De la Coba y Girón, esposados al teatro en «La mujer de nuestra vida»
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Del Callejón del Gato, de Enrique Girón y Juan García de la Coba, hemos tratado en esta revista cuando estrenaron «Entre los Hunos y los Hotros». Ahora son jubilosa noticia porque han vuelto con otro espectáculo, «La mujer de nuestra vida», inspirado en un guión televisivo de Lionel Goldstein.
Fernando Bellón.
Y van 6, además de los que cada uno de ellos salió a un escenario por su cuenta. Entregados, 2013, de Enrique Girón, basada en la experiencia teatral del autor y de Juan García de la Coba en sus inicios en los escenarios. Desde el abismo, de 2014, adaptación de Enrique Girón de De Profundis de Oscar Wilde. Desemparejados o Scheisse, de 2015, versión libre de Girón de La extraña pareja de Neil Simon. Yo, Ruskin, de Girón, que junto con Andrés Arenas tradujo en su día las confesiones de este benefactor y utopista inglés, de 2016. Terapia, comedia en tres sesiones y un diagnóstico, de Martín Giner, de 2018. Y Entre los Hunos y los Hotros, de Enrique Girón, en 2020, un diálogo entre Unamuno y Azaña.
Los intérpretes son siempre Girón y Juan García de la Coba, ambos profesores del Instituto de Bachillerato Los Pedroches, de Pozoblanco, donde coincidieron en 1985. Su afición al teatro les unió, y su primer montaje y representación fue Luces de Bohemia, de Valle-Inclán, que fue premiada por su calidad en el certamen de teatro juvenil de Fuente-Obejuna. Siguieron trabajando juntos después del traslado de ambos a Málaga, y ahí se incorporó Raúl Guerrero Álvarez como técnico en 2013. Iniciaron un recorrido escénico juntos que se mantiene después de la jubilación laboral de sus iniciadores.
El Callejón del Gato es un teatro de aficionados de calidad profesional. Y quien suponga que esto es una cortesía, que mire bien el PDF en el que sus autores resumen su currículo, al final de esta reseña.
La mujer de nuestra vida es una comedia derivada de una tragedia, pero que consigue distanciarse del melodrama. La causa de este distanciamiento es la interpretación de de la Coba y de Girón, dos sesentones amantes de la misma mujer, fallecida. De la Coba fue el amante, y Girón el marido ignorante. El diálogo se inicia en un cementerio judío y prosigue en un rincón del gran parque neoyorquino. Es una situación que puede derivar en una pelea a puñetazos o en una discusión de educados rivales. El trabajo actoral es el responsable de que el diálogo sea en todo momento punzante, agresivo, sarcástico incluso. De la Coba y Girón llevan tantos años trabajando juntos que han profesionalizado su oficio (que es el de profesores de Enseñanza Media). Dos actores aficionados de un grupo sin mucho recorrido lo habrían tenido imposible, porque la naturalidad del enfado podría derivar en crispación o en espectáculo de marionetas. Pero de la Coba y Girón encarnan sus papeles a la perfección, de amante ferviente pero púdico de la Coba, y Girón de marido aturdido por el descubrimiento de que un amigo de la juventud hubiera sido amante sin cortapisas antes de su matrimonio, y amante sin sexo el resto de la vida de su mujer.
La obra original, Mr Halpern y Mr Johnson, es un guión televisivo que se ha representado en España y en otros países no anglófonos. Algunos de estos espectáculos están colgados en su totalidad o en fragmentos, en YouTube, y lo evidente es que la interpretación y la sobria escenografía de La mujer de nuestra vida alcanza y supera el trabajo de buenos profesionales del teatro español y argentino, que ya es decir.
La mujer de nuestra vida puede verse al completo en YouTube, grabada en Granada en mayo de este año.
¿Por qué habéis seleccionado «La mujer de nuestras vidas» como nuevo espectáculo?
Enrique Girón. En la búsqueda de una obra para representar, debemos tener en cuenta elegir una que se adapte a nuestras necesidades, es decir, una pieza con solo dos personajes de nuestra edad, características etc. En algunos casos, las obras son de producción propia, lo cual garantiza la idoneidad de nuestros respectivos personajes.
