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Cultura y comunicación

Antonia Bueno Mingallón y Guirigai

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VEINTE AÑOS DE TRAVESIA TEATRAL

Publicamos la primera parte de un minucioso repaso a la experiencia teatral de Antonia Bueno Mingallón, que empezó como actriz en el grupo TBO de Vallecas, Madrid, fundó con Agustín Iglesias la compañía Guirigai, donde adquirió experiencia como actriz, productora, directora y dramaturga. Con Guirigai montó 17 espectáculos. Se desgajó en 1998, para profundizar en su faceta de dramaturga y directora, sin abandonar la interpretación. Pero eso forma parte de la segunda entrega de esta evocación biográfico-profesional de la autora, cuyas obras están publicadas y traducidas al inglés, francés, alemán, croata y griego. Antonia Bueno Mingallón ha actuado y se han representado obras suyas en más de catorce países europeos y americanos. En la Biblioteca Cervantes Virtual se encuentran algunas de sus obras. Forma parte de la asociación Autoras y Autores de Teatro de España, donde se pueden hallar referencias suyas, y también en su página personal, Mujer de Teatro.

Texto, Antonia Bueno Mingallón. lustraciones y fotos de su archivo personal.

Cuentan que hace siglos en esta ciudad, incluso en todo el país y hasta en el mundo entero, se llevaba a cabo una hazaña ya casi olvidada. Su función era hacer conversar a los hombres y que éstos conversasen con los dioses. Su nombre: Teatro. Pero aquella, si alguna vez existió, fue una costumbre bárbara que acabó por desaparecer. ¡Qué mayor extravío que aquel efímero ritual del que nada podía atesorarse… salvo la sutil fragancia de un recuerdo!

Sin embargo, y a pesar de vientos y mareas, hace casi 40 años, un grupo ilusionado de jóvenes tomamos la crucial decisión de dejar nuestras carreras y trabajos “de provecho” para embarcarnos en la nave del teatro. Era época de esperanzas. La puerta de Utopía se entreabría. Al otro lado atisbábamos maravillas.

1ª JORNADA. 1979

Aún no se han apagado los ecos a favor de la libertad de expresión por el consejo de guerra contra Els Joglars. Los militares siguen sofocando las voces de los cómicos. Acaba de nacer el Centro Dramático Nacional, pero nuestros autores contemporáneos continúan proscritos de su nómina, los pomposos espectáculos nacen y mueren en Madrid, y la sociedad se adormece frente al glorioso resplandor de televisores y vídeos.

Y hete aquí que, anclada en mitad del asfalto, dispuesta a zarpar, reaparece insolente la nave del Teatro, del teatro vivo, móvil, viajero. En su flanco puede leerse en letras aún frescas: GUIRIGAI. ¿Quiénes son estos insolentes advenedizos que osan enarbolar la apolillada bandera de un arte en decadencia? Hijos de un apasionado amor escénico, surgimos dispuestos a conquistar quimeras. Nacemos eufóricos, desbordantes y, según algunos, un poco locos. Qué mayor osadía que poner en pie un “guirigay” latino, desordenando hasta su propia “y” final.

Antonia en "La Tragicomedia de Don Cristóbal y la señá Rosita", de García Lorca.

Rosita en «La Tragicomedia de Don Cristóbal y la señá Rosita», de García Lorca

Iniciando la travesía, nuestro barco pone proa hacia las autopistas del sur y recorremos La Mancha tras las huellas de otro soñador. Del brazo de Lorca estrenamos ayuntamientos democráticos. “TRAGICOMEDIA DE DON CRISTOBAL Y LA SEÑÁ ROSITA” es nuestro primer viaje, ingenuo y vital, que aún no sabe de campañas de marketing ni desesperanzas. “Buena representación de Lorca” es el título de nuestra primera crítica.

Tomamos prestadas como escenografía las plazas y la luna. Las sábanas de Rosita vuelan con la brisa de agosto en Guadalajara. En la sierra de Alcaraz descorremos los cierres herrumbrosos de un teatro de la República y barremos el polvo acumulado durante décadas. Quinientas personas, transmutadas por vez primera en público teatral, comen pipas en el mágico silencio de un viejo cine conquense. Bajo las vigas de un granero resuenan los suspiros de Rosita y Cocoliche, aventurándose entre las sillas de anea y los aperos de labranza. Por la noche, a veces, hay cordero y vino del porrón. A la mañana siguiente, la nave sigue su marcha surcando los mares de viñas.

