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Cultura y comunicación

Salud Alcover y Vicent Mifsud hablan sobre los EREs en RTVV

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«El primero fue un experimento fallido»

 

La bajada de audiencia era una de las excusas que necesitaban para justificar el expediente de regulación de empleo

Los dos ERES que han acabado con RTVV no son solo efecto de la incompetencia de sus penúltimos directivos o un acto de soberbia demente del gobierno actual de la Generalitat Valenciana. Salud Alcover y Vicent Mifsuz, cabezas visibles del Comité de Empresa, sostienen que la aplicación del primer Expediente de Regulación de Empleo fue un acto preparado con deliberación y alevosía por el Partido Popular, para utilizarlo como primer experimento de la nueva Ley de Empleo. La reforma laboral de 2012 rebajaba a la mitad las indemnizaciones por despido, y recortaba cláusulas favorables a los trabajadores. De haber salido bien el experimento y bendecido luego por la justicia laboral, sostienen Salud y Vicent, el Partido Popular habría proseguido con la privatización de todos los sectores públicos a su alcance. La sentencia anulando el ERE, dicen Salud y Vicent, es la consecuencia de la resistencia y las acciones cívicas de los trabajadores. La reacción de los ciudadanos, con una manifestación masiva en la ciudad de Valencia, y multitud de actividades de apoyo social y político a RTVV a lo largo y ancho de la Comunidad Valenciana, han sido advertencias contundentes que han conducido al fracaso de la estrategia privatizadora. Acciones similares en Madrid han impedido el desmantelamiento de la sanidad pública de aquella región.

Según el plan previsto por la Generalitat Valenciana, RTVV cerrará definitivamente en junio de 2015. Pero antes se realizarán las elecciones locales y autonómicas, que pueden o bien interrumpir el proceso o bien dar lugar a una nueva RTVV.

Salud Alcover y  Vicent Mifsuz han hablado para Agro i Cultura-Perinquiets sobre los antecedentes de la destrucción de RTVV, su desarrollo y sus repercusiones en la actualidad política y ciudadana en la CV

Una conversación con Fernando Bellón.

Asamblea de trabajadores de RTVV en el salón de actos de la facultad de Filosofía de Valencia. Las fotos han sido extraídas del blog Mil de 9

Asamblea de trabajadores de RTVV en el salón de actos de la facultad de Filosofía de Valencia. Las fotos han sido extraídas del blog Mil de 9

Salud. Esto solo podía acabar de dos maneras, mal o fatal. Yo personalmente estoy muy contenta de cómo ha funcionado el comité de empresa. Mucho trabajo, bien hecho, mirando los intereses del conjunto de los trabajadores, algo complicado en estas circunstancias.

Vicent. Sobre todo la imagen que hemos dado fuera es de un grupo compacto. Eso implica muchas reuniones previas para elaborar un mensaje unitario al exterior.

Habéis desarrollado un trabajo agotador.

Vicent. Cuando te toca una cosa de estas, que tampoco es algo normal, se asume la excepcionalidad. Por un lado es mucho trabajo, pero es que han sido dos Eres en poco tiempo, no es normal. Se ha cerrado la empresa, y hay una connotación política que te obliga a trabajar más de lo que sería razonable. Pero también ha habido mucho apoyo de compañeros.

¿Teníais experiencia sindical previa?

Vicent. Yo, mucha. Yo entré en Radio Nacional de España en 1989, y automáticamente me afilié a CCOO. Era poco después de la huelga general. Enseguida me presenté a las elecciones sindicales, y estuve en el comité de empresa de RNE en Valencia. Me echaron en un Ere en el 92, y después entré en Ràdio 9; y creo que estoy en el comité de RTVV desde 1998, aunque no en primera línea como ahora.

Salud. Yo era afiliada de la Intersindical. Y en el Comité es mi segunda “legislatura” – que no vamos a acabar. Antes estuve en el primer Comité de Redacción de Ràdio 9. No es la experiencia de Vicent, pero sí un inicio. Ahora, lo que hemos hecho aquí es un verdadero máster. Es una situación tan anormal, que no debe haber muchos comités de empresa que vivan situaciones tan extremas como la que hemos vivido. Son experiencias que nos llevamos, como personas y como trabajadores.

Vicent. En algunas empresas en reconversión industrial ha habido situaciones tan duras o más que la que hemos vivido. Pero sí ha sido un máster en descubrir una nueva realidad. Porque la reforma laboral se había aprobado en 2012, y nosotros éramos un experimento de echar a gente del sector público, que antes no se podía hacer; todo era nuevo. Ibas experimentando y aprendiendo. No había ni jurisprudencia ni doctrina sobre lo que se tenía que hacer. Íbamos descubriendo al mismo tiempo lo que los abogados de la empresa y los nuestros experimentaban.