En nuestra búsqueda de obras ad hoc, Juan encontró una traducción al francés de Mr. Halpern y Mr. Johnson de Lionel Goldstein, una comedia dramática ambientada en el Nueva York de los años 80. Juan decidió traducirla al español y juntos realizamos los ajustes finales. Después de casi tres años representando Entre los hunos y los hotros, una obra que nos ha dado muchas satisfacciones, queríamos cambiar de registro. Creemos que nuestra versión de la obra de Goldstein, que hemos titulado La mujer de nuestra vida, es un buen punto de partida para seguir disfrutando de lo que más nos gusta: actuar.
¿Cuáles son vuestras rutinas de trabajo?
Enrique Girón. Una de las desventajas, el que no contamos con una persona que nos dirija, pero tratamos de suplir ese inconveniente, grabando los ensayos que hemos llevado a cabo durante unos seis meses. Tras visionar las grabaciones, tomamos nota de los fallos y hacemos diversas propuestas para mejorar nuestras interpretaciones y movimientos.
Los personajes de la obra están muy bien definidos, y lo único que debemos hacer es adaptarlos a nuestra forma de actuar, sacándoles el mayor partido posible. Aunque somos un grupo amateur, tenemos una larga experiencia sobre las tablas, lo cual nos permite abordar distintos personajes con cierta facilidad. Es un trabajo lento pero apasionante. Ver cómo, poco a poco, ese papel se despega de tu personalidad y adquiere la de alguien diametralmente opuesto es una de las cosas más gratificantes.
La representación que yo he visto en YouTube es de un género indefinible: una tragedia para los protagonistas, que se pelean con desenfado y cierto sarcasmo, transformando la pelea en comedia fina. ¿Hay algo de vosotros en este montaje?
Enrique Girón. La mujer de nuestra vida, a pesar de tener todos los elementos de un drama, está impregnada de momentos desenfadados, si hacemos caso al público. Juan, por otra parte, en los últimos tiempos, se siente muy a gusto en los papeles plenamente dramáticos, sin que esto quiera decir que no sean de su agrado -ni mucho menos- las intervenciones cómicas. A los dos nos gustan alternar obras dramáticas y comedias, respetando siempre los géneros. No haríamos ni un Hamlet ni una Vida es sueño en clave humorística.
Para mí, el humor es fundamental en la vida. Por ello, tengo una inclinación natural a recurrir a él, sobre todo en las obras que yo escribo. En mi opinión, es posible utilizar el humor incluso cuando se trata de temas serios, pero en su justa medida. Juan está generalmente de acuerdo conmigo y, en este sentido introducir esas “gotas de humor”, no se opone frontalmente y por ello aparecen en nuestras actuaciones.
Hemos representado tanto comedias desternillantes como dramas profundos, pero creo que a veces se pueden deslizar algunas gotas de humor para rebajar la tensión. Eso es lo que hacen los dramaturgos de nuestro teatro barroco, y en particular Lope de Vega, al introducir en sus obras el personaje del “gracioso”.
Juan García de la Coba y tú no vivís del teatro, pero sí para el teatro con propósitos beneficientes
Enrique Girón. Nosotros actuamos por afición, ya que no vivimos de ello. Desde que nos constituimos como grupo amateur de teatro sin ánimo de lucro, también actuamos de manera solidaria, colaborando con diversas asociaciones benéficas y ONGs. Una de ellas es el Banco de Alimentos, con la que hemos colaborado estrechamente en los últimos años. De hecho, con Entre los hunos y los hotros hemos actuado en distintos Bancos de Alimentos de Granada, Málaga, Huelva y Salamanca, y planeamos seguir haciéndolo con la nueva obra en esas y otras ciudades. Paralelamente, también actuaremos en certámenes de teatro amateur a lo largo de la geografía española. Sería deshonesto no reconocer que nos gusta recibir premios y reconocimientos a nuestra labor. El más importante de todos es el aplauso de un público que nos anima a seguir. Los premios también nos ayudan a sufragar los muchos gastos de nuestros desplazamientos. De todos modos, hay que controlar el ego y recordar que lo importante es disfrutar y hacer.