Esta primera jornada es corta, apenas una apasionada excursión de verano. Desembarcamos de nuevo en la capital, dispuestos a tomar posesión de nuestro territorio. Pero la ingenuidad es mala consejera de la prudencia. Con el otoño irrumpe la primera tormenta que sacude la arboladura. Algunos de nuestros marineros se lanzan de cabeza a los botes salvavidas y abandonan el barco. Son las primeras deserciones. Luego vendrán más, de hecho serán parte de la vida cotidiana de la expedición. Pero aún no tenemos tiempo de pensar en ello, luchando como estamos a brazo partido contra la deriva. Y la borrasca no nos alcanza sólo a nosotros. A nuestro alrededor vemos zozobrar numerosos barcos escénicos. Uno de los puertos pioneros de la libertad escénica, la sala Cadarso, es cerrada a cal y canto por el gobernador civil, alegando falta de condiciones para recibir la llegada de los navíos. La cartelera dormita en una calma chicha donde nadan escuálidos peces dramáticos.

Pero, a finales de año, suavemente, el temporal va remitiendo. Tres nuevas dársenas abren sus puertas: los teatros Olimpia, Lavapiés y Espronceda. El Gayo Vallecano afianza su canto y reaparece la revista «Pipirijaina», cuaderno de bitácora para navegantes. Aires propicios impulsan nuestra nave hacia inexplorados horizontes.

2ª JORNADA. 1980

Nuevas tropas se unen a la expedición. La consigna es la búsqueda del oro teatral. Aprender de nuestros clásicos, dejarse embriagar por una cuarteta, paladear la cadencia de un alejandrino. Y por amor a Lope de Vega nos dejamos caer en la oquedad enlutada de su “VIUDA VALENCIANA” que, desdeñosa, tarda en aceptarnos, dándonos largas esperanzadas, como a sus numerosos pretendientes, que la acosan con torpeza. Pero, tras meses de zozobras y de deudas, podemos introducirnos en la dulzura de su lecho. ¡Estrenamos al fin! Hemos obtenido dos inestimables tesoros: Aprendemos a medir nuestras fuerzas y sabemos que navegamos por la ruta apropiada.

Extraños vientos corren: En Estados Unidos un cowboy irrumpe en la Casa Blanca e intenta convertir la civilización occidental en un carrito de helados tutti fruti. En nuestro país, los grises señores de la censura abandonan el patio de butacas… para instalarse en el corazón de nuestros propios deseos. Comienza el reinado de la autocensura. Necesitamos creer que todo esto es pasajero, vestíbulo de tiempos mejores.

Crecen los ochenta como crece nuestra pasión por el teatro, como crecen las deudas, los kilómetros recorridos y los sueños.

 3ª JORNADA. 1981

Es éste un año calderoniano, abarrotado de discursos y conmemoraciones. Grandes montajes necrológicos se adueñan de la escena, asfixiándola con costosos artilugios, en una suerte de “horror vacui” de nuevos ricos. Alguien dijo: “Cuando el teatro no tiene nada que decir, la escena se llena de decorados”.

En nuestra huerta hispánica germinan los variopintos frutos de las Autonomías. Cada una inaugura sus salones con el boato más europeizante, para poner lívida a su vecina. Nuestra expedición, tras apasionado cónclave, decide rehusar las apáticas mieles de la “kultura” y tirar por la calle de en medio hacia el corazón de los sueños.

El 23-F, ese simulacro de esperpento, nos pilla en plena sesión de danza con el Odin Theatre, descubriendo en nuestros cuerpos la magia codificada de Oriente e intentando descifrar nuestros propios códigos: el bufón, la commedia dell´Arte… Recogemos en el cuaderno de bitácora de este día dos pequeñas máximas: El actor debe aprender a estimularse a sí mismo. Al trabajar en equipo, cada actor se beneficia de la energía de los demás. Conocer y dominar las técnicas. Trabajar codo con codo. Frente a las prisas, la búsqueda pausada, la investigación rigurosa y colectiva.

Madre pasota en «Una mujer sola», de Darío Fo y Franca Rame

Y así llegamos a Darío Fo y sus descarados monólogos de “UNA MUJER SOLA”, que ponen patas arriba nuestra sacrosanta civilización, para que podamos reírnos a carcajadas de sus bragas descosidas, en una extraordinaria terapia para el cuerpo social. Els Comediants inundan Madrid con sus cohetes y sus demonios. Kantor y su “Wielopole” nos hacen derramar lágrimas sacramentales. Queremos ser así. Quizá algún día alcancemos su magia y podamos derrocharla como ellos… Porque, quien ha conocido el rostro versátil de la quimera, ya nunca podrá ser mezquino.

Y, al igual que el recién llegado Guernica, conseguimos nuestra primera larga cola frente a la taquilla del Lavapiés, un coqueto teatro junto a la Corrala, que en este 81 aún no ha sido derribada por el feroz piquete de la especulación. Estamos aquí, nos quieren. La crítica elogia nuestro trabajo, hablan de jóvenes promesas, nos auguran un futuro. ¿Será cierto que lo estamos consiguiendo?