Salud. Tengo una anécdota muy curiosa. En una de las manifestaciones más masivas contra el cierre de RTVV, vino a hablar conmigo el que fue presidente del comité de empresa de Altos Hornos del Mediterráneo, una persona afiliada, antes de jubilarse, a CCOO. Me dijo que habíamos hecho un trabajo fantástico, y que sabía lo mal lo estábamos pasando, porque él había pasado por lo mismo. Fue una especie de aparición, porque enseguida se fue. Pero me supo muy bien. Fue una muestra de apoyo que me llenó de ilusión, que agradecí mucho.

El caso de RTVV ha sido emblemático. Ha producido la unión, quizá efímera, de una sociedad muy fracturada, como la valenciana.

Vicent. Yo creo que esa reacción popular nos sorprendió a todos. Grupos de la izquierda y nacionalistas que habían maltratado bastante nuestra empresa, la tele y la radio; personas que luego se reconciliaron a través de la lucha de los trabajadores. Pero no me sorprendió tanto esa presencia transversal. Quiero decir que el número de personas sí me sorprendió, porque los que la acababan de cerrar pensaron “ahora la izquierda nos aplaudirá”. Pero esa transversalidad no me extrañaba, porque siempre he tenido la sensación de que la gente de los pueblos decían de Canal 9 y Ràdio 9: “No hacen lo que deberían de hacer, pero al menos cuentan cosas de nosotros”. O “es la nuestra y no nos gusta que nos la quiten”. Es la sensación de “no tenemos que ser menos que otros”; era muy transversal. Y hay gente que puede haber votado al PP y que puede sentirse de derechas cultural y políticamente, pero que estaba contenta de ver el reflejo de su pueblo en la radio televisión pública. Y han sentido su pérdida como algo importante.

Salud. Es como si la sociedad valenciana hubiera dicho que, quizá el contenido de RTVV no siempre le gustaba, pero el continente era suyo y quería que continuara siendo suyo. Una televisión y una radio que hablara en valenciano y de lo que nos pasa a los valencianos. Si no dominas el lenguaje no dominas la realidad, no existes. El mismo Fabra creo que no se esperaba esa reacción. Es una pérdida muy importante de autogobierno, de autonomía, y tengo la sensación de que la sociedad valenciana estuviera despertando después de mucho tiempo. Las encuestas dicen que se va a producir un cambio electoral, ya lo dirán las urnas. Pero sí que hay un punto sin retorno en el que la sociedad valenciana exige al gobierno una serie de cosas que evidentemente no se están atendiendo. El tema de la corrupción, de la gestión económica, la falta de fomento de nuestra identidad y nuestra lengua. Todo eso está ahí. Y la RTVV que debería de ser, no la que fue, es algo que los valencianos quieren y lo están diciendo con claridad.

¿Por qué dos Eres tan mal hechos?

Vicent. Hay que diferenciar dos periodos en la gestión de RTVV. En la etapa socialista no se tuvo el valor de apostar bien. Se buscaba llegar a un público amplio, pero partiendo del prejuicio de que si se hacía un producto en valenciano tendría que ser de un nivel, una calidad menor que si se hiciera en castellano, porque nos dirigíamos a gente de pueblo… No se daban cuenta de que en los pueblos había gente que hablaba valenciano, y tenía la misma cultura y educación que cuando hablaban castellano. Ese fue un error de base. Se puso mucho interés de mirar con suspicacia, “qué dirán de nosotros los de la derecha”. Procuraron comportarse de modo que no les criticaran mucho, que RTVV no fuera un nido de polémicas.

Luego, con el PP llego la intención de privatizarla. No se creía en la televisión pública más allá de utilizarla como propaganda electoral. Primero lo intentó Zaplana. Como no le salió, cambió el modelo de financiación, para poder endeudarla. Y a partir de ahí, Camps aprovechó la circunstancia para multiplicar la deuda, trasladando a RTVV deuda en la que no podía incurrir la Generalitat con las empresas públicas. RTVV era la que mayor presupuesto tenía, y la que más se podía endeudar. Pero sobre todo la veían como un instrumento político para su propaganda, y no como un instrumento de servicio público.

