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Los Informativos Electrónicos Cultura y comunicación Series

«Los Informativos Electrónicos». Radio Intereconomía. Capítulo 5

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La Radio Intereconomía de 1998 tiene poco que ver con la actual, hoy identificada con la «prensa de derechas», que fustiga y lanza torpedos a la línea de flotación del gobierno socialista. De la radio nació la televisión, y a su «caliu» brotaron otras emisoras de parecido corte con diferentes dueños. Digo «caliu porque el origen de Radio Intereconomía está en Barcelona, como se dice en el capítulo V del libro reproducido. Como en 1998 gobernaba el PP, quizá identidad ideológica de la emisora se advirtiera menos.

¿Qué hace una emisora de medio alcance (aunque de indudable calidad, entonces y ahora) en este libro? 

No es ningún secreto. Cuando lo estaba preparando, alguien me puso en contacto con la editorial CIMS, que lo publicó. El contacto era Alejandro Ávila, despabilado periodista que se inició en la COPE, profesor de la universidad de Barcelona Pompeu Fabra, y que algo tenía que ver con la editorial. Era inevitable que la radio en la que él trabajaba en Madrid fuera objeto del estudio práctico que estaba realizando. 

De Ávila tengo poco que decir, porque apenas hablé con él lo necesario para la edición del libro. A mí lo que me interesaba era publicarlo sin coste para mi peculio, porque estaba convencido de que, bien publicitado, se vendería como rosquillas en las Facultades de Periodismo. CIMS también tenía esta idea, y por eso me facilitó la edición «gratis». La realidad posterior fue que no se publicitó más que lo que yo hice en Madrid. Esto me resulta todavía incomprensible, porque si CIMS esperaba que yo me dedicara a recorrer la facultades de Comunicación de España con un cajón de libros, se equivocó de plano, porque yo no tenía ni recursos ni fuelle para hacerlo. Nunca me lo propusieron explícitamente, pero luego me di cuenta de que confiaban que lo hiciera así. Su trabajo consistió en editar el libro con el menor trabajo posible, porque, aparte de su bajísima calidad de impresión, era feo e incómodo. Además, jamás he percibido un duro de sus posibles ventas, salvo lo que me ha pagado CEDRO por las reproducciones que se han hecho de él. 

Ignoro el impacto que tuvo en su tiempo, siendo el único libro que explicaba rutinas de trabajo reales en un lenguaje periodístico, lejos de pedanterías y de fábulas académicas. Si lo presento ahora capítulo a capítulo en esta revista que edito, es con la esperanza de que a alguien le aproveche.

Los transeúntes de la calle Serrano saben estar. Cuando se pasea por Serrano se tiene la impresión de que se circula por un decorado de Cinecittà: sobria elegancia en el vestir con algún rasgo excepcional de extravagancia, laberinto de perfumes caros y estelas aromáticas de los viandantes, indisimulada satisfacción en el semblante de ser o estar burgués, y conversaciones en un tono de discreto encanto. Hasta el vendedor de «La Farola» ofrece su periódico con grande dignidad, y el mendigo que solicita óbolos al público tiene dos gatitos repantigados en unos cojines de damasco.

Paseo de la Castellana, entre el museo de escultura al aire libre y el antiguo edificio de ABC, hoy selecto centro comercial. En este lugar, a la espalda de la calle de Serrano, la gente es de una riqueza financiera, un tanto aleatoria, bursátil.

No hay mejor antídoto contra el azar de los mercados de valores que la información veraz y permanente.

El edificio que alberga Radio Intereconomía es de anchas cristaleras y de acero. Tiene un zaguán luminoso, con guardias de seguridad que hacen de porteros, como en Manhattan, y a quienes hay que informar de dónde va uno. “Por el ascensor, décimo piso”, dicen tan rápidamente que si no andas despabilado, no te enteras y tienes que decir “Perdón”, y te sientes un idiota.

Estrechamente unidos

En Radio Intereconomía trabajan diariamente unas catorce redactoras y redactores y cuatro técnicos. Son todos de una juventud radiante y su indumentaria está en un punto intermedio entre Wall St y la Plaza de la Lealtad. Carecen, y es de agradecer, de la altanería y de la suficiencia de algunos ejecutivos. Sin duda están bien preparados y es posible que sean ambiciosos, pero atienden con buenas maneras.

