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Cultura y comunicación

Una conversación con España: Luís García Berlanga

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Apuntes para un thriller austrohúngaro

El centenario de Luis García Berlanga ha culminado en un acto digno de él y de su memoria. En la Filmoteca Valenciana (el jueves 24 de febrero del año en curso) se ha conmemorado la efeméride mediante un diálogo de tres autoridades de la Cultura-Cultureta valenciana: José Cano Peral, director de cine, realizador de televisión, doctor cirujano y austrohúngaro (casi, porque estudió cine en Múnich), Miguel Ángel Villena, periodista, aventurero pacífico en Bosnia Herzegovina, escritor, hombre de proverbial sensatez y austrohúngaro puesto que pasó un año en Sarajevo, y Joan Álvarez, periodista, ensayista, gestor cultural, diplomático y por lo tanto austrohúngaro.

Se proyectó el documental “Una conversación con España: Luis García Berlanga”, que Pepe Cano realizó en 1983.

Ha sido una iniciativa del Comisionado para el Año Berlanga de l’Ajuntament de València, cuya producción ejecutiva está a cargo de la empresa valenciana de proyectos culturales Ruta360.

A continuación se cuenta cómo se gestó, se parió y se perdió el documental, y el largo proceso de recuperación, gracias a los almacenes oscuros de varias filmotecas y de un ministerio del gobierno de España.

Al final, el lector interesado encontrará una entrevista esclarecedora con Pepe Cano.

Múnich, capital de Baviera, 1983. Corinne Hermès ganaba el Festival de Eurovisión en representación de Luxemburgo. Sonaba Si la vie est cadeau, y José Cano Peral realizaba un documental como ejercicio académico, el primero de sus estudios en la Escuela de Cine y Televisión de Múnich. Cano Peral recogía testimonios de Luis García Berlanga, en los que el cineasta valenciano habla de su cine, de su trato con los actores, de la vida.

El documental también incorpora conversaciones con personalidades como J.A. Bardem, E. Quintillá, F. Fernán Gómez, D. Galán, M. Fraga Iribarne, R. Muñoz Suay, J. M. García Escudero, V. Molina Foix, A. Guerra, R. Arango, y Pin Morales. El coro departe de Berlanga, de su relación con el cineasta, de cine, y un poco de todo. Material sustancioso para una película que camina hacia adelante de forma natural. Una película desaparecida…

Y es que la película tiene una historia. La historia de una película sobre Berlanga que se daba por perdida y fue hallada en un cajón.

Aquel material filmado tomó la forma de un documental en toda regla, un atestado que se dio en llamar “Una conversación con España: Luis García Berlanga” dirigida por Cano Peral y producida por la Hochschule für Fernsehen und Film-Munich (HFF), con la colaboración de la University of Southern-California, Diputación de Valencia y Generalitat Valenciana. Fue el Prof. Dr. Wolfgang Laensgsfeld, director de la escuela, el que decidió aprobar el proyecto y el presupuesto para que se realizara el trabajo. Uli Limmer actuaría de director de producción de la HFF.

“Una conversación con España: Luis García Berlanga” se vio en distintos lugares del mundo pero sólo se proyectó en una ocasión en la ciudad natal de ambos cineastas. Concretamente, en la quinta edición de Mostra de València-Cinema del Mediterrani, en 1984. El estreno fue el día 5 de octubre, a las 16.30 horas, en el Cine Martí, y dos pases más, en los Martí, y otro en Cinema Valencia. Desde entonces, no se ha vuelto a ver en esta ciudad.

Fue una suerte que, aquel año en que cantaba Hermès, Lola Millás viera la película todavía en la sala de montaje y decidiera comprar dos copias en 16mm para la Filmoteca AECID (Agenda Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo). Gracias a este gesto, “Una conversación con España: Luis García Berlanga” viajó por diversos lugares del mundo dentro del circuito del ministerio. La vieron en Atenas, Viena, Tirana, Milán, Estocolmo, Múnich, Lisboa, Roma, San Francisco, incluso en Tokyo. Se proyectaba de la mano de AECID y del Ministerio de Asuntos Exteriores cada vez que la Agencia organizaba una retrospectiva, ciclos o conferencias en torno a la figura de Berlanga y el cine español.