Salud. Sí, es preciso distinguir las dos épocas. Comparto la lectura de Vicent. Yo habría hecho en la época socialista una radiotelevisión íntegramente en valenciano y mucho más ambiciosa, nada parecido a lo que hemos vivido. Creo que a parte de la voluntad posterior de privatizar, ha habido una voluntad de saquear directamente las arcas públicas. Lo estamos viendo en los casos judiciales. El ejemplo más llamativo es Pedro García. Desde que se ha levantado el secreto sumarial del caso Gurtel, asistimos de una manera pasmosa y vergonzosa al espectáculo de cómo un señor llamado Pedro García dirigió RTVV con el propósito de saquearla, sin ningún otro propósito. Cuando pones a delincuentes a dirigir una empresa no puedes esperar que no cometan delitos. Esa gestión económica, informativa, de utilización propagandística de la radio y la televisión y de utilización de la empresa en beneficio propio, nos ha llevado a la ruina económica y al descrédito social entre los ciudadanos.

¿Se hicieron mal las cosas a propósito para arruinar RTVV y tener una excusa para cerrarla?

Vicent. En algunas etapas como la de Pedro García se decían, si tenemos programación y presupuesto, podemos favorecer a nuestros amigos. Se produce un cambio a partir de 2009-10, cuando se ve la posibilidad de que el Partido Popular llegue al poder en el ámbito estatal, y se pueda hacer una ley que permita privatizar las televisiones públicas. Entonces quieren echar a mucha plantilla. Y en la gestión de López Jaraba se observa una voluntad de modificar la programación para que se pierda audiencia. Esto no es una suposición, es una certeza. Porque hay programas como L’Alquería Blanca, de máxima audiencia, que se suspende. La bajada de audiencia era una de las excusas que necesitaban para justificar el expediente de regulación de empleo. En los meses previos a aplicar el Ere, nosotros lo vimos y defendimos esa tesis en la negociación del primer expediente de regulación y ante los tribunales. Hay una intención de quitar los programas que dan audiencia y bajar la calidad de la programación. Es un experimento que, en cierta medida, está repitiéndose ahora en RTVE. La caída de audiencia de TVE es en picado. Pasa del 17 por ciento hace unos años, al 9,5. Además hay otra cuestión: cuando niegas la pluralidad, vetas a determinados sectores sociales, consigues que la gente te abandone. En la época de López Jaraba, durante el año y algo previo al expediente de regulación había una intención de bajar la audiencia para crear el marco económico que justificara echarnos.

Salud. La cuestión es que esta empresa está llena de personajes funestos que desgraciadamente han marcado hitos en la destrucción de RTVV. José López Jaraba, director funesto. Pedro García, Vicente Sanz… todas las personas que han dirigido la empresa en los últimos años la han llevado a una situación que hace pensar que lo han hecho mal a posta. Yo no lo tengo claro, pero lo parece.

Vicent. En relación con la gestión del primer Ere, que fue rechazado por la magistratura laboral, yo no creo que estuviera mal hecho, porque admitir eso resta mérito a los sindicatos. Yo creo que se estaba experimentando una reforma laboral que llevaba pocos meses en vigor. Era la primera vez que se podía echar a gente del sector público por razones económicas. El despacho de abogados de Garrigues, que negoció el primer ere, estaba experimentando. Su idea era, “si este experimento en la radiotelevisión pública valenciana sale bien, seguimos con otro sectores”. Tenían en perspectiva privatizar la sanidad madrileña. Se trataba de echar a la calle a trabajadores públicos al coste más bajo, con una anualidad máximo de indemnización; se les abría una puerta para privatizar a precio de saldo todo el sector público: sanidad, educación… agarrándose al artículo 135 de la Constitución, modificado en su día, que obliga a controlar el déficit, argumentando razones económicas que antes no podían usar en el sector público.

Total, que han estado experimentando con nosotros, con la esperanza de que les saliera bien. Pero esta estrategia de echar a cuantos más mejor choca, a la hora de la aplicación del ere, con intereses de los directivos y del Partido Popular de salvar a personas que ellos habían situado en la empresa. Ahí es donde se produce parte del error. Pero no es que lo hubieran hecho mal a propósito ni por falta de capacidad. Insisto, por un lado estaban experimentando con la nueva reforma laboral confiando en tener éxito, y luego, la aplicación del ere choca con las voluntades de personajes del PP de salvar a sus amigos, y también de desafectar del ere a algunas personas que estaban próximas a la dirección.

Salud. El abogado de Garrigues lo dijo explícitamente: “estamos innovando”. Efectivamente estaban probando la reforma laboral, y pensaban que tenían carta blanca. Pero después, los tribunales han ido acotando la reforma laboral. De hecho, Rajoy ha pegado un par de apretones más en vista de que los tribunales han ido reconduciéndola hacia donde él no quería. En este sentido, pensaban que podían hacer lo que les diera la gana. Es la sensación que tengo.