El currículo teatral de los fundadores de Callejón del Gato es considerable.
Juan García de la Coba (Montoro, 1955) inicia su labor teatral como director de grupos juveniles en los centros docentes donde desarrolla su actividad profesional. Como tal, dirige -en alguno de los montajes, como el de Pozoblanco (Córdoba)-, es también actor- La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca-. Así lo hace en Madrid, en 1980, Maspalomas (Gran Canaria), en 1983, y Pozoblanco, en 1984.
En 1985, en Pozoblanco, funda con Enrique Girón el grupo Callejón del Gato, poniendo en escena la obra Luces de bohemia, de don Ramóm Mª del Valle-Inclán. En ella interpreta uno de los personajes principales: don Latino de Hispalis, así como el de Ministro de la Gobernación. En 1986, representa el papel de Orgón en Tartufo, de Molière. En los siguientes años, y todavía en Pozoblanco, vuelve a su función de director de escena y dirige obras como Divinas palabras, de Valle-Inclán, Las criadas, de Jean Genet o La señorita de Trevélez de Carlos Arniches.
En 1994 se traslada a Málaga y continúa con su labor de formador y de director teatral de grupos juveniles en el centro docente en el que trabaja, el IES «EmilioPrados» . Crea el grupo «Afitrión» -del que forma parte el tercer miembro hoy de Callejón del Gato, Raúl Guerrero Gálvez- y dirige obras como Afitrión, de Plauto, La venganza de la Petra, de Carlos Arniches e Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo.
En 1997 coprotagoniza con Enrique Girón Caso de oficio, de John Mortimer, y en 2010 interpreta uno de los personajes del cortometraje El chiste del ascensor, dirigido por David Arévalo. Desde 2013, y tras la refundación de Callejón del Gato, su actividad teatral corre paralela a la de Enrique Girón, siendo coprotagonista con él en obras como Entregados, Desde el abismo, Desemparejados, las tres del mismo Enrique Girón, o Terapia, comedia en tres sesiones y un diagnóstico, del argentino Martín Giner. Con Entre los hunos y los hotros obtiene el premio al mejor actor, compartido ex aequo con Enrique Girón en el XIX CERTAMEN DE TEATRO AFICIONADO “VILLA DE ARDALES” de Ardales (Málaga).
Enrique Girón Irueste, (Madrid, 1954) comienza su andadura teatral, como actor, en Granada en 1980 con la obra Leoncio y Lena de Georg Büchner. Desde entonces haparticipado en numerosos montajes teatrales, entre los que podemos destacar: Calígula de A. Camus, El rey se muere de Ionesco, Luces de bohemia de Valle-Inclán o ¡Ay Carmela! de Sanchis Sinisterra.
En la década de los ochenta funda en Pozoblanco (Córdoba), junto con Juan García de la Coba, el grupo Callejón del Gato, poniendo en escena las obras que se han mencionado en el currículo de de la Coba. obra Luces de bohemia. En 2013 refunda en Málaga, junto con Juan García de la Coba, el grupo Callejón del Gato y estrena su obra Entregados, ¡jóvenes, éramos tan jóvenes! En mayo de 2014 coprotagoniza Desde el abismo, con guion de él mismo, basada en De Profundis de Oscar Wilde. Al año siguiente interpreta el monólogo de Anton Chejov Sobre el daño que causa el tabaco. En 2016, escribe y coprotagoniza Desemparejados (Scheisse!). En 2018 escribe e interpreta, bajo la dirección de Juan García de la Coba, su monólogo Yo, Ruskin. Al año siguiente actúa en Terapia, comedia en tres sesiones y un diagnóstico de Martín Giner, obra con la que gana el premio al Mejor Actor en el XVII Certamen de teatro de la Villa de Ardales. En 2020 escribe, durante la pandemia, Entre los hunos y los hotros, con la que obtiene numerosos premios.