Lenin aclamado en la Fábrica de Hielo de Valencia
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Me preguntan algunas almas (no sé si cándidas o perversas) cómo van las ventas de La rendición de Lenin. Después de cuatro presentaciones, tres de ellas en Valencia, he colocado más de las previstas, según un experto. Pero lo significativo, ganz-total significativo, es que el ochenta y tantos por ciento de las ventas han ido a parar a manos de amigos. La edición es de 200 ejemplares, así que debo tener 160 amigos más o menos próximos. (A los influyentes, a los amigos íntimos y a los familiares les he regalado la novela.)
Fernando Bellón
La presentación de La rendición de Lenin en La Fábrica de Hielo de Valencia ha sido un éxito soberbio, sentimental, conmovedor. Ahí estaban una vez más los amigos, resfriados, golpeados por la fatalidad. Mi propósito y expectativa fue llamar la atención a los amigos de mis amigos, al público sin caras. Alguno hubo.
Lo preparamos a fondo entre el trío de Cántropus Academy of Arts & Trash, mi mujer y pocos más: Fernando (el burrito delante para que no se espante), Txemacántropus, el agujero negro de la plástica, Álvaro Olavarría, hidalgo cántabro y premiado director de cine, Javier Sánchez, cámara y editor sin rival, Antonia Bueno, mi mujer y dramaturga, directora y actriz, Elvi Minato danzante de BVutoh, fotógrafa, pintora, poeta y cubana de raza, y su esposo Javi Buergo, ingeniero y hombre orquesta, y Toni Anguís, otro ingeniero, fotógrafo y ciclista .
No fue un trabajo duro, aunque sí intenso, pero salió de las manos del hombre y la mujer nuevos. Marx pronosticó que el comunismo forjaría un hombre (y mujer) nuevo libre de egoísmos y otros defectos burgueses. Si esto se alcanza algún día no será a causa del comunismo, sino de las buenas costumbres y la necesidad de supervivencia de los seres humanos.
Como el grupo citado no se lo plantea de esa manera, cabe deducir que ha sido en entusiasmo y el afecto mutuo lo que nos ha puesto a trabajar en algo tan personal e intransferible como la presentación de un libro. En otras palabras no hemos trabajado en el sentido vulgar del término, hemos dado lugar a un evento con su representación teatral y circense, su grabación audiovisual también circense, y su echarle cara al asunto.
El programa fue como sigue.
Música ambiental alemana de la república de Weimar, de la República Democrática Alemana que fue, y de la República Federal que sigue siendo.
Intervención performativa de Antonia Bueno, como maestra ceremonias de cabaret, anunciando el acto.
Proyección de un minidocumental (5 minutos) sobre la figura de José Renau, comunista y pintor, fotomontador y muralista español. Esto lo justificaba el autor por la documentación acumulada para escribir su biografía Renau. La abrumadora responsabilidad de arte, le sirvió como cimiento y andamio para La rendición de Lenin.
Intervención de Elvi Minato en el papel de una Marlene Dietrich bajita, para presentar otro minidocumental (8 minutos)de Fernando Bellón dialogando con Mefistófeles de su novela.
Diálogo de Elvi con Fernando de cara al público.
Diálogo entre el público y Fernando Bellón
Fin de fiesta que aprovechamos para presentar la Cántropus Academy of Arts & Trash, cuyas obras ilustraban el escenario de LFDH, y que causaron admiración y gozo a los presentes
Este es el guión original del autodocurama de Fernando en diálogo con Mefistófeles
Fernando: Buenas tardes. Bienvenidos, señoras y señores. Vamos a presentar ante todos ustedes La rendición de Lenin. Das Kapitulation Lenins. Kapitulyatsiya Leñina…. Una novela escrita y autopublicada por Fernando Bellón. Un libro que NO pasará inadvertido, si podemos evitarlo.
(Intenta seguir hablando, pero le interrumpen)
Mefistófeles ¿Un libro más? ¡Venga Fernando! ¿De qué vas?
Fernando: (A sí mismo) ¡De dónde sale este tío! La rendición de Lenin es una novela sobre la caída del Muro de Berlín, y su efecto en un montón de personas.
Mefistófeles (interrumpiendo) ¿Otra novela histórica? ¡Menuda originalidad la tuya!
Fernando Todo está escrito. Nadie tiene el monopolio de la creación literaria. La rendición de Lenin NO es una novela histórica… NO es una novela de espías… NO es una novela de evasión, ni romántica, ni pornográfica.
