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Cultura y comunicación

La batalla del Ebro cumple 80 años

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«Ebro 1938. La Batalla». Un gran museo histórico en Fayón

Una de las muestras del Museo de Fayón

Una de las muestras del Museo de Fayón

Texto y fotos Gaspar Oliver

Entre el 25 de julio y el 16 de noviembre de 1938 tuvo lugar la Batalla del Ebro. Las tropas republicanas cruzaron el río entre Mequinenza (Zaragoza) y Amposta (Tarragona), y se mantuvieron en la orilla sur, hasta ese momento en manos de los sublevados franquistas. Aguantaron más en algunos puntos que en otros, pero Franco concentró tropas y se sirvió a mansalva de su superioridad en aviación y artillería, hasta que los últimos soldados republicanos se retiraron en Flix (Tarragona), dando por perdido el Ebro y la batalla, que se hizo famosa en las academias militares y en el folklore español e internacional.

200.000 hombres (la mayoría militares), pero también mujeres y niños sufrieron directa e indirectamente la ferocidad de la guerra en esos tres meses y medio. Perdieron la vida veinte mil soldados de los dos bandos. Hubo más de sesenta mil heridos. Y veinticinco mil fueron hechos prisioneros.

Trincheras republicanas frente al Ebro a su paso por Fayón. Forman parte del escenario para la recreación anual de la batalla.

Trincheras republicanas frente al Ebro a su paso por Fayón. Forman parte del escenario para la recreación anual de la batalla.

Se han escrito cientos de estudios y decenas de libros sobre la batalla. Se han hecho películas, documentales, se han recuperado fotografías. Décadas después se empezaron a hacer a lo largo del Ebro recreaciones y jornadas conmemorativas. En cada localidad afectada por los combates hay museos, monumentos, aunque ya ningún sobreviviente, a parte de los muy niños entonces y hoy abuelitos nonagenarios.

Puesto que el campo de batalla se extendió en su mayoría por territorio catalán, es en Amposta, Tortosa, Cherta, Miravet, Flix, Mora de Ebro, García (sí, hay un pueblo en Tarragona llamado García, a pocos kilómetros de otro llamado La Torre de l’Espanyol), Gandesa, Corbera de Ebro, Ascó, Flix y Ribarroja de Ebro donde se está celebrando el aniversario con mayor empeño y relieve.  Jornadas universitarias y populares, recreaciones, paseos y excursiones se suceden desde julio y llegarán a mediados de noviembre.

El pueblo de Corbera d'Ebre quedó destruido, y hubo que reconstruir una nuevo.

El pueblo de Corbera d’Ebre quedó destruido, y hubo que construir uno nuevo.

La cuña aragonesa de la batalla se sitúa al norte, entre Mequinenza y Fayón. Algo poco conocido es que en esa comarca del Bajo Aragón se habla catalán. También se enseña opcionalmente en las escuelas, junto al español, y nadie se avergüenza ni estigmatiza ninguna de las dos lenguas.

La moda turística ha dado en llamar a esa parte del río el «Mar de Aragón», porque su amplio caudal da para organizar  deportes náuticos, y recrear playas y marinas. Fayón (Faió) es un pueblecito flamante, de nueva factura, porque el antiguo, construido sobre una de las orillas en pendiente del Ebro, quedó anegado tras la inauguración de la presa de Ribarroja. Los enfrentamientos allí fueron encarnizados, porque la 42 división republicana estableció en él una cabeza de puente.

Las tropas franquists disponían de una artillería y una aviación italo-alemanas superiores al ejercito republicano.

Las tropas franquistas disponían de una artillería y una aviación italo-alemanas superiores al ejercito republicano. Miguel Ferragut ante una de las piezas más valiosas, que han reconstruido con meticulosidad.

Los campos de Fayón quedaron sembrados de chatarra, metralla, cadáveres y heridos. Todavía se encuentran huesos de seres humanos que perdieron la vida en la lucha. Pero lo más sorprendente de Fayón en relación con la Guerra Civil es su museo FAYÓN, EBRO 1938 LA BATALLA. Es obra de dos vecinos, José Payás y Miguel Ferragut, y como los héroes de la batalla del Ebro, lo han levantado a fuerza de voluntad y de entusiasmo, distanciados del sectarismo habitual en estas circunstancias históricas que enturbian la memoria de los pueblos.

