II Encontro de Palhasos do mundo, en Fafe, Portugal
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Reír no duele, Rir nao dói, era el lema de este encuentro. Si hubiera dolido, medio Fafe estaría todavía enfermo. Tuvo lugar la semana pasada, en mitad de las festas juninhas o fiestas de los santos de junio, 19,20 y 21 de junio en el jardín del Calvario, una joya botánica de esa localidad portuguesa vecina de Braga. Encajada entre montes poblados de pinos y eucaliptus, la ciudad se dispersa en un término municipal lleno de freguesias, parroquias. De todas ellas acudieron niños y niñas, chicos y grandes a disfrutar por un módico precio del programa preparado por Fafe Cidade das Artes y la Cámara o ayuntamiento de la ciudad.
Una reseña de Gaspar Oliver. Estas fotos son la evidencia irrebatible. Tomadas por Manuel Meira (fotógrafo profesional) y por el autor de esta reseña (mero aficionado), testimonian el éxito de la muestra. La instantánea de arriba corresponde a una de las actuaciones nocturnas. Los niños que acudían vestidos de payaso, entraban gratis. Se iniciaban todos los días después de cenar, que en Portugal se dice yantar y se hace antes de las nueve. Las actuaciones se dirigían al público infantil y al adulto o a una mezcla de ambos. El clown Xombita, artista local, abrió el encuentro en la clave del payaso clásico. Xombita se gana la vida con sus actuaciones a domicilio, en lugares públicos y en su tienda de efectos circenses de Fafe. Es la prueba viva de que el humor profesional da réditos en los rincones más umbríos. Otros payasos de tinte clásico fueron Nuvem Voladora, de Pedro Correia, de Lisboa, inspirado en Jacques Tati, Buster Keaton, Charlie Chaplin y en general el cine mudo, que presentó Fábrica das gravatas, título que da lugar a situaciones extravagantes en las que participan voluntarios. La Trupe Koskowisck, Alexandre Malhone, Geisa Helena y Renato Gommes, de Sao Paulo, Brasil, representaron los tradicionales papeles del clown listo y el clown tonto, reparto que al final se invierte. Labaret, Clown Laboratori de Oporto son un grupo de actores, actrices, bailarines y creadores teatrales que trabajan cada uno por su cuenta, y no siempre se ganan la vida en el escenario, pero que se juntan todas las semanas dos días en un local de Oporto (el Laboratorio) y preparan piezas cortas, de las que representaron unas cuantas en el encuentro de Fafe. Walmir Chagas, de Recife, Brasil, ofreció un espectáculo de canto y sucedidos imposibles para todas las edades, en compañía de Beto do Bandolina, instrumento parecido a la bandurria. También hubo muestras para todas las edades, pero dirigidas a los más adultos, como la de Susana Cecilio, de Lisboa, Com amor, papel, manteiga e marcador; fue portentoso como este espectáculo de alto contenido poético, aterciopelado, sedoso y de humor extrafino fue respetado (hasta cierto punto) por la chiquillería. Eva Ribeiro, también portuguesa, hizo una exhibición de humor negro de la escuela de Jacques Lecoq, Madame Kill, y como tardó en morirse, la canalla se lo pedía casi a gritos. La cuota española de este encuentro Iberoamericano la ofrecieron Claudia Verdecchia, que es argentina aunque reside en Valencia, con su espectáculo Test, un cuento disaparatado pero real como la vida misma de una mujer, Amatista Venturina, que desespera la llegada de un superguapo que acaba de contratar por teléfono; dirigido a públicos adultos, tuvo (para mí y para casi todos, incluida la actriz y creadora) un inesperado éxito entre los chavales y las chavalas, algunos de menuda edad, que disfrutaron a fondo las desventuras estrafalarias de la payasa. La otra participación española fue O Presunto Professor Jamón, de Antonia Bueno, una verdadera improvisación que se gestó en menos de una semana, y que terminó por ofrecerse al público el día siguiente al de la coronación real en España, cosa que provocó el interés de la prensa y la televisión portuguesas, desconcertadas por el discurso del Presunto (jamón en portugués) Profesor, que anunció a los cuatro vientos una posible o imposible URPUC: Uniao de Repúblicas Portonhólicas ¡Unidas, claro! En la fotografía debajo pueden verse a otros componentes del entusiasta grupo de palhasos y palhasas, algunos fafenses, otros brasileños, otros de diferentes territorios luso-ibéricos, que preparan en Cidade das Artes espectáculos que luego explotarán por su cuenta, ayudados con becas de sus municipios, de otros patrocinadores y de la municipalidad de Fafe. En total debe de haber cerca de veinte personas, que han contribuido de voluntad y con entusiasmo, algunas haciendo el payaso, otras facilitando el trabajo, a la realización del encuentro. El clima de compañerismo y de bien tejida frivolidad que se vivió durante los tres días fue insólito en profesiones como esta, anzuelo de ególatras.
Véase abajo una muestra de la muestra. Sin lugar a dudas, Fafe es una ciudad privilegiada, al poder contar todos los años con tres días de pitorreo, más aquellos otros dedicados al teatro serio y a otras representaciones organizadas por Fafe Cidade das Artes, un ejemplo que podría replicarse sin demasiados gastos, pero con esfuerzo y dedicación, en multitud de ciudades ibéricas. Aunque, bien pensado, a lo mejor ya hay algunas que disfrutan de algo parecido. Enhorabuena. Parabens