Mefistófeles (interrumpiendo) Aclárate, Fernando, que estás confundiendo a la gente.
Fernando. Pero si estamos aquí para que se aclaren. Todo está escrito. Todo está dicho. Todo está imaginado. Pero la naturaleza humana y el arte son imitación, lo sentenció Aristóteles
Mefistófeles sigue dando por saco.
Fernando: La rendición de Lenin es… una novela sobre la pérdida de la inocencia.
Mefistófeles. De qué me hablas, Fernando. ¿Qué es eso de la inocencia? Estamos en España, no en Corea del Norte.
Fernando. Vamos a ver, Mefistófeles de pacotilla, pedazo de fistro, millones de personas perdieron la inocencia en una noche.
Mefistófeles sigue dando la vara, murmura, se contradice, da la lata.
Fernando. La República Democrática Alemana colapsó en veinticuatro horas. En 24 horas hay tiempo para perder la inocencia, la fe, la esperanza y la caridad. La inocencia es un disfraz, un espejismo para ir tirando en la vida.
Mefistófeles. Demasiada filosofía
Fernando. Una novela no es un ensayo moral, sino un retrato moral. ¿Quieres más filosofía, pedazo de fistro?
Mefistófeles. Se te ha ido la olla. ¿Quién te crees que eres, Kant, Santo Tomás de Aquino, Gustavo Bueno?
Fernando. No. Soy un sastre de la literatura. Todo está creado, imaginado, hecho. Pero los trajes cambian y vuelven con la moda. Los novelistas cortamos patrones de una época, vestimos a individuos anónimos, les damos nombre, y les colocamos en horizontes tumultuosos. En La rendición de Lenin hay hombres y mujeres. Personajes que urden tramas y caen en trampas. Un tejido de aventuras con un final aleccionador.
Mefistófeles. Lo que yo te diga. Estereotipos en un escenario ultra mega convencional.
Fernando. Pero… si no has leído la novela. Vamos a ver: Florian Kapellu, el protagonista, es un joven filólogo de la RDA. Le han engañado para que se haga periodista. Nadie sensato se hace periodista, si sabe lo que le espera. Pero pierde del todo la inocencia en Valencia, en las Fallas de 1989. Julián Oliver, co protagonista. Es un tiburón del trueque internacional. Comercia con bienes y tecnología prohibida a la RDA. Pierde la inocencia en Berlín Oriental en 1965, cuando llega de España reclamado por un copista exiliado, que dice ser su padre.
Mefistófeles. (Con voz cautivadora y profunda, de Mefistófeles hispano) Escúchame, Fernando. Si me entregas tu alma, te haré dueño de todo esto .
Fernando. ¿Eres el editor del planeta? Pero si yo soy un mindundi. Los premios se los dan a los famosos. ¿Si te vendo mi alma, me darás la Fama que necesito para vender mi libro? Mira, vamos a dejarlo. Vamos a ceder la palabra a nuestro público.
Mefistófeles. ¡Por las barbas de Satanás! ¡Eres un iluso! Necesitas un agente que te venda. ¿Qué mejor agente que el Mefistófeles?
Fernando. Ja-Ja-Ja. Es que, si yo no fuera un iluso vanidoso, no me habría autoeditado La rendición de Lenin. Tengo ocho novelas más. Dame tu e-mail y te envío los PDF. Vamos a escuchar a estas pacientes personas.
Yo viví aquella hora y media como una gloria. No es que fuera una presentación modélica, cuadrada o redonda, a la medida de un guión imporovisado, que mucho de eso tuvo. Fue la intervención de un grupo de amigos conchabados para pasárselo tan bien como fuera posible y para hacérselo pasar a bien a los amigos que nos observaban.
El hombre y la mujer nuevos, a pesar del comunismo. Después de todo lo que llevo redactado en este texto, me he quedado sin palabras para describir mis propios sentimientos. Si lo intentara, me saldría un Ulysses hermoso, fragante, digestivo, en español. Como esto es imposible, dejo constancia de mi estremecimiento, mi turbación, mi conmoción ante el pozo inagotable de afecto que los amigos mencionados y otros que constituirían un pequeño listín telefónico, dejaron en el salón de LFDH la noche del jueves 28 de enero de 2025. Una atmósfera que se mantuvo sobre las cabezas de todos los asistentes, y que dejó una hermosa huella en los corazones, no es cursilería. Gracias a todos.



