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Agricultura y naturaleza

«Pimentó torrat», un eco-camión en Godella, Valencia

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Dos chicas echadas palante

Un reportaje y fotos de Fernando Bellón

Nadia y Claudia

Nadia y Claudia

Le llaman Food Truck, el nuevo nombre de los carromatos de toda la vida en las ferias que dispensan alimentos, y llenan las tripas de los visitantes con toneladas de grasa monosaturada, triglicéridos, azúcar y glutamato. Todo muy vistoso e incluso muy rico, pero poco saludable.

Pero ahora la llegado la hora del Food Truck ecológico, un eco-camión-cocina. En el mercadillo de Godella de los sábados, hay uno que no suele faltar, y que sirve alimentos hechos con productos ecológicos, por las manos entusiastas y cariñosas de Claudia García y Nadia Tomás, propietarias de Pimentó Torrat. Sus manos son entusiastas porque se han tirado de cabeza a la piscina del negocio hostelero portátil con un mínimo de experiencia. Y son cariñosas porque lo que cocinan sabe a gloria. No hay buena restauración sin afecto. Claudia y Nadia rondan los treinta años, y llevan menos de uno dedicadas a la hostelería sostenible, con vistas a producir en un futuro próximo alimentos solo ecológicos, vegetarianos y veganos.

Claudia García  es licenciada en Traducción e Interpretación en la Universitat de València, profesora de valenciano en la escuela de adultos de Godella, y ha sido correctora lingüística en varios ayuntamientos, a tiempo parcial. Cocinera aficionada, ha aprendido lo mejor que le ha enseñado su madre. Nadia Tomás  estudió Magisterio, especializada en Educación Física, y se ha ganado la vida como camarera, como monitora, y como algunas cosas más. Amigas desde hace tiempo, de pronto se dieron cuenta de que experiencias eran complementarias.

Claudia se atrevió a montar un bar improvisado sobre unas mesas en el mercado de Godella. Todos los mercados tienen su bar. Fue entonces cuando Nadia intervino, como experta camarera.

En julio de 2015 compraron la furgoneta en internet, un vehículo viejo reconstruido para el servicio de Food Truck. Instalaron la cocina, realizaron las adaptaciones a los requisitos sanitarios e industriales, obtuvieron todo tipo de boletines, y plantaron su camión en el mercadillo.

Antes de tener la furgo, y luego con ella, dedicaron esfuerzos a preparar y servir cáterin, porque pensaban que era la forma más rápida y segura de acumular capital para pagar el camión.

DSC_0163Claudia. Lo hemos dejado un poco de lado desde que tenemos la furgo. No podemos concentrarnos siendo dos.

Nadia. Es que llevamos poco tiempo. En serio, desde septiembre. Y ahora empezamos a tener cierta perspectiva y cierta experiencia, distinguimos el trabajo eficiente del que no lo es. Estamos aprendiendo muy rápido. Para el verano tenemos algún cáterin concertado, por ejemplo uno en Burriana. Y también hacemos pedidos. Por ejemplo, si alguien nos pide una cena para veinte personas, le preparamos un menú. Hemos hecho alguno para asociaciones, por ejemplo, para Podemos de Burjassot, para Associació Cultural Ca Bassot, también en Burjassot. Y en un pub de Burriana.

Salir fuera los sábados es para ellas un problema, porque tienen que dividirse,  y porque los canon que se pagan a los organizadores de las ferias se han doblado en los últimos seis meses. Unos 400 euros por tener la furgo instalada el fin de semana.

Han observado que no siempre están bien organizados los eventos, porque no todos los organizadores tienen la suficiente experiencia profesional, y puede suceder que se junten demasiados Food Trucks para una afluencia relativa de consumidores. También hay  Mercados Gastronómicos en Madrid y Barcelona, según la moda de Street Food. Cuando empezaron, hace nada, era barato, pero de pronto subieron los cánones.

Pimentó Torrat es el único proyecto en Valencia de Food Truck sosteniblev, aunque tienen noticias de otro que ha empezado en Denia. Su presencia en el mercadillo de Godella, que es de alimentos básicamente ecológicos, pero que admite productos sin certificar, les ah impuesto el reto de dirigirse poco a poco a una cocina vegetariana y vegana, que ahora no pueden permitirse por razones de clientela, poco acostumbrada a estos alimentos.

Nadia. Nuestro producto no es como el que lleva perritos calientes. El proceso de elaboración es más complejo. Hay que comprar las verduras a pequeños agricultores eco, prepararlas…

Claudia. Si compras a un gran mayorista…

Nadia. Te vas a Makro, cargas, y ya está.

Un menú de bar

Un menú de bar

Claudia. Y un puesto como el nuestro no tiene la misma afluencia que un puesto de crepes o de hamburguesas. Vender productos ecológicos o vegetarianos o veganos, es una opción todavía minoritaria. Nuestros productos nos cuestan más del doble que a los convencionales, y lo tenemos que vender al mismo precio, porque más caro no se vende. Hay gente que en una furgo cobra seis euros por un perrito caliente, y por una hamburguesa, ocho.

En el mercadillo de Godella hicieron concesiones al posible consumidor convencional como refrescos y bocadillos no vegetarianos, porque no querían aparecer como las «raritas» del pueblo. Ha servido como gancho, porque los que al principio pedían un refresco embotellado ahora piden zumo eco, y tapas vegetarianas. 