También hay colaboradores, un buen puñado, según el director, Javier García Mateo. Dos de los programas de la parrilla están hechos “desde fuera”, es decir, son factura de equipos de producción ajenos a la casa, aunque se realicen físicamente en los estudios de la radio.

El espacio en el que se mueven, la redacción, es pequeño y funcional, aprovechado a fondo. Las mesas son dos largos tableros de diseño, cargados de terminales de ordenadores y de papeles, periódicos, fotocopias, apuntes. De una pared cuelga una batería de televisores conectados con todas las cadenas nacionales disponibles. En la parte de enfrente están los estudios. El día que decidan ampliar la plantilla tendrán que colgar a los nuevos redactores de un andamio, de momento se mantienen estrechamente unidos.

El objetivo inmediato de radio Intereconomía, después de dar servicio a su potencial audiencia, una masa sin número de ejecutivos, empresarios e inversionistas, es intentar ganarse la confianza de las agencias de publicidad.

Las agencias de publicidad no suelen fiarse más que de los estudios de audiencia, por discutibles que sean, y radio Intereconomía no ha hecho todavía (en el momento de redactar estas líneas) investigaciones de audiencia. Calculan que pasan de los cien mil. El radio de la emisora es ciento cincuenta quilómetros en torno al Pirulí, si no existen obstáculos montañosos.

Intereconomía funciona como radio fórmula monotemática. Economía en todas sus vertientes, en todos sus escenarios, en todas las posturas, en las que la hacen fuerte y en las que la hacen vulnerable.

Una plantilla versátil

La emisora comenzó su vida en las ondas en octubre de 1995. En aquel momento la plantilla, muy joven, estaba compuesta por una parte de economistas y otra parte de periodistas. Los directivos decidieron esta combinación porque consideraron que era la mejor garantía de conseguir un producto de calidad. Poco a poco los periodistas fueron suplantando a los economistas, o los economistas (menos) se fueron transformando en periodistas.

Algunos de los redactores de Intereconomía me dicen que no tenían ninguna experiencia de información económica cuando empezaron, y que sin embargo ahora transitan con seguridad por el campo de minas del mercado de valores y sus contradictorios intereses. De ello debe deducirse que la práctica de un trabajo, el hecho de tratar todos los días con economistas, con analistas, con agentes de bolsa, la necesidad de traducir números y porcentajes en información inteligible, la lectura constante de diarios y revistas del género, todo esto, más la formación que se adquiere dentro y fuera de las aulas de la Facultad de Ciencias de la Información, basta paran hacer un periodista especializado. Además, si no había otra puerta abierta al mundo del trabajo en el periodismo, había que entrar por ella, ¿no?

Al principio, y ante la falta de referencias, porque se trataba de la primera radio con información exclusivamente económica del país, se atuvieron al esquema que proporcionaban los cánones de la economía.

Los redactores se especializaron por sectores de actividad bursátil. Uno se encargaba de las acciones eléctricas y de la información generada por las empresas del sector, otro, de los bancos, otro de alimentación, otro de telecomunicaciones, y así seguido.

La especialización difícilmente se mantiene hoy, y es normal que un redactor cuyo interés se centre en un tema suela cubrir información de otro. Es decir, la práctica les ha hecho versátiles, dentro de una especialización básica.

A las áreas mencionadas hay que añadir, la fiscal, la de inversión, la de turismo, la de empleo, la de publicidad, informática, calidad de vida, y algunas otras no propiamente económicas como la cultura, o los espectáculos.

La redacción de Intereconomía no se atiene el principio de doble articulación que hemos visto en las grandes cadenas. Aquí todos los redactores son de mesa, y las salidas a la selva de la información son excepcionales. El instrumento que más se usa, además del micrófono y del ordenador, es el teléfono. Hubo una etapa de la emisora que la situación no fue así, pero el último cambio de propiedad dio lugar a algunos ajustes de la plantilla y trajo un nuevo proyecto más económico (más barato) que parece haber funcionado.

Radio Intereconomía ha tenido cuatro dueños. El actual es el grupo Sanzal 66, que preside Julio Ariza. Un rasgo común a sus sucesivos propietarios es que han tenido un curioso aroma catalán, todos provenían de la emprendedora y ágil Barcelona, aunque su cuna genética estuviera fuera del Principado. Pero lo que habían aprendido en él, mamado en él, la iniciativa, el riesgo de empresa, lo trasladaban a Madrid. ¿Por qué, teniendo en Cataluña el más denso mercado de apasionados del dinero? Quizá porque el dinero se haga en un sitio, pero se mueva en otro, Madrid, polo magnético de Cataluña, se lo merezca o no.

