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Bitácora y apuntes

Quién fue Franco y quiénes los antifranquistas

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El sello de Franco

Un artículo de Pío Moa

              El artículo que viene a continuación de esta nota introductoria lo publicó recientemente el historiador Pío Moa en su página web Más España y más democracia. Que un artículo necesite de una explicación es una anomalía democrática, en concreto de la libertad de opinión. Pío Moa no dice ninguna falsedad ni insulta a nadie en él. Sólo expresa una visión de la historia que se ha dado en condenar porque contradice la ideología dominante. Para muchos, los historiadores deben ser forenses, determinar causas y fijarlas para ser sentenciadas. La historia no puede determinarse de este modo, los historiadores la leen cada uno de acuerdo a su formación y a su filosofía, construyendo un relato con los hechos, sin ocultar ninguno, interpretando los síntomas de la enfermedad de cada época histórica.

            Por todo ello, ruego al lector, tanto si considera a Moa un demonio como si respeta o comparte su visión, que antes de darle un portazo en las narices o aplaudirle sin entrar en los detalles, lea con atención su artículo. Luego, si lo desea, podrá comentarlo en esta revista, siempre que respete las normas de la educación y del decoro.

 El Editor de Perinquiets-Libros.

De Francisco Franco se puede afirmar con certeza lo siguiente:

1.-Se educó, civil y militarmente, en el régimen liberal de la Restauración (1892-1923), e hizo una brillante carrera militar en Marruecos.

2.- En 1930 se declaró partidario de una democracia ordenada en contraposición con su hermano Ramón, golpista republicano.

3.- Preocupado por las violentas derivas de una caótica democracia republicana, defendió no obstante al régimen contra el alzamiento armado del PSOE y la Esquerra, en octubre de 1934, a cuya derrota contribuyó. Y no intentó ningún contragolpe.

4.- Aunque de preferencias monárquicas, aceptó y respetó la legalidad republicana más que cualquier político, en especial los de izquierda y separatistas, que conspiraron contra ella y realizaron golpes de estado. Y no participó en ningún golpe o proyecto de golpe de la derecha.

5.- En 1936 no se alzó contra la república, sino contra un frente popular que precisamente acababa de destruir el régimen tras unas elecciones fraudulentas. Después de haber fracasado en su insurrección de 1934.

6.- Mantuvo durante la guerra civil plena independencia política y militar ante Hitler y Mussolini, pese a disponer de muy escasos recursos financieros y comprar su ayuda a crédito.

7.- No perdió ninguna batalla, aunque fracasara inicialmente ante Madrid; y ganó la guerra. partiendo de una inferioridad de recursos que a casi cualquier otro le habría inducido a abandonar ya al principio. Y derrotó después a una peligrosa guerrilla comunista (el maquis) Esto puede decirse de muy pocos generales del siglo XX en cualquier país.

8.- No solo no se supeditó a Hitler y Mussolini durante la guerra civil, sino que evitó a España la mundial, y nadie más que él podría haberlo hecho, pese a las presiones de Hitler, sorteando también las amenazas y chantajes de los Aliados cuando estos iban ganando.

9.- Para entonces había llegado a dos conclusiones generales. a) que la democracia era inviable en un país como la España republicana, empobrecida, de grandes desigualdades sociales, repleta de odios políticos y con partidos exclusivistas y sin visión del interés general. Y b) que después de la durísima prueba de la república, el frente popular y la guerra, el país necesitaba un largo período para reponerse, superar la miseria y los odios que hacían imposible una convivencia en paz y en libertad. Y que ese período debía corresponder a una dictadura en la que no existieran partidos.

10.- No obstante, el franquismo no correspondió del todo a esa concepción. De hecho era un régimen de cuatro partidos, llamados “familias”: carlistas, falangistas, monárquicos y los más decisivos católicos políticos ligados al episcopado. Franco arbitraba entre ellos para impedir que sus fuertes diferencias se hicieran antagónicas.

11.- El franquismo nunca tuvo verdadera oposición democrática, sino totalitaria, es decir, comunista y/o terrorista. Los presos políticos fueron muy pocos a partir de los años 50.

12.- Franco y su régimen resistieron un aislamiento delictivo decretado contra el país, pese a no haber participado en la guerra mundial, por las potencias vencedoras (soviéticos y anglosajones principalmente). Y en las más difíciles circunstancias reconstruyeron el país con éxito notable. Sin la deuda política del resto de Europa occidental con los ejércitos useño y soviético, ni con el Plan Marshall.

13.- Dejó al morir un país más próspero que nunca antes, libre de los odios que habían destrozado a la república, lo que permitió el paso a una democracia en principio no convulsa y con una monarquía reinstaurada por él.

 

En resumen, cabe afirmar que durante cuarenta años venció a todos sus enemigos, interiores y exteriores, a menudo muy poderosos y de gran peligrosidad. Todo esto es la evidencia misma y sin embargo, por ello mismo resulta inadmisible para quienes se empeñan en derrotarlo “por ley” varias décadas después de fallecido. Así, nos enteran de que fue militarmente inepto o mediocre, un dictador políticamente tan incapaz como brutal, sin verdadera inteligencia suplida por una astucia aldeana o “gallega”…, con la que al parecer superaba todos los obstáculos y derrotaba a todos sus adversarios. ¡Cuántos historiadores o seudohistoriadores trazan semejante retrato! Ahora, ¿pintan con él a Franco o a sí mismos?

Un problema particular, al margen del anterior, es el del carácter de su régimen. ¿Fue una dictadura? Se lo puede conceptuar así, por carecer de elecciones generales de partidos, por la restricción de las libertades para los partidos que habían perdido la guerra después de haberla organizado y provocado, y por los poderes excepcionales asumidos por Franco. Sin embargo hay dictaduras y dictaduras, como hay democracias y democracias. Las democracias no funcionan bien, y puede llegar a autodestruirse, en sociedades muy desiguales, pobres y plagadas de partidismos irreconciliables, como fue precisamente la II República. Y en el mundo actual abundan las democracias formales, pero caóticas y corruptas, hacia las que viene derivando la española actual. La dictadura de Franco no fue tiránica, sino progresivamente liberalizadora, reconstituyó literalmente a la sociedad española y la dejó preparada para una convivencia en paz y libertad, que es a lo que aspiran en general las democracias reales. Fue un régimen legitimado por las circunstancias históricas y también democráticamente por el referéndum de diciembre de 1976, cuyo olvido sistemático ha llevado a la democracia actual a bambolearse perdiendo sus raíces históricas a merced de cualquier usurpación. Plantear la cuestión de otro modo nos lleva a absurdos como una democracia con leyes tiránicas como las de memoria, al gusto de etarras, comunistas separatistas o socialistas…

 

 

 

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0 Comentarios

  1. rafael escrig fayos 10 agosto, 2022

    Puede que todo ese análisis positivista sobre Franco y su Régimen, sea acertado, puede. Sin embargo, es prácticamente imposible abstraerse de todo lo que, posiblemente sea publicidad y manipulación al respecto de su, llamada por todo el mundo, dictadura. Me atrae la idea de compartir este análisis, por contraposición al rechazo que me producen las ideologías de izquierda actuales y la hipocresía de sus partidarios, pero es tan difícil descontaminarnos de tanta manipulación histórica que no soy capaz de posicionarme. ¡Qué más quisiera!

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