Claudia. Además del mercadillo hemos ido a eventos en Benicàssim, Alcoi, Castelló, Burriana. Y en Valencia, en Viveros, en la plaza del Ayuntamiento el 31 de enero, que fue fantástico, en Godella en las fiestas del 9 de Octubre.

La agenda prevista para el mes de abril es apretada. Dos días de la feria del libro de Godella, el mercado solidario de Rocafort, plataformas de Soberania Alimentaria, mercat agroecológic del Grao de Valencia, que se inaugura este mes. Y el mercado de Godella todos los sábados.

Claudia. El trabajo se acumula los fines de semana, a veces te tienes que desdoblar, montan el bar de Godella para que la gente no se desacostumbre, sin furgo, montamos dos mesas, llevamos la cafetería, tazas, todo, y los productos preparados. A veces hemos cogito a una persona de refuerzo, pero no siempre sale a cuenta. Estamos reflexionando sobre la experiencia acumulada.

Menús

Nadia. Estamos en pruebas e investigación continua, y adaptados a la temporada. En el mercadillo de Godella tenemos patés, la mallorquina vegana, humus, olivada, mezcla de cereales y verdura, alcachofa y hierbas, zanahoria y curry, ecolombarda y manzana, calabaza y salvia… También hacemos croquetas o albóndigas, falafes… Algún allioli vegano de zanahoria. Los colgamos en Facebook.

Claudia. Son tarrinas que la gente compra y se lleva a casa. Y luego tenemos el bar. Un servicio de cafetería convencional, aunque con cervezas del pueblo, infusiones cuidadas, y ecológico dentro de lo posible, el vermut es artesano de Almassora… y los refrescos convencionales, pero se venden poco.

Nadia. También hacemos cocas saladas, según la verdura de temporada. Cocas dulces y pasteles. Montaditos y tapas con los productos de las tarrinas o, por ejemplo, croquetas de sitake. En los cáterin hacemos menús más simples. En el último de Viveros, hicimos unas hamburguesas de avena con boletus, rúcula y otras hierbas sabrositas, y albóndigas. A veces llevamos también humus y olivada. Son eventos donde hay que dar un servicio rápido y práctico. A veces hemos llevado pepitos de mallorquina vegana: tomate seco y almendra son los ingredientes visibles, pero hay una combinación secreta de hierbas a las que Claudia ha encontrado un puntillo.

DSC_0168Preparación

Claudia y Nadia pasan los viernes cocinando para el mercadillo. Y también a veces planifican a medio y largo plazo los congelados y otros preparados, cuando tienen un festival a la vista. Han aprendido a costa de tropiezos.

Nadia. Equivocándonos… No hemos estudiado cocina. Pero la madre de Claudia es una maestra.

Claudia. A mí siempre me ha gustado cocinar. Tuve una temporada de cinco años de vegetariana estricta, y me puse las pilas para cocinar, entre otras cosas porque tenía tiempo libre.

Nadia. Y ha viajado por Europa, en Alemania, en Inglaterra, y ha ido aprendiendo.

Claudia. Además me gusta hacer pruebas.

Nadia. Nos lo tomamos como algo profesional, pero sobre todo algo que nos gustaba.

Heroínas creadoras de un mercado nuevo.

Nadia. Sí, esa es la idea, crear un mercado vegetariano y ecológico. Y ser fieles a unos principios éticos. Comprar a quien sabemos que produce eco, crear unos canales de confianza y alimentar la economía de entornos próximos.

Claudia. Estamos preparando una propuesta para la Feria Alternativa de Valencia, que es en junio. Tenemos la impresión de tener demasiados frentes abiertos. Hoy por ejemplo nos han dicho que no a otro proyecto de un comedor escolar alternativo. Era muy bonito y estimulante, un colegio privado con enseñanzas alternativas, pero nos han dicho que van a cerrar.

Nadia. Lo nuestro es un equilibrio entre el negocio y la ética, la soberanía alimentaria, la agroecología…

Claudia. Al final hay tantos campos de acción que acabamos mareadas.

Nadia. Tenemos una presión relativa de obtener beneficios para pagar la furgo. Y a veces te encuentras cosas que te las pintan muy bien, pero que no funcionan o que no valen la pena.

Claudia. Somos muy echadas adelante.

Un sábado de febrero en el mercadillo de Godella

Un sábado de febrero en el mercadillo de Godella

Nadia. El mundo Food Truck está igual que nosotras. Habían puesto grandes expectativas en los festivales, y se están desengañando. Por otra parte, una furgo es rentable si trabajas tú, sin contratar ayudantes. Con dos personas hay suficiente, y no puede haber más, entre otras razones, por el espacio limitado de la furgo.

Claudia. A veces funciona si tienes un producto estrella que se vende, que la gente acude a comprar. Es el caso de los perritos calientes y las hamburguesas, que tienen un proceso de elaboración muy simple. Si quieres hacer otra cosa, tienes que gastarte una pasta en diseño y en publicidad. Y si no, que es el nuestro caso, te lo tienes que currar mucho, porque la gente no conoce el producto que le ofreces. Y por otro lado ninguna de las dos tenemos dedicación completa, esto es otra desventaja. Nos hemos hecho a la idea de ir poco a poco. Todo va cambiando muy deprisa al rededor de nosotras.

Nadia. Es divertidísimo. Aburrirnos no nos aburrimos.

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