Con o sin Corona Virus, la primavera ha venido
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La Botánica de Rafael Escrig (45)
La primavera tiene asociadas un par de imágenes típicas que son, las flores del almendro y las del naranjo. A fuer de bombardearnos con dichas imágenes en primavera, hemos fundido una cosa con la otra, hasta el punto de hacerlas indisolubles. Las edulcoradas imágenes de los almendros en flor y del azahar se han convertido en el exponente más típico de la primavera. Pero ésta se representa de mil maneras, y no son sólo el almendro y el naranjo los que se visten con bonitas flores.
Si nos abstraemos de todo el componente cultural, mitológico y folklórico de que están impregnadas, nos quedamos con unas flores como tantas otras. No pretendo con esto que retiremos de nuestro imaginario las bonitas flores del almendro y del azahar, pero sepamos también apreciar otras flores, que no por ser más rústicas son menos hermosas. Aquí traigo unos ejemplos de que la primavera también podría representarse con otras especies, por ejemplo: el jaramago blanco y amarillo, la varita de San José, el diente de león o la malva. Estas cuatro especies son ruderales, es decir, que se desarrollan en terrenos baldíos, campos abandonados y hasta en solares. Nadie se ocupa de ellas más que pájaros y los insectos. Pero pueden crear estos bellos espacios tan llenos de flores que os presento.