Sea como fuere, entre los catorce redactores, la mayoría aplastante mujeres, y los 4 técnicos, se guisan y se meriendan dieciséis horas de información y programas económicos de lunes a viernes. Cómo, es complicado de explicar, y menos de resumir, pero puede entenderse un poco si se considera que en la radio, la palabra del invitado, la entrevista —en directo y por teléfono, sobre todo por teléfono móvil—, el coloquio, la tertulia, y los retazos musicales acaban llenando minutos a mogollón.

Otro secreto está en la verdadera “autogestión” de su trabajo que hacen las redactoras y los redactores. Como se verá en la somera descripción de los programas, los esquemas son amplios y dúctiles, tanto que la iniciativa de cada cual puede ser infinita y amoldarse a todo. La libre iniciativa, como la libre interpretación de la Biblia en otro momento, da mucho juego, multiplica la creatividad.

En Intereconomía ni el director ni los responsables de los programas se dedican a molestar a los redactores por pijadas; las cosas que se pueden hacer, se hacen, y lo mejor posible; las que no se hacen bien, sirven para aprender a trabajar, las imposibles de realizar, se dejan para otro rato. El producto, de momento, se vende bien. Desde que el Grupo Sanzal 66 adquirió la emisora, la audiencia se ha multiplicado varias veces, y la publicidad empieza a entrar. Si la cosa no funciona, se cierra el negocio y en paz. Capitalismo y sentido común, qué otra cosa se puede esperar de una radio económica.

Por lo general, los turnos de trabajo de los redactores son de ocho horas, también autogestionadas. En pocas palabras, cada uno es responsable de su trabajo y de su tiempo; lo que importa es que las cosas salgan lo mejor que cada cual sepa y pueda.

Los hábitos de trabajo de un redactor o redactora cualquiera empiezan en su casa, donde está pendiente de los informativos de radio, de forma que al llegar a la emisora “viene” con varios informativos “oídos”. En la redacción lee los diarios, echa una ojeada a las previsiones incluidas en el ordenador, pega un vistazo a su propia agenda de trabajo, redacta lo que tenga pendiente, no pierde comba de las notas de agencia (periódicamente las repasa en las pantallas del ordenador), y empieza a preparar su trabajo dentro de uno de los programas que coinciden con su jornada laboral, y que a continuación veremos.

La fórmula mágica

Uno de los rasgos primigenios de Intereconomía que se mantienen intactos es la información bursátil y económica reciclada cada treinta minutos.

A las horas, hacen boletines de cinco minutos, con información de economía de empresa y de macroeconomía.

Se componen estos boletines de lo siguiente.

A saber, tres noticias que no ocupan más allá de diez líneas escritas, en total, minuto y medio. Luego se lee información de bolsa. La locutora o el locutor leen directamente de una pantalla de ordenador instalada en la mesa del locutorio, y conectada al ordenador del mercado de valores. A esto le llaman en radio Intereconomía “la Bolsa en tiempo real”, es decir, una fotografía de la situación de la bolsa en ese preciso instante.

Valores que suben, valores que bajan, valores más negociados y volumen de la contratación. Ibex 35 (selección de 35 valores que definen el comportamiento del parquet nacional) y tendencia del mercado.

Después, repaso a las bolsas europeas abiertas en ese momento (Londres, París, Frankfurt y Milán), a continuación, los índices del “Financial Times”, del CAT 40 y del Dax (confieso que soy incapaz de explicar lo que significan estos términos).

Otros datos que proporciona el boletín son el valor del Míbor (diario y anual) o tasa de interés en el mercado interbancario; la Deuda Pública (bonos a 10 y a 5 años), los contratos de futuros en las bolsas nacionales, el diferencial del Bund alemán (tampoco soy capaz de explicar esto), el estado del mercado de Divisas, en concreto, en qué situación se encuentra la peseta respecto al dólar y al marco, y la del dólar respecto al marco y al yen.

Finalmente, da el valor de las principales materias primas, del petróleo, del oro y de la plata.

Todo esto, que el ciudadano normal puede representarse como una indescifrable tabla de logaritmos, pero que tiene una audiencia apasionada, dura unos dos minutos, aunque cueste creerlo. Los otros dos minutos o minuto y medio de este boletín horario se dedican a titulares de información nacional e internacional.