En algún momento de la inmensidad institucional, el material de la Filmoteca de la AECID pasó a depositarse en Filmoteca Española. Hoy todavía se desconoce si aquellas dos copias de “Una conversación con España: Luis García Berlanga” están en esos archivos.

Se produjo otra feliz combinación. El periodista Miguel Ángel Villena trabajaba en su biografía del autor de El verdugo, en un trabajo editado el año pasado en forma de libro y que se ha titulado Berlanga. Vida y cine de un creador irreverente (Tusquets, 2021). En su minucioso trabajo de pesquisas, Villena se puso en contacto con Cano Peral el 8 de agosto de 2020 argumentando que le gustar a ver la película. Treinta y siete años después, el cineasta se topó con su pasado; reconocía que no disponía de ninguna copia y que suponía que se hallaba en Filmoteca Española.

Otrosí, aparece una nueva historia. La historia de los descartes. Material inédito. Volvamos al principio. Volvemos con el profesor Laengsfeld y Uli Limmer. Volvamos al Cano estudiante.

Dado que la HFF actuaba como productora del film, cuando los profesores vieron el primer montaje del alumno Cano Peral, que duraba aproximadamente 1h40’, aconsejaron al cineasta en ciernes que redujera su duración. En total debía quedar en 56 minutos, que son los que dura la conversación con España. Había en ello dos razones. Por un lado, se trataba del formato que las cadenas de televisión solicitaban en aquel tiempo para películas documentales denominadas Portrait (Retrato). Por otro, la producción se había pasado del presupuesto, como suele ocurrir, y había que cerrar a cero las cuentas.

Con el criterio del recorte, se remontó la película y, efectivamente, la compraron TVE, a partir de su pase en la Mostra, y el BR (Bayerischer Rundfunk) en Alemania, la empresa de radio y televisión pública de Baviera. La película rodó, pero quedaron en cierto olvido todos los descartes y restos que no se utilizaron en el montaje.

La conversación entre Villena y Cano Peral provocó que su autor intentara averiguar qué había sido de las copias de la película que suponía tenía la Filmoteca Española, y de retruque, que cobrara más importancia si cabe la búsqueda del material descartado. Los cortes sustanciosos, extraídos del film final, podían tener gran interés para el trabajo del periodista, y ese material, víctima de la tijera que impone el metraje, se hallaba a resguardo en Valencia-La Filmoteca-IVC.

La digitalización

Aparece entonces en escena el director de La Filmoteca, José Luis Moreno. Efectivamente: los descartes se encuentran a buen recaudo en los archivos. Y en el ínterin, se da el hecho de que 2021 es declarado Año Berlanga por la Generalitat Valenciana, con motivo del centenario de su nacimiento. Es una magnífica ocasión para que La Filmoteca decida trabajar en digitalizar el material descartado de la película de José Cano Peral, aquellos elementos extraídos de un film en los años ochenta, que no se encuentran en el montaje definitivo. Pero hay un problema. La Filmoteca de Valencia conserva los descartes, pero no dispone de copia del documental. Y eso ocurre a pesar de haberlo proyectado años atrás, en un homenaje que Berlanga recibió en Benicarló y al que asistió el mismo cineasta, cuando Ricardo Muñoz Suay era el director de esta institución…

Otro personaje más. Esta vez, Josetxo Cerdán Los Arcos, director de la Filmoteca Española. Cano Peral se puso en contacto con él a través del hijo mayor de Luis GB. La importancia de estos testimonios filmados en cine llevó a que la máxima autoridad en las filmotecas del país se interesara en la localización de una copia de la película. No estaba claro si se encontraba en el archivo de Filmoteca Española o entre la documentación del antiguo archivo de la AECID. Y son tiempos de pandemia, de falta de personal, de dificultades varias hasta que…Aparece el personaje Eureka. Cuando todos habían perdido la esperanza de encontrar la conversación filmada, aparece Domingo Guerrero Borrull, a la sazón, jefe de servicio de Colecciones Fílmicas de Filmoteca Española-Centro de Conservación y Restauración de Filmoteca Española. Guerrero Borrull ha encontrado una copia de la película en formato U-matic, y la digitaliza. Estamos a finales de 2020…

