De Valencia al Cabo Norte en Noruega
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Bitácora de viaje de Rafael Escrig
Del 28 de agosto al 11 de septiembre.
Salida en tren desde Valencia en dirección a Madrid.
Madrid – Rovaniemi, con escala en Helsinki.
Desde Rovaniemi, catorce días de trepidante viaje en los que recorrimos un total de 10.760 kilómetros en tren, barco, avión y autobús.
Noches en hoteles de la cadena Scandic.
Se han recorrido 3 países: Norte de Finlandia, Suecia y Noruega. (Región de Laponia central). Acompañados siempre por un experimentado guía español.
Las temperaturas muy suaves, hasta 26 grados. Sólo llovió un poco durante un medio día.
Como sucede siempre, cargamos con excesivo equipaje. Sobraron las zapatillas de ir por casa, algún pantalón y algunas camisas. Por contra eche en falta una revista gruesa, como prensa para las plantas que herboricé en todo el viaje. Me las arreglé con periódicos y publicidad que fui cogiendo.
En toda la ruta no se usó la mascarilla, por no ser obligatoria en ninguna parte.
En los tres países, sólo aceptan el pago con tarjeta de crédito. El efectivo se volvió a casa sin tocar.
En Noruega los pagos se hacen con tarjeta en su divisa, que es la corona noruega.
Las comidas, por lo general siempre fueron salmón y bacalao con patatas. Salmón desde el desayuno hasta la cena. Pero no nos engañemos, salmón de piscifactoría.
En general, los hombres, si entrenaran, podrían jugar en la NBA de baloncesto. La altura normal está por encima de los 185 cm., y es muy fácil llegar a los dos metros.
En cuanto a las mujeres jóvenes, en general, además de altas, podrían ser modelos de pasarela o reinas de la belleza. Da gusto ver tanta gente bien formada y de bonitos rasgos.
El Norte de estos países está prácticamente deshabitado. Sólo existen unas pocas ciudades importantes como Tromso o Rovaniemi que no llegan a los 70.000 habitantes. La mayoría de las pocas poblaciones no llegan a los 20.000 y la ocupación principal es la pesca y el turismo, sobre todo el de invierno que allí es la temporada alta.
DESDE MI VENTANA

Lunes 15 de agosto. Svolvaer, Islas Lofoten, Noruega. Son las 7:30 de la mañana. El barco Polarys de la compañía Hurtigruten, zarpará en breve. El mar está en calma y se anuncia buen tiempo. En la entrada del puerto, al fondo, se ven los secaderos de bacalao, la principal industria de todas estas islas.
GAVIOTAS


Cruzando el fiordo Trollfjord, entre las islas Lofoten y Vesteralen.
A UNAS ROCAS

A BETTER CUP OF COFFEE

UN PUENTE Y UN CAFÉ

MAR ABIERTO

16 de agosto. 8:15 de la mañana de un día lluvioso, con ráfagas de viento del noreste, nos dice el capitán. Salimos a mar abierto desde el puerto de Svolvaer. Las piedras nos señalan la altura de las mareas. Nos despide La Esposa del Pescador, escultura en bronce del escultor noruego Per Ung.
NATURALEZA AL CUADRADO


Las montañas se reflejan en el lago, como si quisieran duplicar su tranquila belleza. Noruega tiene 2.700 kilómetros de costa de incomparable belleza. El Norte del país, apenas habitado, guarda ese ambiente salvaje y primitivo que debió tener la Tierra hace millones de años. Bosques, lagos, picos y glaciares. Una tierra inmensa, inabarcable, hermosa. La vida en su forma más pura y salvaje apenas hollada por el hombre.
EL AGUA QUE PREFIERO



Rápidos del río Karasjokka, cerca de Karasjok.
LOS SÁMIS




LA TUNDRA SOLITARIA




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CABO NORTE