A las medias de cada hora, el esquema, prácticamente se repite, y sirve para actualizar todo lo actualizable. Como puede deducirse, una rutina complicada de aprender, pero sencilla de ejecutar una vez dominada.

Estos boletines los redacta el mismo o la misma periodista que los lee, aunque la mayor parte de ellos no hace falta prepararlos, sino saber encontrar los datos en la dichosa pantalla, omnipresente y omnitodo en el trabajo de oficina de hoy.

He aquí la rejilla de un día cualquiera.

De 07:00 a 11:00, “Capital”, el primer informativo del día.

De 11:00 a 14:00, “De su Interés”, una suerte de magazine en el que caben algunos temas no radicalmente económicos, pero sí tocados por el dinero.

A las 14:00, “Mercado Continuo”, segundo informativo del día, centrado en la bolsa.

Entre 15:00 y 16:30, música clásica para el reposo de la comida de trabajo o para calmar los nervios de la mañana en el parquet. El espacio se llama “El Caballero de la Rosa”, según la ópera de Richard Strauss, “Der Rosenkavalier”, una agridulce pieza sobre el mundo de la ambición, que es el mundo del dinero, de la pasta gansa.

A las 17:00, “Cierre de Mercados”, de contenido obvio, pura información financiera.

A las 18:00 y hasta las 21:00, “Pulso Económico”, una especie de magazine vespertino de género divulgativo.

A las 21:00, programas monográficos que varían con el día de la semana. Lunes, “Medio Ambiente”. Martes, “Las Tertulias de Chivas Regal, Calidad de Vida”. Miércoles, música, aunque acabará con contenido económico. Jueves, “Empresarios del 2000”. El viernes, también de momento, música.

A las 22:00, “Al Cierre”, informativo resumen del día.

Desde las 22:30 y hasta las siete del día siguiente, programación ininterrumpida de música clásica o no clásica pero de calidad. El responsable de toda la emisión musical es Carlos Matesanz. El solito, con su gusto, su saber y su diligencia, larga más de ochenta horas de música a la semana. Hay boletines de cinco minutos hasta la medianoche. El primero de la mañana es a las 09:30.

Vamos a ver ahora cómo se hace y en qué consiste el espacio que abre la programación diaria de radio Intereconomía, el informativo Capital.

Lo dirige Luis Vicente Muñoz, y cuenta con cuatro redactores. Tres de ellos son nocturnos, es decir, se ponen a trabajar a la medianoche. Su trabajo es el básico de la primera media hora: recopilan las noticias más interesantes e importantes del día anterior, recogen alguna crónica grabada o algún corte de voz del último informativo, redactan la información y los titulares, y esperan a la llegada de Luis Vicente Muñoz, que a las seis de la mañana se presenta en la redacción.

Luis Vicente repasa el trabajo de la madrugada, y se pone a preparar las tres horas y media sin rellenar que quedan hasta las once. Cómo lo hace tiene poco misterio: intuición y experiencia, periódicos y conexiones con agencias especializadas vía ordenador. Uno de los requisitos de la buena marcha del programa está en la correcta elaboración de la escaleta del mismo, un esquema que se repite a diario, pero que hay que renovar y rellenar cada veinticuatro horas.

Luis Vicente mira a fondo la prensa, que resumirá ante el micrófono nada más acabar los primeros treinta minutos de información, hasta las ocho, con algunas conexiones con la Dirección General de Tráfico, para hacer saber a los conductores-financieros dónde están los atascos en Madrid y su entorno. También en este segmento horario incluye entrevistas telefónicas en directo con los protagonistas de la actualidad que estén a tiro.

Después se centra en preparar la tertulia que tendrá lugar entre las ocho y las nueve. Esta tertulia se ha organizado, obviamente, el día anterior, o incluso con anterioridad. Pero en el caso de algunos invitados requeridos por las circunstancias de última hora, se les puede hacer intervenir por teléfono.

El espacio que hay entre las nueve y las nueve y media, cuando arranca el primer boletín del día, está dedicado a un análisis de los mercados que se acaban de abrir. A esto le llaman “Toma de posiciones”, que en argot bursátil quiere decir la reunión que los “broker” o agentes de bolsa mantienen para preparar las estrategias del día, esas charlas de guaperas en mangas de camisa Yves Saint Laurent con una taza de café bien cargado, en las que se puede decidir la ruina de una empresa o una opa.