Y esa es la copia rescatada para el hoy… y, también, la copia que el pasado mes de octubre se proyectaba en el Edinburgh Spanish Film Festival gracias a que su directora, Marian A. Aréchaga, descubre que existe la película a través de una conversación con el cónsul de España en Edimburgo, Ignacio Cartagena. Teléfono arriba y abajo, Aréchaga habla con Cano y solicita el film para que se proyecte en el Festival de Cine Español de Edimburgo, en el homenaje que se tributa a Berlanga. La película rescatada se pudo ver en la capital compacta y montañosa de Escocia el 8 de octubre de 2021, con subtítulos en inglés.

Y esta copia es, también, la que, gracias a “Berlanga en Tres Tiempos”, se ha visto en Valencia, en La Filmoteca, el 24 de febrero del año en curso. Reconocer es tan importante que se escribe igual al derecho que al revés. Porque la propuesta se inspira en el convencimiento de que esta película merece ser vista, de nuevo, en Valencia, en una ocasión única, y en un momento en que la NASA acaba de lanzar DART, una nave espacial para defender la Tierra ante posibles choques extraterrestres, asteroides como los que antaño acabaron con los dinosaurios.

Coloquio en tres tiempos

La proyección de Una conversación con España: Luis García Berlanga ha propiciado que tres valencianos se quieran reunir para ilustrar a otro valenciano ilustre cuyo apellido ha devenido adjetivo y género. Miguel Ángel Villena, Joan Álvarez y José Cano Peral han conversado en público sobre la trayectoria humana y creativa de Luis GB a partir de la proyección de la película.

Miguel Ángel Villena y Joan Álvarez son dos periodistas cuyos escritos tienen en su haber sendas biografías del director de cine y guionista que provoca tantas idas y venidas.

Miguel Ángel Villena es autor de Berlanga. Vida y cine de un creador irreverente (Tusquets, 2021), por el que acaba de recibir el XXXIII Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias. Una incursión en los claroscuros y genialidades del cineasta, desde que el mundo se viera por la ventana de una pastelería hasta la bicicleta de la memoria. Un libro sobre el que jurado destacó «la minuciosa reconstrucción de la vida y la cinematografía de un cineasta irrepetible, que supo radiografiar como pocos la sociedad española durante el franquismo y la Transición».

Joan Álvarez, por su parte, es autor de La vida casi imaginaria de Berlanga (Editorial Prensa Ibérica S.A.,1996), un viaje por los espejismos del cineasta desde el niño soñador que fue hasta la física de la inmortalidad, pasando por apuros, vaivenes, imperios, polvos, rigores, romances, diálogos, espejos, mentiras, infiernos y hechizos, entre otros. Peripecia vital y contrapunto imaginario del cineasta encarnado en una cuarentena de evocaciones con las que completar el rompecabezas de su vida, obra y milagros.

José Cano Peral es realizador y guionista, y ha trabajado múltiples proyectos audiovisuales para series de televisión y cine. Estudió en la Escuela Superior de Cine y Televisión (HFF) de Múnich, y ha desarrollado su carrera como realizador de TV con experiencia en programas, informativos y deportes. Es licenciado en Medicina y Cirugía, Especialista en Cirugía General, por la Universitat de València.

Pepe Cano inspirándose en el Jardín de Monforte de Valencia.

Entrevista con Pepe Cano

«Berlanga es heredero del pensamiento de los filósofos jónicos»

Pregunta ¿Qué te gusta personalmente más de la obra de Berlanga, y por qué, claro? Independientemente de lo que consideres «lo más importante», a no ser que coincidan, a tu juicio.

Pepe Cano. Distinguiría hasta tres momentos de mi relación con LGB y su cine.

El primero es de juventud, cuando vi por primera vez sus películas. Me reía muchísimo, me hacía gracia  la peculiar forma de Berlanga de retratar el carácter español. Me identificaba con sus personajes y sus historias. Una especie de drama interminable por tratar de mejorar la situación vital que casi siempre acaba con el protagonista peor, o en el mejor de los casos  más o menos igual que cuando empezó. Los sueños de sus personajes y lo que hacen para conseguirlos son siempre descabellados, pero tan impregnados de esperanza y humanidad que adoraba todas las ocurrencias que se les pasan a sus protagonistas por la cabeza. Es quizás esto lo me más me gusta de Berlanga y que perdura todavía.

