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Agricultura y naturaleza

Cofrudeca, agricultura orgánica en Bèlgida (Valencia)

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Más de treinta años cultivando en ecológico son algo más que la marca de Cofrudeca, con almacén en la localidad de Bélgica, en la Vall d’Albaida del sur de la provincia de Valencia, lindando con las montañas interiores de Alicante. Más de treinta años eco son un título de nobleza campesina, una experiencia acumulada que vale su peso en oro y una confianza en sus propias fuerzas que comparten pocos grupos en Europa. Todo empezó en 1985, con 14 agricultores por quienes sus colegas no daban una peseta. Vida Sana era la única institución que reconocía la producción orgánica, y a ella se atuvieron hasta que se creó el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana, años después. Hoy tienen 500 socios, doscientos de ellos en ecológico, pero la influencia de Cofrudeca en la comarca y fuera de ella se expande como un virus benéfico.

Visitamos la cooperativa guiados por José Ramón Catalá, una de las personas que más saben de agricultura orgánica en la Comunidad Valenciana por formación y por experiencia acumulada.

Reportaje y fotos de Fernando Bellón

DSC_1719José Ramón Catalá. Empezamos porque aquí había una zona citrícola muy apartada de la gran superficie en la Ribera o en Castellón. Aquí no había fumigación aérea. arrancamos con la naranja, luego con productos hortícolas, luego con fruta de hueso, y poco a poco fuimos creciendo. Al principio nos consideraban raros, decían, vosotros no sabéis lo que hacéis. Creímos en nuestra apuesta, y hasta ahora, treinta y cinco años después vemos que la idea no era mala.

Cofrudeca ha crecido al ritmo de la moda ecológica, tan rápido que a Ramón le produce cierto desasosiego.

J.R.C. Yo creo que estamos en un punto que ves que la producción va muy rápida. No creo que dentro de unos años podamos absorber el producto que se está haciendo. Para que no ocurra eso se tiene que incrementar el consumo en España y en Europa o ultramar.

En la comarca de la Vall d’Albaida hay todavía más convencional que ecológico.

J.R.C. Pero en esta cooperativa hacemos muchos más kilos en eco que en convencional. En la Vall d’Albaida, el agricultor no produce mucha cantidad, es pequeño. Tampoco todos trabajan en la agricultura como principal ocupación, como mucho, un 15 por ciento. Aunque en ecológico hay más que se dedican a la agricultura a tiempo completo, porque te exige estar más encima.

Cofrudeca hace dos campañas muy diferentes, la de verano y la de invierno. En el momento de nuestra visita está acabando la de invierno. 

J.R.C. Hacemos cinco productos básicos, alargando al máximo la campaña. En naranja empezamos con la de mesa, navelina, luego navel, luego la navelate, y después naranja blanca (de zumo), com la salustiana y la valencia. En Europa se está utilizando mucha naranja para hacer zumo, a parte de para consumir como postre. Son los calibre pequeños adaptados a las maquinas de zumos. Estas naranjas en ecológico están teniendo un buen arraigo. Muchos consumidores europeos se están pasando del convencional al bío. Y el zumo de naranjas bío es muy superior al de naranja convencional.

La naranja convencional está tirada de precio, según opinión unánime de los agricultores. Esto favorece la transformación. Pero existe una inquietud extendida que teme una inflación del sector, una explosión de plantaciones ecológicas nuevas y mucha reconversión. José Ramón hace un repaso de las variedades.

J.R.C. La mandarina (clemenvilla, hortanique, nadorcot), satsuma (iwasaki, okitsu, clausellina) o la clementina (clemenrubí, marisol, oroval, arrufatina, …). Además están las variedades con royalties. El grupo de clementinas acaba en estas fechas de marzo con la hernandina. Luego tenemos limón. La primera cosecha se extiende hasta febrero-marzo, y luego la verna, que es más tardía; y para el verano, estamos intentando la segunda flor, redrojo, que es lo que queda en el árbol para el verano, e incluso en verde se está haciendo algo. Tambien cultivamos pomelo, star rubí, rojo por dentro, ya no se hace el amarillo de antes. En caqui intentamos alargar lo posible la campaña, empezamos con una variedad Tom Chato, y luego hacemos el roig brillant. Luego tenemos productos hortícolas, hinojo, cebolla tierna y semiseca, la col romanescu, calabaza y aceite de oliva. Y ahora también aguacate.

Un mar de ciruelos en flor en las inmediaciones de Cofrudeca

Un mar de ciruelos en flor en las inmediaciones de Cofrudeca

La campaña de verano se centra en el ciruelo, el melocotón, la nectarina, el paraguayo, una poca pleterina, uva de mesa, uva de la zona, cardenal, sandía mini y granada. De setiembre a mayo el almacén procesa ecológico al cien por cien. Y en mayo, junio, julio hacen mixto, porque hay menos producción eco.

J.R.C. La producción se hace en huertos de cooperativistas de la zona, pero también se trae de Alicante y Castellón, asociados no cooperativistas de Murcia, Almería, Sevilla que nos envían su cosecha desde hace tiempo. También tenemos acuerdos intercooperativos, con labradores particulares o con empresas. Solo compramos productos con certificación eco. Al año procesamos entre 17 y 19 millones de kilos. La mayoría naranja. Esta zona ha pasado de trabajar más en verano, a la producción mayoritaria de invierno.

Los productores eco llegan a los doscientos, entre labradores de la zona (la mayoría) y de fuera (el limón viene de fuera, de Murcia y Almería, porque aquí, no hay casi). Hay desde quien hace 40 ó 50 mil kilos, al que hace 300.000 mil o un millón. Antes el agricultor eco hacía pequeña producción. Con el pomelo también empezamos a traerlo de fuera, pero cada vez hay más pomelos valencianos. A medida que el interés y la inquietud ecológica se incrementa, sube la producción.

La clientela la buscan en ferias.

J.R.C. En ecológico no envías a un mercado de abastos para que se venda. Tienes que tener clara antes la venta. Cuando envías producción a alguien, tienes claro que te comprará. No produces, envías y a ver lo que te dan, no. Cuando envías es porque te lo piden. Una gran influencia es el boca a boca, la confianza de uno se traspasa a otro.

Héctor López, de Biovergel, empezó en Bélgida con Cofrudeca.

J.R.C. Llevo 30 años trabajando aquí. Prácticamente conozco a todo el mundo que produce eco. Tenemos buena relación con todos. Por ejemplo, Héctor López, de Alterbio, es competencia pero no es un rival. El almacén de Aielo donde él trabaja es de propiedad de Cofrudeca, porque lo compramos en su día para la producción de un producto que abundaba allí. Héctor trabajaba con nosotros en eco desde la época en que se hacían quinientas toneladas de cítricos, con su propia empresa. Juan Cháfer, de Carrícola era socio de aquí, y luego se fue por su cuenta. Nos conocemos todos. Somos competencia, pero no nos peleamos, hay terreno para todos, y además, a veces ellos nos hacen falta o nosotros les necesitamos en un momento determinado. Intercambiamos conocimientos.

 

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