En Capital, el espacio “Toma de Posiciones” consiste en conversaciones telefónicas con agentes de renombre que varían cada día. Se trata de un especialista en relaciones económicas internacionales de una de las agencias del ramo que operan en Madrid, de un especialista en renta variable española y de un especialista en renta fija y en divisas. O varios.

Luis Vicente no tiene más que fijarse con atención en las pantallas de Reuter’s, o de Bloomberg —agencias internacionales de información económica, bursátil y financiera — para organizar su coloquio con los especialistas. Luis Vicente no es licenciado en Económicas, pero de tanto hacer información especializada, asistir a “máster” (que se costea de su bolsillo), a seminarios y a conferencias, se ha convertido en un experto capaz de sacar partido a la jerga de los manipuladores del dinero.

A las nueve y media, como se ha dicho, se lee el primer boletín.

Hasta las diez siguen las entrevistas sobre la toma de posiciones del dinero en España y en el mundo.

Y después del segundo boletín y de más referencias al tráfico en la jungla de asfalto madrileña, se inicia Foro. Foro es un espacio práctico, una especie de consultorio en el que suelen entrar llamadas de oyentes. Acuden a él empresarios, expertos en el mundo laboral, sindicalistas, expertos en fiscalidad y en transacciones comerciales. Lo que se pide de ellos es su experiencia, que hagan públicas las razones de sus éxitos o de sus fracasos. Foro es, dice Luis Vicente, una radio práctica, de servicio al inversionista.

Y así hasta las once. Como puede observarse por el contenido del programa, la mayor parte de él lo ocupan las voces ajenas a la radio. El trabajo de la redacción está en convocarlas adecuada y oportunamente, en llevar la batuta y en elaborar suculentas tandas de cuestiones dignas de aprecio por la audiencia. Esto, que parece sencillo, no se puede llevar a buen puerto si el profesional no está preparado a conciencia.

Luis Vicente Muñoz asegura que no necesita de ninguna reunión formal con su exiguo equipo para organizar las cuatro horas de radio que habrá de cruzar a nado hasta las once. Al cerrarse Capital cada día, mantiene una minuciosa conversación con Marisa Martín la redactora que ha entrado con él, y preparan el entramado del día siguiente. Si es necesario, dejan algunas órdenes para los tres redactores de noche, que a las once hace tiempo que se han retirado.

He aquí algunos textos del arranque de un programa de enero de 1998.

«Son las ocho de la mañana, las siete en Canarias. Buenos días. En Radio Intereconomía escuchan…Capital.

Un impuesto que cambia, el IRPF. Un precio que baja, el de la bombona de butano. Un regimiento de inspectores de industria que está preparado para salir a la caza de los gasolineros defraudadores. Una frase sonora de un representante del Gobierno: se acabó el tiempo en que suben los impuestos. Un plan de empleo que cada vez tiene más simpatizantes. Y un matrimonio redondo y sorprendente, el de CajaMadrid con Mapfre…

Todo esto forma parte del escenario de la información en esta mañana del martes, veinte de enero. Día tope, por cierto, para que profesionales y empresarios presenten sus declaraciones trimestrales de IVA e IRPF.

Protagonistas de una mañana que despierta con vientos aún fuertes y bajada general de las temperaturas. Menos mal que la noche en los mercados asiáticos ha sido tranquila. Acaba de cerrar la bolsa de Tokio y lo ha hecho por tercera vez consecutiva con ganancias. Ha subido un 0,62 por ciento. Sube también a estas horas, aunque de forma imperceptible, la bolsa de Hong Kong. En los mercados de divisas el dólar sigue sacando músculo, especialmente frente al marco alemán. Un dólar se está cambiando ahora por 1,8420 marcos, aunque sigue permitiendo un cambio menos débil para el yen, por debajo de los 130 yenes por dólar. Además, un dólar se está cambiando por 155 pesetas y 57 céntimos.

Como ven, el día despierta con un entorno favorable para mantener el buen tono en los mercados el día en que Wall Street vuelve a la escena, tras la fiesta ayer de Martin Luther King. Y en los mercados de futuros, el indicador norteamericano S&P 500 está cotizando ligeramente al alza, o sea que…los mercados europeos tendrán que reflexionar sobre sus máximos históricos y comprobar qué tal andan ya de mal de altura.