Los vientos nos conducen por tierras leonesas y murcianas, hasta conducirnos a las estribaciones de Cataluña… Y llega nuestra primera crítica “autonómica”: “El humor mesetario de Castilla y La Mancha poco tiene que ver con el humor Sabadell 81”. Con este sabor agridulce regresamos a la querida meseta montados en nuestro perverso hipogrifo de segunda mano, de nombre Merche, pues no merece siquiera el apelativo con que su creador la bautizó. Pero antes de partir, dejamos a nuestro rocín pastar unos momentos a la sombra del magnífico alazán-camión de Dagoll-Dagom. Y nos juramos que algún día montaremos un pegaso alado y surcaremos los cielos teatrales con nuestros sueños.

Antonia amte la furgoneta de "Dagoll Dagom", que casi oculta de "Merche" de Guirigai.

Antonia ante la furgoneta de «Dagoll Dagom», que casi oculta de «Merche» de Guirigai

4ª JORNADA. 1982

Flotan aires de cambio. Los socialistas barren en las generales. La “década prodigiosa de las finanzas” da sus últimos coletazos sobre la arena de nuestro circo ibérico, pero el espectáculo debe continuar. “Si la realidad no es bella, lo importante es que sea elegante”, reza el slogan del momento. Madrid, metamorfoseada en Buenos Aires, se engalana para oír cantar a un simulacro de Evita, mientras su auténtica y embalsamada efigie lleva a cabo su particular show internacional, en un delirio de pasaportes falsos y baúles.

Nuestras autoridades tiran la casa por la ventana en un alarde de naranjas, puentes y estadios. En Europa los grandes se reúnen para cocinar y repartirse el pastel cultural. El plato es de la “nouvelle cuisine”, con regusto francés: “Reconciliación del Poder y la Vanguardia”… a las finas hierbas. Sobre todo muy, muy finas. Los intelectuales “de izquierdas” colocan sus insignes posaderas, embutidas en trajes de diseño, en las butacas institucionales. Se decreta que el buen comer es el primer acto cultural. Espejismos de gula y dinero inundan nuestro escenario cotidiano. Hoy afirma el periódico que “el cocido es un ejemplo de adhocquismo culinario”. Aquí no pasa nada. Es el comienzo de la simulación. El edificio de los sueños se resquebraja y nosotros estamos a punto de sucumbir en el terremoto.

Una escena de "Ágape".

Escena final de «Ágape»

De entre los escombros surge “ÁGAPE”, sobre la carne, el amor, los sueños y otros… suculentos manjares. Un matrimonio de antiguos “progres” celebra su 5º aniversario con una cena inconclusa. La casa revienta y ellos acaban comiendo sus excrementos y brindando por otros 5 años de felicidad y abundancia… Feroz metáfora del momento, que algunos nunca nos perdonarán.

Tras un verano de búsquedas y pérdidas, llega Octubre, con el PSOE y los Festivales Internacionales. Madrid se convierte en una ciudad muy teatral. El teatro se pone de moda, como la ropa de diseño de la calle Almirante y los libros de nueva cocina. Aunque, ¡no cualquier teatro! Nuestros refinados colegas no están dispuestos a que un grupo de “cómicos” se siente a su mesa y les amargue la velada, reclamando siquiera unas migajas. Las damiselas de la nueva corte teatral protestan de tamaña audacia, endosándonos bajo la mesa patadas en las espinillas para que nos larguemos.

Pero, en mitad de esta lobotomía, ejecutada con los bisturís de la modernidad, nuestro menú irreverente se pone en pie y contempla a su auditorio con los ojos surreales de Buñuel y Dalí. Y luego, ante los rostros atónitos de los refinados comensales, echa a correr adelante, sin tregua. No hay quien nos pare.

 

5ª JORNADA. 1983

En nuestra carrera topamos con los carnavales. Y nos detenemos un momento a contemplar en el escenario de la plaza del Dos de Mayo, la desproporcionada actuación de la policía desluciendo el incipiente espectáculo de la libertad “al desnudo”.

Nos dirigimos a Vallecas, y en las cocinas de El Gallo Vallecano cocinamos durante un mes nuestra utopía: Si el cerdo volase… Pero, quienes graznan son las aves agoreras de los críticos oficiales: “ÁGAPE, un festín sucio” (Haro Teclen). “A ÁGAPE no le va el público popular del Gayo Vallecano, que no debería programar este tipo de espectáculos herméticos y experimentales” (José Monleón).

"La Bella y la Bestia"

«La Bella y la Bestia»

Asfixiada de problemas, la expedición sigue adelante. Jornada sembrada de desconcierto y deserciones, de donde nace “LA BELLA Y LA BESTIA”, una particular versión del mito, el diálogo posible con el otro. Y la crónica de cómo sacar adelante un espectáculo con dos duros y toneladas de imaginación. En esta travesía lo perdemos casi todo. Un nuevo mayo de stress y viajes a Euskadi, nuestra querida y odiada furgoneta Merche se hace el harakiri al borde la autopista, junto a Miranda. En una estrecha habitación de hostal de carretera lloramos su muerte. Mientras esperamos créditos y nos desesperamos, conseguimos abrir una pequeña brecha en la maraña. Y echamos a volar en nuestra nueva y flamante Mercedes Alada hacia Berna. ¡Oh, la, la! Atravesamos fronteras y traemos de los Alpes un aire estimulante y una maleta llena de comprensión. ¡Europa nos quiere!

