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Cultura y comunicación

Satán (o alguien peor) castigará sus desafueros

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A los responsables del cierre de RTVV

Fernando Bellón

Ni siquiera volcando todos los sinónimos de los peores insultos registrados en el Diccionario de ideas afines de Fernando Corripio se llegaría a calificar el monstruoso desafuero que Alberto Fabra, su Consell de Govern de la Generalitat Valenciana, el Partido Popular en su conjunto y todos sus adláteres y mamporreros han perpetrado con el cierre de Radio Televisió Valenciana el mediodía aciago de hoy, 29 de noviembre de 2013.

Mal momento para juzgar con templanza un acto político. Desbordan las emociones. He visto llorar a tipos como torres, al salir del edificio invadido por la policía y rodeado de trabajadores y ciudadanos que no podían entrar. Les he abrazado. Rostros de fatiga, de exasperación, de angustia, de rabia, de impotencia. Hombres y mujeres que quizá hacía años que no vertían una lágrima, suspirando como niños.

No se lamentaban de su situación, de quedarse sin trabajo, de ignorar cómo se las apañarán el resto de sus vidas. Es evidente que casi todos sabrán abrirse paso en la existencia y hacerlo con dignidad. La causa de su dolor era la estafa que se estaba cometiendo a la vista de todos: cerrar una empresa pública de comunicación que, después de veinticuatro años de servir acaso sin demasiado éxito a los valencianos, de pronto se había transformado en un medio libre, independiente, en un notario de las atrocidades de un gobierno elegido por una mayoría de ciudadanos a quienes han manipulado, atracado, y mentido. Esa y no otra era la prisa que tenían los ejecutores: verse retratados, desnudos, ante la opinión pública.

La última mentira de ese individuo que dice gobernar en nuestro nombre, Alberto Fabra, la pronunciaba en Ibi esta mañana, lamentando con hipocresía (o con cinismo, que sería peor) lo ocurrido, hecho por mor a todos los pobrecitos a quienes la Generalitat debe dinero: familias de enfermos dependientes, farmacéuticos, colegios públicos, y no sé cuántos más. Una barbaridad de gente que tiene saldos pendientes con su gobierno. Deudas adquiridas con alegre arrogancia por los gobernantes que ahora cierran la televisión pública, acumuladas tras una gestión de despilfarro y saqueo: Copa América, visita del Papa, Fórmula 1, Terra Mítica, palacios de congresos y de otro tipo en pueblos que no los necesitaban… infinitos desafueros económicos y fiscales ¿Quién ha contraído esas deudas? ¿Los ciudadanos valencianos? No, los ciudadanos valencianos las pagaremos durante décadas. Los responsables de la ruina de esta comunidad son los dirigentes políticos del Partido Popular, personajes siniestros, codiciosos, venales, hipócritas, aves rapaces, chacales, hienas.

Por eso he visto llorar a mis compañeros y compañeras este mediodía. Pura rabia. Pura impotencia.

Ahora, en nuestra mano está dejar que estos desmanes continúen. Somos ciudadanos, somos responsables de nuestras decisiones.

Dios confunda a los malvados. El demonio se los lleve. Lo pagarán política y personalmente. No imaginan el futuro que les espera. Las puertas del Infierno les buscarán allá donde se escondan. No se librará ni uno. Lo sé. Todos lo sabemos.

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