Todo esto se está moviendo en el día después del desencuentro de los ministros de economía en Bruselas sobre el reparto de poder en el futuro Banco Central Europeo. En el Ecofín quedó claro que no hay acuerdo ni en el nombre del futuro gobernador, ni siquiera en la forma y tiempo de relevo.

Aquí más cerca, en la Audiencia de Toledo, hoy continúa la declaración de los imputados en el secuestro y asesinato de Anabel Segura.Y unos kilómetros más al Sur, cruzando el Mediterráneo, los ministros de la Troika comunitaria hacen mil y un esfuerzos para dejar a salvo en sus observaciones al gobierno de Argel. La verdad es que están viendo muchas cosas feas alrededor de los actos terroristas que están masacrando a la población de nuestra vecina Argelia. Nos sigue interesando el lado humano, y también el económico de nuestro principal suministrador de gas.

Esta información la encontrarán durante los próximos minutos en Capital. Una propuesta informativa diferente en la radio matinal. Las noticias vistas desde una perspectiva económica. Con un completo resumen de la prensa del día a las siete y media de la mañana, con la opinión de los especialistas de la Tertulia Capital en tan sólo unos minutos, y con una aproximación a los mercados de la mano de los mejores especialistas a partir de las nueve de la mañana, las ocho en Canarias.»

Normalmente, esta presentación es más larga —dura unos seis minutos— y lleva cortes con los sonidos de la información. En este día salieron las voces de Cristóbal Montoro (secretario de estado de Economía), Luis Blázquez (consejero de economía de la Comunidad de Madrid), Rodrigo Rato (Vicepresidente del Gobierno), Javier Arenas (Ministro de Trabajo), la abogada de la defensa del caso Anabel Segura y de Manuel Marín (Vicepresidente de la Comisión Europea).

Densidad económica

A Capital sigue el espacio De su Interés, entre las once y las dos. Lo dirige Javier García Mateo, que a la vez es el director de la emisora.

Con De su Interés se relaja la tensión informativa y se relajan las cifras y las estadísticas (salvo a las horas y a las medias, en que los boletines insisten machaconamente, como es la obligación de todo boletín de alcance). Se trata de una suerte de magazine de relativa densidad económica, obligada por la fórmula de la emisora y la devoción de sus redactores, pero más suelta, sin presiones, sin duelos, sin quebrantos y con algo de música. Música, en todo momento, selecta, aunque no siempre clásica en el sentido lato del término. Las entrevistas constituyen una buena porción del programa, con frecuencia entrevistas en estudio.

En De su Interés se habla también de cultura (estrenos teatrales, libros, agenda de fin de semana), y se tocan puntualmente (que quiere decir algo así como de vez en cuando y sin entrar a fondo) temas de información general.

Además de Javier García Mateo, participan en este magazine Susana Burgos, Gloria Prado y tres redactores que hacen también las veces de productores y de documentalistas-guionistas, es decir, se encargan de encontrar por teléfono a personajes y de preparar cuestionarios y servir datos y orientar a García Mateo, que lleva la voz cantante ante el micrófono.

Hay aquí un dato engañoso hasta que no se revela toda la verdad. ¿Cómo es posible que un informativo como Capital disponga de cinco profesionales y un magazine de seis? He aquí toda la verdad: los redactores no sólo dedican su tiempo a un sólo programa, sino a dos, el que se emite y el que se prepara. En concreto Susana Burgos y Gloria Prado, preparan información y redactan textos para Mercado Continuo, que se emite a partir de las dos de la tarde. Lejos de ser esto el colmo de la habilidad y de la explotación, es un esfuerzo duro, pero rutinario para estas profesionales que dominan el panorama económico de un vistazo.

Es esquema o escaleta de Pulso Económico es fijo y varía ligeramente con el día de la semana. Abre siempre igual, con noticias sobre el tráfico en el Foro, una agenda para orientar al ocioso y novedades menos propias de boletín. Sigue una entrevista, y el espacio Economía para todos, de contenido obvio. Después del boletín de las doce, y utilizando la cascada de información que en él se ha ofrecido, se analiza la marcha de los mercados. Hasta la una, se suceden dos o más temas en forma de entrevista o de reportaje informal. Y entre la una y las dos, hay una hora dedicada a asuntos menos económicos, como la lengua que hablamos, los libros que leemos (¿acaso los premios literarios no son una inversión editorial enmascarada?), la ciencia que aprovechamos y las profesiones liberales que practicamos. Javier García Mateo dice que algunos de los colaboradores del programa lo hacen por gusto, porque son amigos, pero que cuando el éxito de la fórmula fragüe, se llevarán su premio.