Volvemos con ganas de comernos el mundo… Pero somos atrapados por las hispánicas telas de araña del desdén. Nuestras autoridades crean el CDT, Centro de Documentación Teatral, en un intento de recoger los testimonios de nuestra escena, y aparece la revista “El Público”. Mientras, para nosotros el tiempo se dilata en un inacabable laberinto plagado de pozos oscuros, caminos cerrados… pagamos letras, hacemos números, subsistimos.

Hasta que una mañana, la expedición recobra los ánimos. Hoy el buzón está repleto de correspondencia y el teléfono no cesa de sonar: Oporto, Zaragoza, Málaga… Volvemos a navegar de nuevo por las sendas y autopistas.

6ª JORNADA. 1984

Nos zambullimos en las frías aguas de esta orweliana travesía. Bajo las cataratas del Centro Cultural de la Villa, Madrid puede ver nadar dichosas a Bella y a Bestia. Nuestras heridas se endulzan en el manantial, mientras la ciudad contempla sorprendida esta fábula apasionada, donde la palabra se hace jazz y música de Mahler.

Diversas muertes jalonan la travesía. Cortazar, el querido y lúcido visionario, nos abandona huérfanos a nuestra suerte de navegantes insensatos. Ismael Merlo se despide entre bambalinas, que es la forma más digna de alcanzar los cielos teatrales.

Y de repente, nos invaden los fríos nórdicos. Llegan de golpe, soplando fuerte, y se cuelan por los intersticios hasta alcanzar los altos gabinetes escénicos. Un “Palacio de Invierno” es erigido en el corazón del territorio teatral. La gran Casa Rosada de Lavapiés: La Sala Olimpia, pasa a ser ocupada por la sofisticada insustancialidad de un papanatismo que, aunque en el papel habla de “apoyo a los nuevos lenguajes y a la dramaturgia española”, en la práctica toma como único modelo aceptable el septentrión de nuestra Europa. Su nombre: CNNTE, Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas. En un acto de contrición calvinista, numerosos navegantes escénicos se cortan públicamente los cabellos desgreñados de “hippies” y se visten de duelo para oficiar el funeral de la sátira mediterránea. Luces y sombras dibujan el único paisaje teatral permitido. Nuestra escena semeja un helado fiordo. La nueva moda es aprender a sobrevivir en estado de hibernación, en espera de nada.

¿Adonde vamos nosotros, viajeros intrépidos, buscando rutas meridionales y cálidos oasis? En agosto recorremos esta fría geografía con nuestros espectáculos calientes. Y sorprendemos al público de los Veranos de la Villa y recibimos el cálido agradecimiento de un viejo anarquista de Carabanchel: “Gracias por ser realistas, por seguir buscando lo imposible”. Impávida, la helada corte de la moda teatral nos contempla. Nos sentimos estalactitas de otro tiempo, en espera de que los hielos se derritan.

"Ritos del Solsticio"

«Ritos del Solsticio de invierno»

En Diciembre llega al fin el tránsito a una nueva etapa. Con “RITOS DEL SOLSTICIO DE INVIERNO” las calles se inundan de sueños, derritiendo el hielo y abriendo nuevos cauces por donde las aguas escénicas fluyan atrevidas hasta el último rincón de Utopía. Sentimos que salimos de la congelada caverna de la indiferencia.

7ª JORNADA. 1985

Séptima jornada. Guarismo mágico de la sabiduría. ¿Qué aprenderemos en esta travesía?

Atravesamos la jungla de la “Movida”, poblada por innumerables tribus de urbanitas que se agitan al son de los tam tams de la Fura dels Baus, un Hurón de los bosques venerado por todos como el nuevo hechicero de la aldea. Son tribus pacíficas, aunque no excesivamente hospitalarias. Sus rituales escénicos se dirigen a aplacar los deseos de la gran dualidad de su panteón: Los mudables diosecillos Diseño y Moda. Nuestra expedición tiene que soportar las burlas de estos actuales dueños del territorio escénico. Pero, al fin acaban dejándonos en paz, ocupados como están en delimitar los márgenes y ampliar las fronteras de sus flemáticas propiedades. Así podemos transitar por la senda que se dirige a la médula del corazón teatral.

En primavera, un rumor sobre los árboles. El ángel de Chagall agita su mano y se aleja de nosotros, huyendo de la violencia de los estadios, del SIDA y de la pedestre postmodernidad.

En Europa se habla de España. Europalia es la puesta de largo. Lorca, Valle y Calderón viajan como embajadores de la patria escénica. De la mano de Morán y con el apoyo de “los doce” entramos en la gran Mancomunidad de las Tribus Europeas.

Hoy, todavía primavera, recibimos una misiva del Postmoderno Santuario. Sus sacerdotes nos invitan a participar en unos Ritos de Juventud. Los buenos augurios despejan las nubes de tormenta.

