El jardín de Polifilo de Valencia
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La Botánica de Rafael Escrig (34)
Como el resto de los artículos de Rafael Escrich, es recomendable leer este en el formato PDF, adjunto al final del texto, porque en él figuran las fotografías que ilustran las explicaciones del tema.
El Jardín de Polífilo fue creado en el año 2000. Su diseño y realización se deben a la paisajista Carmen Añón, Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales. El nombre del jardín es lo que marca la diferencia con el resto de los jardines de Valencia. Este es un jardín diseñado a partir de la historia de Polifilo. Esta palabra es un adjetivo desusado hoy en día en botánica, que se empleaba para designar a las plantas con muchas hojas. En el caso de este jardín es el nombre propio del personaje que lo inspira.
Polifilo es el protagonista de la novela “El Sueño de Polifilo”, escrita en 1499 por el veneciano Francesco Colonna. Se trata de una novela con resonancias en toda la historia de la literatura hasta nuestros días, y es con ese trasfondo onírico tan fantástico como está configurado el jardín.
El libro comienza con Poliphilo, que ha pasado una noche inquieta porque su amada, Polia, lo rechazó. Poliphilo es transportado en sueños a un bosque salvaje, donde se pierde, encuentra dragones, lobos y doncellas y una gran variedad de arquitectura fantástica, de donde se escapa. La pesadilla se repite y vemos que, por una u otra causa, nunca llega a conseguir a su amada. Hasta que, tras una noche de pesadilla, Venus bendice su amor, y los amantes se unen por fin. Pero cuando Pophifilo está a punto de tomar a Polia en sus brazos, ésta desaparece en el aire y Poliphilo se despierta.
Veamos algo importante que convierte a éste en un jardín al estilo de los clásicos, es decir: un jardín cerrado como fueron los primitivos, lo que podría recordarnos el Jardín del Edén, donde igual que aquel, todo está pensado para el placer de nuestros sentidos. Tiene cuatro robustas puertas de entrada, esto nos habla de un lugar especial, casi secreto, donde se guardan los sueños y misterios, como los de Polifilo. Hay una fuente en el centro y cuatro caminos que parten de ella. Lo mismo que en el Jardín del Eden.
Comenzamos este recorrido tan especial desde la entrada que da a la calle Canal de Navarrés, por detrás del Hospital Arnau de Vilanova. Nos recibe un hemiciclo rodeados de altos cipreses, con una fuente en el centro, es la Plaza del Destino. De esta plaza salen tres caminos; tendremos que escoger uno de ellos. Tomamos el del centro. Este camino está flanqueado por setos de rusco, jacarandas, almeces y sóforas. Desembocamos en la Plaza de los Sentidos: Odoratus, Auditus, Visus y Tactus. Se repiten las mismas especies y también unos pinos carrasco, palmeras y ceibas. Desde aquí ya vemos el estanque que rodea la llamada Isla de Citerea. Una pequeña isla en medio de un estanque cuadrado con naranjos plantados en su interior.
Cercando el estanque veremos tipuanas, braquiquito, arces, casuarinas acacias y moreras. El camino nos lleva por la derecha a la Montaña Sagrada. Un mediano promontorio que subiremos por una senda que lo rodea hasta arriba, donde hay plantada una encina. Desde este promontorio se puede ver toda la extensión del parque y su tupida vegetación. Volveremos a bajar y, cruzando el camino de entrada, llegaremos al espacio llamado El Guardián de los Huertos. Es este un espacio rehundido que forma una especie de laberinto, plantado con naranjos. Desde allí cruzaremos en diagonal a buscar un paseo plantado de grandes cipreses que rodea el jardín por la parte occidental hasta llegar de nuevo a la puerta donde entramos.
Antes de llegar nos encontramos con un magnolio, un olivo y una paulonia, especie ésta muy poco común en Valencia, puesto que no la hay en ningún otro jardín de los que hemos visitado. De hecho, actualmente está considerada especie invasora y no entiendo cómo se plantó en el jardín y también en las calles adyacentes, donde podemos ver algunas alineaciones.
SIGNIFICADO DE LOS ESPACIOS CON NOMBE PROPIO DEL JARDÍN.