Natalia Obregón es la editora de Mercado Continuo, asistida por Marta Soria. Este informativo, que dura una hora, se atiene al podio económico sobre el que se levanta el edificio temático de la emisora, pero incluye noticias de carácter general, político, social, las que ha ido produciendo la mañana o las que vienen sonando desde antes.

Natalia y Marta elaboran el contenido de Mercado Continuo desde primera hora. Acabado éste, se toman un bocado y a las tres y media se ponen a redactar temas que se utilizarán en Cierre de Mercados, dirigido por Susana Criado. En Cierre… se tocan sólo noticias de bolsa, salvo una selección de asuntos generales que elabora Marta Soria. Natalia Obregón, por su lado, recopila los datos de las bolsas europeas y los sirve para Cierre…

Un buen pulso

Y pasito a pasito, hemos llegado a las dieciocho horas y al programa Pulso Económico, dirigido por Alejandro Avila, otro personaje de la escuela de Barcelona y además docente en la Universidad Pompeu Fabra. Esta calidad pedagógica de su editor es la que ha constituido el éxito de Pulso Económico.

Alejandro Avila empezó a realizar este programa en la COPE de Barcelona en 1996, en realidad lo heredó y lo transformó. La idea que puso en práctica fue la de llevar la economía a la calle. Debió de conseguirlo, porque la audiencia creció inopinadamente, y hasta los taxistas de la Ciudad Condal le felicitaban. El secreto era hablar de economía sin jerigonzas, sin altanería, sin claves, sino destripando al feroz animal ante el micrófono; en otras palabras, explicaba la economía.

El éxito del espacio llegó a Radio Intereconomía y cuando de ella se hizo cargo el nuevo equipo, le ofrecieron pasar de una hora en Barcelona a tres en Madrid. Avila le ha acabado cogiendo gusto al puente aéreo al principio y al final de la semana.

Para este tiempo Alejandro Avila cuenta con Sandra Torrecillas, coordinadora, y tres redactores más. Y hacen, a grandes rasgos, lo siguiente.

La primera media hora, un informativo económico por temas de interés. Esto quiere decir que no se atiene a un esquema de secciones, sino que se centra en asuntos que han ido creciendo durante el día. Viene a ser una mirada más profunda a la actualidad. Una mirada que preparan desde media mañana, cuando llegan Avila y Torrecillas a la redacción.

La segunda media hora lleva por título “Para instruir”, y se dedica a resolver dudas sobre aspectos que se han puesto de actualidad, los que se han tratado anteriormente u otros, pero con un enfoque didáctico. Por ejemplo, explicar los intríngulis del IPC. Todos nos tragamos los porcentajes que emite la oficina de la Administración al uso, pero el equipo de Pulso Económico los desmenuza, dice cómo se obtienen, y destila algunos secretillos más.

A las siete de la tarde se entrevista a un personaje. La gracia del programa es su vinculación con la actualidad, a la que vive pegado como una lapa. Lo normal es que el personaje de relevancia que acudirá a los estudios no se decida hasta el mediodía. Puede ser alguien del gobierno (en Madrid hay centenares de personas “del gobierno” dignas de ser entrevistadas y ansiosas de serlo), un empresario audaz, un exportador, un as de la especulación en plan Soros, y así.

A las ocho de la tarde viene la tertulia, La Atalaya, donde empresarios, profesionales de la economía o del derecho, catedráticos y sindicalistas, acuden para hablar de uno o varios temas, por ejemplo, las privatizaciones, el futuro de la minería, el Euro.

El programa se va preparando a lo largo del día, después de una rutinaria y rápida conversación entre el director y la coordinadora, y se ciñe estrictamente a la actualidad. Esto quiere decir que lo raro es que Alejandro Avila y su equipo sepan por la tarde lo que van a “tocar” al día siguiente, o que solo tengan vagas ideas e intuiciones. Ellos dicen que cogen a la actualidad por los pelos, que trabajan al momento, y que asaltan a los protagonistas por teléfono, sobre todo por los teléfonos móviles, cuyo invento consideran inapreciable para su trabajo.