Nuestra expedición continúa tomando como escenario la calle. Y nace en abril “ENÉSIMO VIAJE A ELDORADO”.ENÉSIMO VIAJE A ELDORADO portada programa

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Llegada de los conquistadores de «Enésimo viaje a Eldorado»

Buscando lo inesperado, arribamos al centro de la floresta urbana con nuestra expedición de conquistadores, que por un extraño guiño espacio-temporal llegan desde el siglo XVI al corazón de nuestras ciudades.

La mesa de banquete de "Enésimo viaje a Eldorado"

La mesa de banquete de «Enésimo viaje a Eldorado»

Viajeros al futuro desde un siglo dorado invadimos el anacronismo del asfalto, las estaciones, los mercados, los patios, las fuentes, las escalinatas, los puentes, los ríos… Abrir puertas, alumbrar la ciudad con nuevas luminarias. Ganar la batalla a los vehículos, a la contaminación, a las prisas. Plantar la semilla de Dionisos, prendiendo fuego a las convenciones y el aburrimiento.

La gran silla con la bola de oro de "Enésimo viaje a Eldorado"

La gran silla con la bola de oro de «Enésimo viaje a Eldorado»

Nuevo vuelo a tierras septentrionales: Edimburgo. Las faldas masculinas, los castillos recónditos. “BEAUTY AND THE BEAST”. Los escoceses contemplan atónitos el Minotauro que viene del sur. Mientras aquí, nuestros voceros oficiales nos ignoran. Ni siquiera una reseña en los papeles. Como si nunca hubiéramos estado allí.

Volvemos a casa y vuelve el frío. Asistimos extasiados en los Estudios Samuel Broston a la gran ceremonia del “Mahabaratha” y comulgamos con el maestro Peter Brook: “El teatro está escrito sobre el agua”. También de allende los mares nos visita el gurú Willson, que provocará innumerables apostasías e incluso el abandono del culto escénico por parte de algunos de sus fieles. El templo de las Nuevas Tendencias Escénicas comienza a ser poco frecuentado y ya se producen escasos bautizos de modernidad.

8ª JORNADA. 1986

La recesión económica acorta las expectativas. Descendemos a los infiernos metropolitanos a buscar el talismán escondido en sus entrañas. El metro: “METROFILIA”. Encerrados en nuestro local de ensayo, la cripta bajo la carpintería, construimos barcas para navegar el Averno de las cloacas. Y alcanzamos la terrible verdad: el infierno no es obra de los dioses, sino de los hombres.

"Metrofilia"

«Metrofilia»

Nuestras metáforas espantan. Y así, Prometeos indóciles, somos expulsados del paraíso del Orden. Las águilas de la cordura nos arrancan las vísceras, mientras nos debatimos entre los ecos de los fatídicos agoreros que pronostican el fin definitivo de nuestra expedición. Pero tras esta catalepsia teatral, surgimos más fuertes, más serenos. Inoculados con nuestra propia vacuna, aprendemos el sutil arte de la Incombustión. Y renaciendo como el Ave fénix de nuestras propias cenizas emprendemos de nuevo ruta.

Cuando está a punto de acabar el año, el Premio Cervantes es estregado por vez primera a un dramaturgo: Buero Vallejo. Y otro templo institucional rebautiza el Teatro de La Comedia: el CNTC, Centro Nacional de Teatro Clásico, que introduce la reforma jocosa en los cánones de su liturgia y forma su propio cuerpo de neófitos. Por toda la geografía comienza, en colaboración con el MOPU, la reconstrucción de antiguos santuarios ya casi en ruinas, pasto de bancos y bingos. ¡Tenemos de nuevo teatros!

9ª JORNADA. 1987

 A los cincuenta años de la muerte de Lorca ve la luz “El público”, “viaje interior a la más absoluta soledad del individuo”, según su director Luis Pascual. Por nuestros pagos urbanitas está naciendo una nueva raza de guerreros: el “yuppie”, que recorre incansable la selva del stress cotidiano, abriéndose paso a machetazos entre la espesura de las ideologías. Todo vale, porque ya no vale nada. Los antiguos “progres” se transforman en cínicos modernos. Es el “sálvese quien pueda”.

"Viva San Martín"

«¡Viva San Martín! Danzas de matanza»

Emprendemos viaje iniciático a través de la nieve de Enero hacia el corazón de la ceremonia. Guarrate, Zamora, con sus marranos, su sol invernal y la familia acogedora que nos enseña el secreto de la muerte alegre, de la matanza compartida. Gozo de encontrarnos con nuestros orígenes. “¡VIVA SAN MARTÍN! DANZAS DE MATANZA”. Dos “yuppies” que huyendo de la amenaza nuclear se refugian en el pueblo. La muerte rural y la muerte urbana en una tremenda danza ecléctica. Morir para renacer, pasado y futuro, lo viejo y lo nuevo. Metáfora de caminantes. Mnouchkine, nuestra admirada Ariane, lo sabe muy bien: “La única vanguardia posible es la que se apoya en la tradición”. Y así lo hace en su Théâtre du Soleil.

