El naranjo cortavientos de Louisiana
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La Botánica de Rafael Escrig (43)

Aquí estoy con mi grupo de amigos, en plena clase de Botánica de Campo. El lugar, la Alameda de Valencia. El árbol bajo cuya copa explico, un Naranjo de Luisiana cuyo nombre científico es “Maclura pomifera”. Se trata de una Morácea con grandes espinas y llamativos frutos (como naranjas) que llegan a pesar hasta 250 gr. Es interesante que me detenga a hablar sobre esta especie por diversos motivos: porque es una especie muy rara en parques y jardines europeos, porque es el único ejemplar que tenemos en Valencia, si exceptuamos otro, más joven, que hay en el Jardín Botánico de la Universidad y, porque como especie, tiene una curiosa historia que comienza en los EE.UU.

El origen de esta historia fue la llegada de los colonos y del ferrocarril al centro y al oeste americano lo que favoreció la rápida desaparición de los bisontes y la transformación de las Grandes Praderas en cultivos. Más tarde, estos cambios fueron creando un desequilibrio climático de grandes dimensiones; el viento del norte entraba desde Canadá y llegaba hasta Texas formando tales tormentas de arena que arruinaban todas las cosechas a su paso, con lo que el despoblamiento y el hambre se apoderaron de todo el centro del país. En un intento de paliar el problema, agravado en gran medida por la Gran Depresión que ya sufrían, bajo el mandato del presidente F. D. Roosevelt, se inició en 1934 un ambicioso plan para modificar el clima y prevenir la galopante erosión del suelo, para ello se empleó la “Maclura pomífera” como corta vientos. En 1942 ya se habían plantado 220 millones de estos árboles a lo largo de 30.233 cinturones de protección, más conocidos como barreras verdes.
