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Cultura y comunicación

FOIOS. Un recorrido por sus límites

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La catedral de l'Horta

Un retrato geográfico de Rafael Escrig

(La fotografía de portada es el edificio de la antigua industria yutera)

Imaginemos que en La Lloma hay un manantial que derrama el agua, como por un barranco, hasta llegar al mar. Pues así es el término de Foios: estrecho y largo, como un reguero que nace en La Lloma y desemboca en el Mediterráneo. Este reguero imaginario tiene tres partes: La Lloma, el núcleo urbano y el Camí de la Mar. Este es en esencia el término de Foios que vamos a recorrer.

Foios linda con siete poblaciones y el Mar Mediterráneo. Bien es cierto que la autopista de Barcelona interrumpe el camino hacia la playa y es como una frontera que corta el territorio en el último extremo. Hemos de buscar un paso para llegar a la playa, y el único que existe a pie es la pasarela que está en el término de Meliana. La playa de Foios es un pequeño espacio entre espigones, pegada la autopista, donde el agua rompe contra las rocas y apenas hay unos metros de arena donde poner el pie. No obstante tiene su encanto como espacio salvaje, con pequeñas dunas pobladas de flora psamófila, como la bardana común o el perejil marino.

NÚCLEO URBANO

Vamos a atravesar la población de este a oeste por la calle Hugo Bacharach, empresario alemán que creó la fábrica de la Yutera en el año 1.927. El actual Foios le debe mucho a esta industria que dio trabajo a unas dos mil personas, tanto de Foios como de los pueblos limítrofes, cuando sólo existía el trabajo del campo. La empresa desapareció hacia 1.980, pero dejó su huella entre los foieros. Tenemos aquí un caso similar al ocurrido en Meliana unos sesenta años antes, cuando allí comenzó la industria del mosaico Nolla. En ambos casos fue la llegada de un industrial con visión de progreso. En ambos casos la población da un giro hacia la industria y despega económicamente.

La calle Hugo Bacharach, cambia de nombre cuando llega a la vía del tren y pasa a ser Doctor Millán hasta la Plaça del Poble, donde está la Iglesia parroquial y el Ayuntamiento, después será el Carrer Major hasta el final del pueblo que es la Plaça de les Alqueries, conocida antiguamente como “Cap de lloc” por ser un lugar vacío y apartado en un extremo del pueblo. Esto de los nombres de las calles es punto y aparte. Me dicen que el carrer Portalet antes era Ginés Fira; el carrer de La Sarieta antes era José Ruiz; Carrer Oest antes era Mártires y el carrer Unió antes era General Mola. Cosas de la política que premia a los suyos con una calle.

En general, las calles y casas son de traza muy moderna. Parece todo construido a partir del siglo XIX. No se observa, como en otros pueblos, calles estrechas o en curva, propias de los antiguos trazados urbanos musulmanes, todo lo contrario, parece un pueblo de nueva planta con calles rectas, aun las más antiguas, y sorprendentemente anchas, como el carrer Joaquín Marco, carrer Francesc Corell, carrer Mestre Saurí o el carrer Unió. Y otras largas y rectas como la Sarieta y Forn Vell. Este horno data aproximadamente de principios del siglo XIX y siempre ha permanecido en la familia Plasencia.

Nos detenemos en la Plaça del Poble, donde está la Iglesia de la Asunción, conocida como la Catedral de l´Horta, y el Ayuntamiento. En el centro, una bonita fuente con cuatro caños y sendos tritones en piedra artificial. Me dicen que fue donada al pueblo por Hugo Bacharach. La fachada de la iglesia es llamativa por sus dimensiones, lo mismo que la torre campanario de 50 metros de altura. En el amplio interior destaca el retablo del altar mayor y la trona, a la que no se puede subir por carecer de escalera de acceso. Ambas obra son de ebanistería de gran riqueza, sin policromar, lo que les da un aspecto más interesante todavía.

En el Llibre de Fábrica de la Iglesia podemos ver que los ladrillos y las tejas azules para su construcción, en 1.730, se hicieron en Vinalesa, Alfara y Moncada. La piedra labrada vino de la cantera de Godella. Que se encargó el órgano a un tal Martín Usurralde o que el hierro y la veleta de la torre se encargaron en Teruel.

En esta plaza también está el Bar París, donde nos atiende Rosario, su dueña. Así como la iglesia es la Catedral de l´Horta, al pueblo de Foios, le dicen el pequeño París. Orgullo patrio, dirán los foieros que acuñaron hace años el eslogan “Foios, París, Londres”. Tiene este local más aspecto de casino que de bar y fue hasta hace poco la sede de la peña taurina. Allí se conserva el traje que vistió El Soro en su alternativa y que podemos ver en una urna de paso a los servicios. Rosario me comenta: El trage ningú ho reclama i que com no és seu tampoc ho pot vendre, que compradors ha tingut. (El traje no lo reclama nadie, y como no es suyo [del Soro, matador local] no se puede vender, porque compradores ha tenido)