Explican en la página Web del Museo

Fruto de las inquietudes que sobre el tema de la batalla del Ebro teníamos dos vecinos de Fayón que desde siempre nos habíamos preocupado de coleccionar todo lo relacionado con la batalla y de ir recuperando e investigando los hechos históricos que tuvieron lugar en Fayón en el verano de 1938. Nos reunimos con el ayuntamiento proponiendo a su alcalde la creación de una exposición temporal (verano de 2007) para que los vecinos y todo aquel interesado en su historia, pudiera ver el material que habíamos reunido entre los dos amigos, Jose Payas y Miguel Ferragut, y si ello gustaba (de lo que no dudábamos en absoluto) fuera un embrión de un futuro museo de la guerra civil, y la batalla del Ebro en particular.

Fotografía mural de uno de los puentes destruidos durante la batalla.

Fotografía mural de uno de los puentes destruidos durante la batalla.

En aquel primer verano de 2007, y en un local cedido por el ayuntamiento, conseguimos que vinieran a visitarlo mas de 1000 personas y eso que el local tenía apenas 70 m2, y parecía más un almacén de materiales que una exposición.

Dado el éxito obtenido, el ayuntamiento empezó a moverse tratando de conseguir un local y un espacio mas amplio y mejor dotado para el futuro museo. Se trato de alquilar los bajos y patio colindante a la sala de exposiciones inicial, pero después de un par de años de gestiones, no pudo llevarse a cabo, y ello a pesar de haber ya confeccionado un proyecto para el futuro museo.

Después de sucesivas prorrogas en la exposición inicial, llegamos a primeros de 2011 en que se nos propone por parte municipal, el cedernos el local donde se ubicaba antiguamente la fábrica textil, y allí poder tener el futuro museo. Y nos lanzamos a diseñar lo que sería el futuro espacio museístico Fayón Ebro 1938, la batalla.

Miguel ilustrando a unos visitantes. Foto JABM

Miguel ilustrando a unos visitantes. Foto JABM

Por parte de los socios y nuestros colaboradores, nos hemos volcado para hacer un espacio museístico diferente a los que se han ido creando por la zona de la Batalla del Ebro.

En Catalunya, pusimos toda nuestra voluntad y todos nuestros recursos, pero llegamos a un momento en que si no recibíamos ayuda económica urgente, no podíamos concluir nuestro sueño, y allí entró la Comarca que con el plan de Dinamización del Producto Turístico nos destino una subvención con la que pudimos dotar de mobiliario, maniquíes, equipo informático y audiovisual, y junto a los recursos del Ayuntamiento junto con la Diputación de Zaragoza, dieron el impulso final a la terminación e inauguración del museo.

El acto inaugural, se celebro el 13.7.2012.

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Armas y bandera de una sección de Falange.

No hay nada de autopropaganda en estas palabras. Se trata de uno de los mejores museos de historia militar de España, y posiblemente de Europa. ¡Y está en un pueblo remoto, gestionado por dos vecinos sin titulación universitaria, ni falta que hace! También han constituido con sus esposas una Asociación Cultural que cuenta con 181 socios, colaboradores y voluntarios.

La torre de la antigua iglesia de Fayón, sumergida su iglesia y el resto del pueblo en el Ebro.

La torre de la antigua iglesia de Fayón, sumergida su iglesia y el resto del pueblo en el Ebro.

Merece la pena visitar la página web, que ofrece una idea aproximada pero completa del inmenso espacio organizado con un orden muy pedagógico y un sentido estético formidable. Pero sobretodo, merece la pena una visita a la localidad, a las orillas del Ebro, a las trincheras reconstruidas en las que se recrea cada año la batalla, al embarcadero que cruza el río hacia Cataluña, y de paso a las localidades de la comarca, desde Mequinenza, con su castillo, a Caspe con el suyo, donde se firmó el Compromiso que colocó en el reino de Aragón (que incluía el Principado de Cataluña) a Fernando de Antequera, un Trastámara castellano, y Fabara, con su arco romano, o Escatrón y su monasterio de Rueda.

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