Pero también creo que hay incompetencia. Y si no hay incompetencia, es como si hubiera diversos PP valencianos. No sé si es un proceso de descomposición interna del PP, no lo sé, o que no se sabe muy bien quién manda… Es como si alguien diera una orden, y de inmediato se diera la contraorden. Esto produce que el barco vaya dando bandazos, en oscilaciones constantes que influyen sobre la gestión de la empresa y el Ere. Los tribunales dicen que la ejecución del Ere fue lamentable, en parte por la voluntad del PP de salvar a determinadas personas, pero también porque se iban modificando cuestiones sobre la marcha, en función de no sé qué criterios, órdenes y contraórdenes de la propia Generalitat. Lo sorprendente es que después de haberse declarado nulo el Ere, nadie ha sumido ninguna responsabilidad. En un expediente de esta envergadura, con una vulneración de derechos fundamentales, alguien tenía que haber salido para decir, “o he hecho yo, y asumo mi responsabilidad”.

¿Qué papel ha cumplido Rosa Vidal en este proceso?

Vicent. Sobre eso hay diversidad de opiniones. La mía es que no estaba programado. Hay una persona que llega allí, y creo que es una persona que se cree que puede dirigir una televisión y una radio de forma autónoma, simplemente se lo cree. También hay un punto yo diría que de vanidad, “voy a demostrar que ahí donde otros han fracasado en la gestión económica, voy a salir adelante y a llevar esta empresa como una seda, ahora que estamos profesionales de la gestión, lo vamos a hacer bien”. Creo que se juntan estas dos cosas: la convicción de que “puedo ser independiente y no me voy a dejar influenciar en los seis años de mi mandato”, y la otra, “ahora demostraré que tengo capacidad y triunfaré ahí donde los otros no han sabido llevar esta empresa”. Posiblemente peca de ingenuidad al considerar que podía ser independiente, y de vanidad al considerar que podía ir hacia delante sin el apoyo de la Generalitat. Tengo la sensación de que ella adquiere conciencia nada más entrar de que sin salvar a un grupo de personas que se había decidido despedir, la empresa no es viable, y los retiene no para que el Ere salga mal, sino porque tiene voluntad de que la empresa continúe. Y luego, se lleva el palo de que la Generalitat le echa encima el muerto, la responsabilidad de la historia. No estoy rompiendo una lanza por nadie, pero creo que no es determinante en la revocación de Ere el caso de la gente que ella salva, porque se habían producido otras irregularidades y se había salvado a gente desde el primer momento, no por necesidades productivas, sino en el caso de la época de Jaraba y Alejandro Reig, por afinidad con el Partido Popular o por afinidad con las direcciones de la radio y de la televisión.

Salud. Básicamente estoy de acuerdo con Vicent. Ella no hace nada aposta contra el Ere. No es consciente de que trabaja para un gobierno valenciano que no está dispuesto a dejar manos libres a una empresa que siempre ha estado bajo su control. Antes comentaba que tengo la sensación de que hay varios PPs valencianos. Así que, yo creo que Rosa Vidal por un lado, y el gobierno de la Generalitat por otro son diversos PPs. Es un choque de trenes con ese resultado.

¿La negociación del segundo Ere se hizo aplicando la lección aprendida en el primero?

Vicent. Por nuestra parte no hay cambios, nuestra posición era la misma. La diferencia es el escenario que se genera. En el primer Ere teníamos una empresa en funcionamiento, que quería echar al 80 por ciento de la plantilla, y quedarse con los que ella ha elegido mantener; y en el segundo escenario, la empresa ya ha cerrado la emisión. Otro cambio en el segundo es la voluntad de ellos de negociar, algo que no existía en el primero.

Esto es así porque llegan a la conclusión de que les interesa un acuerdo. La idea puede ser: “aquí hay unos profesionales que estaban defendiendo el servicio público, pero que lo que querían de verdad eran indemnizaciones. Ya se les han pasado las ganas”. Cosa falsa, porque nosotros todavía continuamos haciendo movilizaciones reivindicando el servicio público, porque creemos en él, creemos que los valencianos necesitan una radio televisión pública en valenciano. Mienten cuando dicen, “mira, ahora sí quieren negociar y se avienen a cosas. Han llegado a un acuerdo porque tenían ganas de coger dinero”. No es cierto. El escenario de negociación había cambiado. Durante la primera parte de la negociación intentamos plantear vías para reabrir la radio y la televisión con una plantilla reducida, queríamos que la Generalitat cambiara de actitud, igual que se ha hecho con el Palau de les Arts, donde se ha modificado el marco legislativo. No quisieron entrar ahí, y por tanto el único escenario que nos quedaba era negociar en qué condiciones quedábamos los trabajadores. El resultado no ha sido satisfactorio, pero aceptable para el drama que se produce al echar a la calle a mil setecientas personas.