Antonia en el papel de Bígida de "Viva San Martín"

Brígida en «¡Viva San Martín! Danzas de matanza»

Huyendo del “Lunes negro” de la Bolsa y del Apocalipsis que muchos vaticinan, nos reencontramos bajo los muros del Teatro de Getafe y construimos durante un cálido estío la geografía de nuestra parábola cruel. La expedición conquista Lyon, Oporto, Navalcarnero, Sevilla… El mar está cerca.

10ª JORNADA. 1988

Hemos alcanzado la costa. Semanas después nos embarcamos en la maravillosa travesía a las Islas de los Canes, donde gustamos el néctar del Abril tropical. Escalamos volcanes y descendemos grutas mágicas. Gran Canaria, Gomera, Tenerife… “GUIRIGAI conquista La Laguna” dicen las crónicas guanches.

1988 cartel de LA PARRANDA, dirigida por Antonia Bueno

Y a la vuelta emprendemos un nuevo periplo escénico, ahora a través del vino, la lluvia, la sangre. “LA PARRANDA” nos empapa con sus húmedos humores. Una noche de borrachera vertiginosa, donde se desvelan los tabúes más sacrosantos de nuestra sociedad. Dionisos, la bacanal, la tragedia. Surcamos tabernas, prostíbulos con nuestros personajes… hasta arribar al corazón de América. Y desembarcando en Nueva York avistamos las propias entrañas de nuestra civilización: “The american dream”. En la isla del Hudson conocemos los mil infiernos que se esconden en el paraíso. ¿Hacia aquí es hacia donde se dirige nuestra civilización?… De nuevo en casa nos preguntamos: “¿No podemos intentar nuevos modelos de paraíso?”.

La Taganka, grupo mítico de Moscú, nos impacta con “La madre” de Gorki. Es el deshielo, la perestroika teatral.

 

11ª JORNADA. 1989

Este año no creamos nada nuevo. Viajamos a otros modelos de paraíso: Cuba y La URSS. Y descubrimos sus remiendos escénicos y sociales. Y empezamos a creer que Utopía es un reino que no pertenece a este mundo.

En nuestro país, también la Utopía de las promesas socialistas comienza a hacer agua. El PSOE pierde la alcaldía de Madrid. El PP se sienta en los sillones municipales.

Adolfo Marsillach toma posesión del INAEM, anunciando que no permanecerá mucho en el cargo… Todo parece transitorio, como el propio arte de Talía.

Antonia preparándose para "La Parranda", que ella misma dirigió.

Antonia preparándose para «La Parranda», que ella misma dirigió

12ª JORNADA. 1990

Tras una sonora polémica, fruto del pacto municipal CDS-PP, Pérez Puig toma las riendas del Teatro Español, que tardará lustros en soltar. Y un gran final de partida, el suicidio de José Luis Alonso, uno de los grandes directores de nuestra escena.

Acaba esta década, en la que han subido a nuestros escenarios más de 7.000 títulos, han surgido los Centros Dramáticos, las Asociaciones de Directores y de autores, la Unión de Actores, se han consolidado las Escuelas, los Festivales y los espacios teatrales. Los 80, que comenzaron apenas con un Centro Dramático y un Teatro Municipal, concluyen con 12 Teatros Públicos y un aumento considerable de presupuesto para la escena. Pero estas reformas son más de fachada que de cimientos. La casa del Teatro sigue obsoleta en su médula.

Cartel de "Perdidos enel Paraíso"

Cartel de «Perdidos enel Paraíso»

Nosotros pasamos a formar parte de las 14 compañías “concertadas” con el INAEM. ¿El compartir tal definición con La Fura del Baus, Comediants, La Cuadra o Els Joglars, significa que para el Ministerio de Cultura nos hemos hecho mayores?… “PERDIDOS EN EL PARAÍSO” es nuestra respuesta a las dudas. Una comedia de ciencia-ficción. El Gran Teatro del Mundo transplantado a una nave espacial. Juego de espejos y simulacros que se burla de la sacrosanta prosopopeya imperante. Y ve la luz un hermoso libro sobre “¡VIVA SAN MARTÍN!, su texto y el proceso de creación, editado en curiosa colaboración de dos Ministerios: Cultura y Agricultura…

Saliendo de Madrid hacia Leningrado, hoy San Petersburgo

Saliendo de Madrid hacia Leningrado, hoy San Petersburgo

Viajamos a los últimos estertores de la Unión Soviética y representamos “LA PARRANDA” en Leningrado. Una crítica dice que «es como comerse un suculento filete poco hecho».

13ª JORNADA. 1991

A pesar de todo, seguimos sintiéndonos solos en esta nueva década. Viajamos de nuevo al paraíso americano, visitando ahora universidades y sorprendiéndonos con la acogida de nuestra “PARRANDA” y con las gentes que allí encontramos. Y nos prometemos volver.