Después fue cuando preparaba la película. Me pareció que, vista en su conjunto la obra de Luís, uno tenía la impresión de que se trataba de una larga conversación con España, que su obra era un devenir de situaciones reconocibles que permitían acercarse a eso que se suele llamar “el alma o el espíritu de un país” y de sus ciudadanos. También creo que perdura en mí esa sensación. Conozco mejor mi país porque a través de las pelis de Berlanga he podido pasar ratos con mi tierra y sus personajes, sufrir con ellos, reírme con ellos… Vivir con ellos.

Y entonces fue cuando lo conocí, durante el rodaje de la película. Fue mi primera película para le Escuela de Cine de Múnich. Me estrenaba en la dirección y no pude soñar tener mejor protagonista. Acogió a todo el equipo —una troupe de jóvenes variopintos de varias nacionalidades que habíamos llegado desde Alemania hasta las puertas de su casa en una furgoneta Volkswagen— con afecto y comprensión. Todos pensamos, al final del rodaje, que nos había tomado cariño, que le resultaba difícil separarse de nosotros. Y eso que se las hicimos pasar, por nuestra inexperiencia y arrojo, de todos los colores. Para sorpresa nuestra, resultó lo más lejano a la imagen del director con ínfulas de gran creador. Una persona divertida y, a la vez, disciplinada, que se plegaba a las instrucciones propias de un rodaje: ponte aquí, camina de aquí allá, mira a este lado de la cámara, cuéntanos esto o lo otro, cómo fué aquello, repetimos, cámbiate de ropa …  Luís, además, participó con entusiasmo juvenil en los planes de trabajo y en el rodaje. Uno de los nuestros.  Nos cautivó. Casi cuarenta años después, las imágenes de esta película transmiten – así me gusta pensarlo y recordar – cómo era Luís García Berlanga.

Durante los últimos años, un pensamiento me ronda. Creo que Berlanga es heredero del pensamiento de los filósofos jónicos, un “physico”. Luís observa y descubre las causas primeras de la naturaleza. En el caso de la naturaleza humana su miserabilidad – comportamiento que se rige fundamentalmente por el egoísmo – y el miedo. Entiendo que entendía la vida como un movimiento continuo cuyo motor principal es el miedo, muy lejos, entonces de la consideración aristotélica: es la consecución de la felicidad el impulso que da sentido a nuestras acciones. Es probable que Luis pensara que el origen son los cuatro elementos griegos – aire, agua, fuego y tierra -, que uno por uno le apabullaran y que en su conjunto le produjeran terror. El conjunto de los cuatro elementos es lo que él veía encarnado en la mujer. De ahí, sostengo, el temor reverencial que le producían y que él manifestaba. Pero todo esto, claro, es una especulación. No podré preguntarle y comentarlo con él.

Pregunta. ¿Ves en la primera obra de Berlanga una influencia de las películas españolas anteriores a él, algunas de ellas soberbias, más o menos entre 1940 y 1950?

Pepe Cano. Luís encuentra sus primeras fuentes de inspiración en el neorrealismo italiano, en Fellini, de Sica, Zavatini, … … quizás Rosellini, de Santis. Y algo de cine mejicano. Yo no le veo raíces en el cine español anterior. Lo que admiraba era la fuerza de la producción, de las grandes empresas de producción que pensaban el cine como un espectáculo que debía llegar al gran público. No estaba muy a gusto con la obra cinematográfico que pretende transmitir creencias, ideología.

Pregunta. ¿Todavía tiene influencia Berlanga en los directores españoles más jóvenes?

Pepe Cano. La influencia de Berlanga y su cine es enorme sobre los directores españoles posteriores. Siempre la tendrá. Es, a mi entender, El Cineasta (con mayúsculas) de la historia del cine español. Su obra es inconfundible y su huella se puede rastrear en la obra de casi todos los directores de los últimos años.

A pesar de su gran reconocimiento en los círculos cinéfilos, su influencia en los directores europeos e hispanoamericanos es menor.

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