluyendo al PSOE, mientras que Ciudadanos, con menos representación de la esperada, se inclina por posicionarse en el centro e indica que los partidos que quieran llegar a acuerdos de investidura, deberán suscribir lo que han venido a denominar su “decálogo de medidas de regeneración democrática”.

Todo lo cual implica, a priori, un cambio de sistema de partidos, retrocediendo el modelo bipartidista y emergiendo un modelo de pluralismo limitado, en el que existen varios partidos importantes y donde imperan los gobiernos de coalición.

El retorno de Ulises y sus “argonarios” como metáfora participativa, ética y democrática, parece empujar a las fuerzas políticas a la regeneración y al pacto. La ciudadanía se resiste a vivir en la Poliarquía de Dahl (1989) y no quiere ya una renovación de las élites, sino un cambio más profundo, por lo que podemos concluir que en nuestro país el bipartidismo ha entrado en un declive irreversible.


Bibliografía.

Arendt, Hannah. 2005. La condición humana. Barcelona: Editorial Paidós.

Colomer Viadel, Antonio. 2002. El retorno de Ulises. Una filosofía política alternativa. Valencia: Editorial Nomos.

Dahl, Robert . 1989. La poliarquía. Madrid: Editorial Tecnos.

Galindo, Jorge, Kiko Llaneras, Octavio Medina, Jorge San Miguel, Roger Senserrich y Pablo Simón. 2015. Podemos. La cuadratura del círculo. Barcelona: Editorial Debate.

Giddens, Anthony.1998. La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia. Madrid: Editorial Taurus.

Jurado Gilabert, Francisco. 2011. El movimiento social del 15-M. A modo de presentación, Revista internacional de pensamiento político, 6, 263-286.

Lijphart, Arendt. 2012. Modelos de democracia. Formas de gobierno y resultados en 36 países. Barcelona: Editorial Planeta.

Salinas, Alejandra. 2011. Populismo, democracia, capitalismo: la teoría política de Ernesto Laclau, Revista de Teoría Política, 1, 168-188.

Sartori, Giovanni. 2005. Partidos y Sistemas de partidos. Madrid. Editorial Alianza.

Urdánoz, Jorge. 2014. Veinte destellos de ilustración electoral (y una página web desesperada). Barcelona: Ediciones del Serbal.

Páginas web.

Cis. Centro de Investigaciones sociológicas. Intención de voto en elecciones generales. Estimación de voto en elecciones generales.

Disponible en Web:

Cué, Carlos. 2014. Elecciones europeas 2014. Pierde el Bipartidismo. Diario El País.

Disponible en Web:

http://politica.elpais.com/politica/2014/05/25/actualidad/1401029782_739281.html

(Consulta: 23 de Mayo de 2015).

Ministerio del Interior. Resultados provisionales elecciones locales 2015.

Disponible en Web:

http://resultadoslocales2015.interior.es/99MU/DMU99999TO_L1.html

(Consulta: 27 de Mayo de 2015).

Wikipedia. Ciudadanos-Partido de la ciudadanía.

Disponible en Web:

http://es.wikipedia.org/wiki/Ciudadanos_%E2%80%93_Partido_de_la_Ciudadan%C3%ADa

(Consulta 23 de Mayo de 2015)

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