1991 Gira por la Costa Este de EEUU con LA PARRANDA

Y nos encontramos en nuestra patria con el I Festival Internacional de Teatro de Madrid y las salas alternativas, en Europa con el año Valle Inclán, y en el mundo con la guerra del Golfo. Sectores de la profesión estamos en contra, pero nuestras producciones siguen estando al margen. Entre la amnesia y la domesticación, nuestro teatro continúa sin reflejar esta sociedad en crisis. Los “programadores”, nuevo espécimen surgido al calor de la modernización, son los nuevos organizadores del territorio, los que dicen si un barco es recibido en los puertos escénicos o zozobra en la soledad de alta mar y se lo tragan las olas inmisericordes del olvido. Y como todo está empezando a estar organizado en “circuitos”, si uno no entra por estas dársenas, difícilmente puede arribar a la costa.

14ª JORNADA. 1992

1992 ELLA en La soledad del ángel

Ella en «La soledad del ángel»

 Año de conmemoraciones y olimpiadas: Sevilla, Barcelona, Madrid… En mitad de este exceso nace “LA SOLEDAD DEL ÁNGEL”, una sobria tragedia urbana. El decorado son las propias paredes del teatro. Queremos ir al meollo del drama, despojándolo de oropeles.

Pero esta desnudez no es bien acogida por los detentadores de la opinión. Hay que tener en cuenta que estamos en plenos fastos del 92 y poner en cuestión el despilfarro es una apostasía de primer orden. Muchos de nuestros colegas han conseguido una poltrona en la Expo y desde allí hacen y deshacen a su voluntad, dueños de pesetas y de sueños. En la inauguración, Albert Vidal se pasea en helicóptero, acompañado de la banda municipal de Sevilla y un ballet de excavadoras. Es el derroche entronizado.

Para nosotros, ajenos al dislate y sin ninguna miga en ese pastel, es un año novedoso. Creamos CIATA: Cursos Internacionales de las Artes Tradicionales del Actor. Ahora la travesía es inversa. Traemos a los maestros internacionales para beber de sus fuentes y compartir su sabiduría con nuestros colegas patrios. Llegan: El Teatro du Soleil, las danzas de Bali y la Comedia dell´Arte. Lamentablemente, el eco es escaso, hay demasiada prepotencia en nuestra profesión, cada uno se cree un genio, ¿para qué aprender de los maestros?…

15ª JORNADA. 1993

Comienza el declive de una política cultural que echó la casa por la ventana y ahora tiene que ahorrar para pagar las poltronas y comprarse una miserable banqueta donde colocar las posaderas. Es el declive de una época de oropeles. Ya están aquí las vacas flacas para la Cultura en general y por supuesto, para el Teatro, que siempre es la más fea del baile en el reparto de prebendas.

1993 Tarjeta En la ciudad soñada

Pero nosotros no estamos dispuestos a renunciar a los sueños escénicos. De ahí nace “EN LA CIUDAD SOÑADA”, un nuevo espectáculo de calle donde lo posible se realiza por arte de la magia teatral. Contra la desesperanza, la pasión. Y apasionadamente Brasil nos acoge en un hermoso periplo: Recife, Aracaju, Natal… Vientos cálidos que nos insuflan fuerzas para continuar adelante en nuestro frío territorio.

 

16ª JORNADA. 1994

Un nuevo curso de CIATA. Ahora traemos a Aspasía Papathanassíou, gran dama de la tragedia griega, que nos enseña el arte de la respiración y la presencia; y a Karunakaran Nair, maestro indio de Kathakali, que trae la belleza y precisión de la danza india. Experiencias imborrables que ya siempre nos acompañarán. Lamentablemente para nuestro panorama escénico, y a pesar de la amplia divulgación, disfrutamos nuevamente de estas pequeñas joyas en “petit comité”.

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Antonia con Aspasía Papathanassíou

Cumplimos 15 años y nos ponemos de largo para estrenar nuevo espectáculo: “LA CELESTINA”. La vieja alcahueta recorre, con su sabiduría centenaria, los escenarios patrios. Ahora las críticas son unánimemente favorables. Pero, a nosotros lo que realmente nos gusta es contemplar las caras y oír las risas de nuestros espectadores. Como botón de muestra, el comentario de un adolescente: “¡Qué alucine! ¡Esto es mucho más interesante que un vídeo!”

Antonia en el personaje de Celestina.