PLAZA DE LAS PUERTAS DEL DESTINO
Como ya he comentado, es evidente la invitación a que escojamos uno de los caminos. Lo que en él encontremos será nuestro destino. En relación a la obra de Colonna, el destino para Polifilo será lo que le depare el sueño, el amor o el desamor de Polia.
PLAZA DE LOS SENTIDOS
Este punto nos conecta con las aventuras que le suceden a Polifemo, atravesando en sueños un bosque muy profundo, en el que sus sentidos se agudizan y escucha temeroso el crujir de las ramas, los gritos de algún pájaro o el rugido de un dragón alado.
LA ISLA DE CITEREA
Esta isla de Citerea o Cítera es una isla griega, donde en la antigüedad había un templo dedicado a la diosa Venus, al que se iba de peregrinación. La diosa Venus es la que mediará entre Polifilo y Polia.
LA MONTAÑA SAGRADA
La encina que hay al final del camino de ascenso, recuerda el árbol donde el pastor Polifilo se queda dormido y comienza su sueño.
EL GUARDIÁN DE LOS HUERTOS
El guardián de un jardín tiene un sentido simbólico, lo mismo que el ángel del Jardín del Edén, y el laberinto está presente en todos los mitos antiguos. Ambas imágenes, vuelven a mostrarnos el doloroso sueño de Polifilo, como una pesadilla donde todo se le complica y nunca llega a conseguir a su amada.
SIGNIFICADO DE ALGUNAS ESPECIES VEGETALES DE ESTE JARDÍN.
La selección de las especies vegetales también es importante porque muchas de ellas están relacionadas de alguna forma con los mitos clásicos. Recordemos que diseño y vegetación mantienen un fuerte simbolismo y están relacionados con la obra de Francesco Colonna. Es decir, que entenderemos perfectamente el sentido de este jardín conociendo la historia de Polifilo, al menos de manera tan sucinta como acabo de contarla.
Abunda el laurel, el pino, el ciprés y la palmera, todos ellos relacionados con ritos paganos de la antigua Grecia que han llegado hasta nosotros transformados en símbolos cristianos, bien sea relacionados con los ritos fúnebres, de celebración o meramente simbólicos.
La sófora, se considera árbol sagrado en la cultura nipona. Lo mismo que la acacia en el antiguo Egipto.
La palmera y concretamente su fruto, era consumido por los faraones para su buena entrada en el Submundo.
El ciprés está relacionado con la muerte y los ritos funerarios.
El roble era el árbol favorito de Zeus en la mitología griega.
El olivo también en la mitología griega, se le supone de origen divino.
El laurel representaba el dios Apolo.
Todos los árboles tienen una fuerte simbología en todas las culturas. En este jardín la tienen por su parte, y en su conjunto están estrechamente relacionados con el bosque donde deambula Polifilo dentro de su pesadilla.
RELACIÓN DE ARBOLADO DEL JARDÍN DE POLÍFILO
Almez. Celtis australis
Árbol de la lana. Chorisia speciosa
Árbol del amor. Cercis siliquatrum
Árbol del coral. Erythina crista-galli
Árbol temblón. Brachychiton populneus
Arce negundo. Acer negundo
Casuarina. Casuarina equisetifolia
Ciprés común. Cupressus sempervirens
Encina. Quercus ilex
Falso pimentero. Schinus molle
Falso plátano. Acer pseudoplatanus
Ficus. Ficus macrophylla
Granado. Punica granatum
Grevillea. Grevillea robusta
Jacaranda. Jacaranda mimosifolia
Laurel. Laurus nobilis
Manzano. Malus sylvestris
Melia. Melia azedarach
Mimosa Acacia. Dealbata
Morera blanca. Morus alba
Naranjo amargo. Citrus aurantium
Palmera datilera. Phoenix dactylifera
Parquinsonia. Parkinsonia aculeata
Paulonia. Paulownia tormentosa
Peral. Pyrus communis
Pino carrasco. Pinus halepensis
Pino rodeno. Pinus pinaster
Tipuana. Tipuana tipu
Acacia de Constantinopla. Albizia julibrissin
Acacia de tres espinas. Gleditsia triacanthos
Arce negundo. Acer negundo
Casuarina. Casuarina equisetifolia
Ciprés común. Cupressus sempervirens
Encina. Quercus ilex
Falso pimentero. Schinus molle