Un día a la semana hay un consultorio fiscal, y también otro bursátil.

Alejandro Avila es el único conductor del espacio.

He aquí algunos textos.

Esto es Pulso Económico, el programa que de 6 a 9 de la tarde les acerca a la actualidad económica. Hoy se viven nuevas movilizaciones en Asturias en contra del sector siderúrgico. Aceralia es la protagonista del conflicto. Les presentaremos el servicio de consulta en tiempo real del mercado inmobiliario. Hablaremos de la informatización de edificios, un avance en el mundo de la informática. Por cierto, ¿les gustaría tener su vida plasmada en un libro? Esta es la labor de Dircom, una novedosa empresa valenciana que se dedica a realizar biografías. Continuaremos despejando dudas sobre el Euro y la Unión Europea. Como siempre les recuerdo que pueden llamar para trasladarnos cualquier consulta, es el 4 32 76 62. Y como siempre, en nuestra tertulia, abordaremos un tema destacado de la actualidad económica. Esto y mucho más es nuestro Pulso Económico de hoy, jueves, 11 de diciembre de 1997.

De “Para Instruir”

Hoy es 11 de diciembre de 1997. Una fecha que nos sitúa a 388 días de que el Euro se convierta en moneda de curso legal. Falta, por tanto, poco más de un año para que llegue ese momento. Y en Pulso Económico queremos ofrecerle la posibilidad de resolver todas las dudas que tenga sobre el Euro y la Unión Europea. Para ello sólo tienen que llamar al 4 32 76 62. Nuestro contestador recogerá cualquier consulta que quieran hacernos. Hoy nos acompaña Jesús Gallego, responsable de la secretaría para la moneda única de la Confederación Española de Cajas de Ahorros. Buenas tardes.

Señor Gallero, tocamos hoy aspectos más prácticos. ¿Qué problemas debe resolver el empresario de cara a la entrada en vigor del Euro?

Entonces, ¿cuándo es aconsejable el cambio a Euros en la empresa?

¿Cuáles son las razones para realizar un cambio rápido a Euros en la empresa? ¿Y las razones que justifiquen un cambio retrasado?

¿Qué áreas o funciones se verán afectadas dentro de la empresa?

De la entrevista (telefónica) de las 19:00

Nos trasladamos ahora a Asturias. Concretamente a las calles de Oviedo, donde en estos momentos los trabajadores de Aceralia se manifiestan ante la situación del sector siderúrgico en el principado. Hay que recordar que la siderurgia sigue representando en Asturias más del 50 por ciento del empleo industrial, y de forma directa o indirecta contribuye a la creación del 15 por ciento del empleo total. Para hablar de este sector y del conflicto por el que atraviesa, nos acompaña José María Guzmán Pacios, secretario general de la Unión Comarcal de CCOO. Señor Guzmán, buenas tardes.

¿Cómo se está desarrollando esta manifestación? ¿Ha tenido la respuesta esperada por parte de trabajadores y ciudadanos? ¿Ha habido algún incidente?

Además de esta manifestación hoy se vive en Asturias una jornada de huelga en las factorías de Aceralia. ¿Ha tenido este paro un seguimiento masivo por parte de los trabajadores?

¿Se están manteniendo los servicios mínimos?

La empresa difundió ayer un comunicado en el que afirmaba que no hay causa legal para que los empleados falten al trabajo, y mostraba además su confianza en que cumplan con sus obligaciones laborales. Ante esta declaración, el presidente del comité de empresa de Aceralia-Avilés, Celestino González, ha afirmado que nunca la empresa, desde tiempos de Franco, ha tratado de contrarrestar la llamada a la huelga. ¿Se está estudiando la posibilidad de emprender algún tipo de acción legal contra la empresa con motivo de este comunicado?

En la tertulia del mismo día se tocaron los siguientes temas: liberalización de la economía, contratación temporal, producción industrial, huelga de Aceralia, nueva ley de distribución de carburantes, consejo europeo de Luxemburgo, que se celebraría el día siguiente.

Los controles técnicos de Radio Intereconomía están totalmente digitalizados. De no ser por la mesa de mezclas y por la pecera que los separa de los estudios, parecerían un vulgar despacho.

En definitiva, Radio Intereconomía ha llevado a la práctica la base matriz de la disciplina que airea y proclama, reducción de costos y de esfuerzos, y máximo beneficio.

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