Antonia en el personaje de Celestina

Viajes a Alemania, Italia, Costa Rica, de nuevo Nueva York…

17ª JORNADA. 1995

El barco se llena de niños. “LA RISA DE LA LUNA” es nuestra respuesta escénica. Teatro en las escuelas, escolares en los teatros. Hermosa experiencia que nos abre nuevas rutas por navegar. Y soñamos con crear nuestra propia sala para los niños, donde hacer espectáculos, talleres, encuentros…

Mientras tanto, repetimos viajes trasatlánticos. El Festival de Caracas es una fiesta compartida, que nosotros clausuramos entre aplausos y abrazos. Seguimos estando “concertados” por el Ministerio de Cultura y continuamos “desconcertados” por la realidad teatral de nuestro país, que no acaba de normalizarse. A pesar de que el territorio comienza a estar plagado de teatros reconstruidos, en muchos casos el dinero se fue con los mármoles y las arañas del vestíbulo. Ahora tenemos bellos mausoleos en cuyos escenarios reina el silencio (por falta de presupuesto) o la arbitrariedad vacua del escaparate (por falta de criterios… o de escrúpulos).

18ª JORNADA. 1996

De nuevo Brasil. Paso más de medio año en ese maravilloso país. Allí entro en contacto con la espiritualidad sincrética brasileña. Escucho las imaginativas creaciones de los repentistas, visito «terreiros» de candomblé. Incluso en uno de los espectáculos donde se invoca a los dioses yorubas se producen fenómenos insólitos que rozan lo sobrenatural.

Comienzo en Enero, asistiendo a las JORNADAS MEDIEVALES SERGIPANAS.

Y vuelvo en dos ocasiones para llevar a cabo dos hermosas experiencias: “LA ÓPERA DEL MAIZ”, experiencia intercultural que comienza con unos talleres y acaba desembocando en un maravilloso espectáculo de máscaras, música, pirotecnia…

Taller de máscaras para "A Ópera do Milho"

Taller de máscaras para «A Ópera do Milho»

Y “EL REINO DESEADO” donde participamos navegantes escénicos españoles, portugueses y brasileños, convivencia de países, culturas, lenguas. Aprendemos del otro y disfrutamos el calor de la escena tropical. Y volvemos dispuestos a elevar la temperatura de nuestra escena ibérica…

"O Reino Desejado", coproducción conPortugal y Brasil.

Reina Nantes en «O Reino Desejado», coproducción con Portugal y Brasil

"O Reino Desejado"

«O Reino Desejado»

Pero aquí continúa el invierno. Llega el PP. Nuevas siglas para la Cultura y el Teatro. ¿Cambiará esto en algo las cartas de navegación?…

19ª JORNADA. 1997

Año difícil. Sigue haciendo frío en este territorio. Las calorías tropicales van disolviéndose nuevamente en la gélida indiferencia hispánica. Y, para calentarnos con los rescoldos, comenzamos la aventura de un Teatro para niños: el TEATRO DEL SOL. ¿Por qué no transformar nuestra nave industrial en una sala de sueños teatrales?1997 TEATRO DEL SOL

Pero éste y otros varios proyectos zozobran por la incompetencia de la burocracia teatral… Y, por qué no, por nuestro cansancio acumulado durante extenuantes travesías. Las deudas están a punto de hacer zozobrar el barco. Hay que achicar agua y reparar el casco. Nuestro barco resiste a duras penas los envites de la marejada. Para salir del atolladero nos exprimimos la sesera y decidimos crear un espectáculo pobre de medios y rico en imaginación. Se prepara el aniversario de aquel otro 98. Por asociación de ideas con nuestra propia situación surge: “¡MÁS SE PERDIÓ EN CUBA!”, la historia de los que perdieron un imperio, pero no perdieron las ganas de poner en solfa hasta sus propias desgracias.

A pesar de nuestros esfuerzos, el barco hace agua, demasiadas grietas para tan quebradiza embarcación, demasiado esfuerzo para achicar y carenar sin respiro.

"Más se perdió en Cuba"

«Más se perdió en Cuba»

20ª JORNADA. 1998

Última travesía en el navío de GUIRIGAI, que me lleva a visitar puertos internacionales en Portugal y en Estados Unidos.

Con gran pena abandono también la dársena, la nave industrial de Arganda convertida en teatro, donde quedan los trajes, las máscaras, los abalorios, las telas, los focos, los sueños… No abandono por cobardía, sino por desacuerdo con el otro capitán del barco. Desembarco prácticamente “con una mano detrás y otra delante” en una última actuación emblemática. El espectáculo: “¡MÁS SE PERDIÓ EN CUBA!”, el teatro: la sala IMPERDIBLE de Sevilla.

Pero pronto construiré una nueva nave teatral. Por lo pronto, ahora en solitario, preparo mi propia balsa con los frágiles troncos de la soledad, amarrados con la soga de la paciencia. ¿Adónde me llevarán las turbulentas aguas de nuestra escena?…

Continuar aprendiendo, ese es mi lema. Participo en talleres de dramaturgia y dirección. Y comienzo a escribir. Y más tarde a dirigir y, por supuesto, continúo actuando.

Siguen corriendo vientos racheados que hay que ir sorteando con perspicacia y tesón. Pero los caminos del mar escénico son tan inmensos, tan apasionante su exploración…

¡Sé que me esperan al menos otros 20 años de travesía!

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