Salud. Yo creo que en este segundo ere ellos tenían la voluntad de llegar a un acuerdo, algo que no ocurrió en el primero. Lo dice la sentencia. Ellos aprendieron de eso, y se sentaron con la voluntad de llegar a un acuerdo, quizá porque la Generalitat no se podía permitir otro batacazo en los tribunales si acaba allí. En esa perspectiva yo estoy contenta del trabajo que se ha hecho en el Comité de Empresa en los dos Eres. Hemos hecho un trabajo muy digno en defensa de los trabajadores de esta casa. Es cierto que ningún miembro del Comité está contento con la situación. Es muy difícil negociar las condiciones de despido de toda la plantilla de una empresa en la que creíamos y seguimos creyendo. Lo que hemos hecho ha sido buscar las condiciones más dignas para los trabajadores. Es un final duro, amargo, pero es el que han votado los trabajadores en referéndum. Pero continuaremos trabajando por una radio televisión pública.

¿Qué modelo de RTVV pública os parece más adecuado si vuelve a abrirse?

Vicent. Para mí hay tres cuestiones: no ha de ser una televisión de partido, no ha de ser un instrumento de gobierno, y tiene que tener, como mínimo, unos gestores honrados. Con eso me conformaría. Son condiciones difíciles, sí. Y voy a arriesgarme a decir algo que sonará impopular: algunas de esas condiciones se daban en el equipo de Rosa Vidal, aunque también había defectos muy gordos. Era una base para empezar a caminar en una buena dirección. Posiblemente, por esa misma cuestión, cuando se dieron cuenta que se dirigía un poco por el camino de la pluralidad, le dieron un hachazo y la decapitaron. Es la sensación que tengo. En resumen, las condiciones para una radio televisión pública son pluralidad, separación del gobierno y buena gestión, honrada y profesional.

Salud. Coincido con Vicent. Pluralidad es que todos los valencianos se puedan sentir reflejados en esa radio televisión, gestores honrados imprescindibles, y añadiría valenciana y en valenciano. Esta empresa tiene una razón de ser muy grande en la lengua, apuesto por una radio televisión íntegramente en valenciano. En eso no tenemos competencia, no es solo una decisión de servicio público y político, una decisión rentable económicamente. Creo que la sociedad valenciana está preparadísima para una radio televisión íntegramente en valenciano. Y cuando digo una radio televisión valenciana quiero decir que refleje y estimule y fomente lo que somos los valencianos, en los informativos, en los programas, en el deporte, en la cultura. Algo que gira en torno a una visión cosmopolita, los valencianos no somos marcianos, vivimos en el mundo, queremos vivir en el mundo, queremos saber qué pasa en Nueva York o en Malasia o en Tombuctú, queremos escuchar cómo viven los habitantes de otras zonas del planeta, pero sobre todo queremos sentirnos reflejados en este espejo que ha de ser una radio televisión pública.

Yo tengo la convicción moral, el presentimiento, la intuición de que volverá. Llegará el momento en que los valencianos miraremos atrás, y recordaremos este año y pico o dos años sin televisión pública entre unas cosas y otras. Nos parecerá increíble. El peligro es que todo esto cueste un potosí, no sólo los intereses laborales, sino otros frentes de la gestión de la empresa. Cerrarla será carísimo. Y una vez cerrada se volverá a abrir. Estas decisiones son inconcebibles desde cualquier punto de vista, ya sea económico, político, lingüístico, cultural… se ha acabado con una industria audiovisual, se ha acabado con un medio de comunicación de fomento de la lengua, se ha acabado con mil setecientos puestos de trabajo, se ha acabado con tantas cosas… Y a lo mejor no vale para nada. Cierro los ojos y deseo que dentro de año y pico tengamos una televisión pública en valenciano y de calidad. Lo hemos dicho tantas veces que espero que se haga realidad. Yo recuerdo que la primera vez que vi Canal 9 en mi casa, siendo estudiante de periodismo, fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Era una televisión que hablaba como yo, en valenciano. Cuando eso vuelva a pasar, si pasa, estaré delante de la televisión y escuchando la radio, y volveré a llorar. Como ciudadana valenciana y como periodista deseo que eso vuelva, y que nunca más nadie vuelva a pensar que los valencianos podemos vivir sin un medio de comunicación que hable nuestra lengua.

 

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