Una de las calles que sale de la Plaça del Poble es el Carrer Unió. Una calle de 14 metros de ancho con casas de ladrillo visto, hoy en día protegidas. La calle está flanqueada por palmeras washingtonianas y naranjos, lo que le da cierta distinción. Mis buenos amigos: Rosendo, Vicent Saurí y Fernando Barrachina, me explican el porqué del curioso nombre de la calle Unió. – Este carrer s´anomena Unió perque és la unió entre dos zones dividides: la zona on antigament estaba l´oficina del Delme i el nucli del poble que era esta plaça. Al créixer la població, les dos zones se van anar ajuntat fins convertir-se en una sola, d´ací el nom de Unió. (Esta calle se llama Unión porque es la la unión entre dos zonas divididas: la zona donde estaba antes la oficina del Delme y el núcleo del pueblo, que era esta plaza. Alcrecer  la población, las dos zonas se fueron juntando hasta convertirse en una sola, de ahí el nombre de Unión.)

Al otro lado del carrer Major, cerca de la estación, está la Plaça d´Espanya. Plaza de estilo clásico rodeada de viejos árboles y una valiosa fuente central sobreelevada, dedicada al dios Baco, representado en cerámica. Me comenta Rosendo: – Esta font estava avans en el carrer Major, entre la Replaçeta i l’Ajuntament i estaba afonada amb dos o tres escalons. Que després la van posar en l´actual Plaça del Poble i posteriorment en la Plaça d´Espanya on ara es troba. (Esta fuente estaba antes en la calle Mayor, entre la replacita y el ayuntamiento, rehundida, y se llegaba a ella mediante dos o tres escalones. Después la pusieron en la actual Plaza del Pueblo, y posteriormente en la plaza de España, que es donde se encuentra.)

Junto a esta plaza tenemos una muestra más del modernismo popular valenciano, en las antiguas Escuelas Nacionales, inauguradas en 1.917 y realizadas por el maestro de obras local Francisco Ruiz Ferrando, con proyecto del arquitecto Ramón Lucini, autor también del Balneario de la Alameda en Valencia y del edificio de Tabacalera.

CAMÍ DE LA LLOMA

Nos habíamos quedado en la Plaça del Poble y hemos de seguir por el Carrer Major que continua convertido en el Camí de La Lloma. Este camino nace en el antiguo Matadero Municipal, reconvertido ahora en unas dependencias municipales, cruza la Séquia Major de Moncada y continua hacia el cementerio y la Ermita del Sant Crist de la Sang. Llama la atención las altas chimeneas de antiguas rajoleres (ladrilleras) que se ven desperdigadas entre el paisaje. Nos encontramos con un cruce: a la derecha el Camí de Museros, a la izquierda la Venda del Sombrerer, un pequeño caserio a las puertas de Vinalesa. Nos han acompañado espléndidos campos de naranjas. El final del camino lo marca una pequeña pinada y algunas casas dispersa. Ya estamos en La Lloma, a nuestra derecha, La Lloma d’Albalat que comparte con Foios la elevación de este territorio. Aquí vale la pena detenernos unos minutos para disfrutar el grato espectáculo de la Sierra Calderona, antes de volver por nuestros pasos.

CAMÍ DE LA MAR

Veamos ahora el Camí de la Mar que corre entre huertas, acompañado siempre por la acequia que nos separa de Meliana. En los márgenes vemos olivos, higueras, cañas, algunos chopos y alguna morera. Cruzamos el nuevo carril ciclopeatonal (lo que antes era la vía churra) y encontramos dos alquerías: La Grauera, con un alto alcornoque pegado a la pared de la casa ¿por qué aquí este alcornoque? me pregunto. Enfrente, la alquería de El Pardo. Más adelante El Charco y llegamos a Cúiper. En la entrada de la Alquería Sagrado Corazón de Jesús, más conocida por todos como Alqueria del Pi, una gran araucaria de 22 metros de altura, que puede verse desde cualquier punto de esta extensa huerta.

Pregunto por la playa y me dicen que Foios no tiene playa. Evidentemente, al final del camino me he tropezado con la autopista. Es algo decepcionante ver el mar y no poder llegar a él. Una pasarela lo solucionaría, como tiene Meliana. El problema es que allí tienen playa y esa playa se acaba en el espigón, donde comienza Foios.

Ya sé que he dejado de comentar lugares importantes; nunca se puede decir todo y estamos limitados por el espacio disponible. Lo que no quiero dejar de destacar es el robusto Plátano (Platanus orientalis) existente en la misma carretera de Barcelona, antes de llegar al paso a nivel, viniendo de Valencia. Se trata de un ejemplar impresionante que debería estar catalogado y protegido, tanto por sus años como por su tamaño.

1 Comentario

  1. rafael escrig fayos 3 marzo, 2023

    Qué voy a decir yo, que soy el padre. Una descripción de la población que se nota que está hecha a pie, con deportivas, bloc y boli en ristre. Hablando con la gente de a pie, preguntando y observando, Como hacía el desaparecido Labordeta y mucho antes que él,nuestro Cavanilles del que tanto he aprendido.

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