CARGANDO

Escribir para buscar

Bitácora y apuntes

El Búnker de la Democracia Realmente Existente

Compartir

El búnker democrático

Fernando Bellón. Editor de Perinquiets -Libros

La democracia realmente existente en diversas naciones del planeta no es un ente sacrosanto, sino más bien un ídolo, un mito. Y aun considerándolo como el sistema más práctico relativamente participativo, con sus libertades de expresión, reunión y el habeas corpus, resulta estar en crisis permanente. Muy bien, pues en estos momentos de la historia moderna corre peligro de desmoronarse en su concepción más vulgar.

            Lo paradójico de semejante riesgo es que sus causantes son los fundamentalistas democráticos y los pilares del sistema, los partidos políticos convencionales, los sindicatos tradicionales, los poderes económicos y en especial todo esto representado por los gobiernos, el “Búnquer democrático”. Y por fin, lo más chocante es que todos esos zapadores registrados como democráticos se dedican a echar la culpa a la “extrema derecha”.

Sí, el Sistema, el Establecimiento, se está cargando la democracia realmente existente. Y tienen el cinismo de señalar como  responsable de su inepcia, su codicia, su desprecio al ciudadano y a las leyes a una caverna que rotulan “extrema derecha”.

Este fenómeno, muy intenso en España, se produce en la mayoría de las “democracias occidentales”. Quizá en Italia, no, porque allí la democracia formal subsiste, mientras que la canónica naufragó hace décadas. Pero obsérvese Francia, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Alemania el núcleo duro de Europa, y se descubrirá el mismo trabajo de zapa, aunque con síntomas encubiertos.

Pero ¿qué diantres es la “extrema derecha”, además de una etiqueta? El Diablo, el Infierno, la Hidra, el Mal, el tío del bigote.

En términos de teoría política, la extrema derecha es una formación política (o varias) que presenta el interés de la nación en la que actúa por encima de cualquier otro. En ese sentido, la extrema derecha no tiene nada de condenable. Todos los partidos democráticos (y no democráticos) sostienen la misma postura, con incoherencia. ¿Entonces?

Es que la extrema derecha actuará con violencia si se instala en el poder, e incluso lo pretenderá con la violencia, fuera de los procedimientos democráticos convencionales. ¿Y eso cómo lo saben los “buenos demócratas”? Dicen tener la prueba en el nazismo y en el fascismo. Es decir, mediante una deducción sin fundamento hacen equivaler a la extrema derecha presente a dos sistemas caducos. No tardarán en acusarles de pretender reinstaurar el Ancient Régime en Francia, en Italia, en Alemania, en Grecia mediante un golpe de estado. Ridícula fórmula de salvación.

El trabajo de destrucción de la democracia realmente existente en España por parte de los partidos mayoritarios y por la izquierda fundamentalista y difusa se observa estos días con descaradas evidencias. El PSOE renuncia al gobierno allí donde más falta hace, Cataluña y País Vasco, pacta con los que desean la destrucción de España, promueve leyes absurdas en la educación, en eso que llaman “género” y en tantas otras materias candentes. Y el Partido Popular va y envía a su nuevo y flamante líder a Cataluña a hablar con empresarios y prometerles que hará lo mismo que el PSOE en cuanto gobierne. Es de locos.

Pero no hay que alarmarse. La culpa del deterioro democrático la tiene Vox, igual que en Francia la culpa es de Agrupación Nacional. ¿Y en Hungría? ¡Horror! Allí ya están en el poder, Víctor Orbán acaba de revalidar por quinta vez su victoria… ¿democrática? ¡Qué va! Orban es un facha homófobo antieuropeo.

Eso es así porque el programa del partido de Orban, Fidesz, se opone a la uniformidad impuesta por Bruselas (léase la elite político económica centroeuropea), se resiste a cortar con Rusia el suministro de gas, porque le sale más barato, a desindustrializar el país, y no quiere saber nada de la ideología LGTB (es un machista es un homófobo), y ha conseguido “engañar” a los húngaros durante décadas. Porque todos los que votan a la ultraderecha o son idiotas o están equivocados. ¿Quién es más déspota? Los demócratas con pedigrí exhiben sus credenciales inmaculadas, y declaran que o piensas y votas igual que ellos o eres un facha. Así se empieza a desmoronar una democracia (realmente existente).

 

 

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Siguiente