CARGANDO

Escribir para buscar

Agricultura y naturaleza

J.M. ALCAÑIZ PERIODISTA MEDIOAMBIENTALIZADO

Compartir

«No sé si a esta profesión le queda futuro»

José Manuel Alcañiz Castells, Alca, nació en Patraix, barrio de la ciudad de Valencia, en 1957. Durante casi dos décadas ha formado parte del equipo del programa “Medi Ambient”, que emitía la extinta RTVV en su segundo canal. Licenciado en Ciencias de la Información (rama periodismo) en la cuarta promoción de la Universidad Complutense de Madrid, simultaneó estos estudios, realizados por libre o a distancia, con los de Filosofía y Ciencias de la Educación (Lógica y Filosofía de la Ciencia), en la Universidad de Valencia. Allí descubrió los valores y las posibilidades del ecologismo y se involucró en él. Editor de Informativos en la primera etapa de Canal 9, fue destituido por el equipo que entró en RTVV con el PP de Zaplana. Su etapa en “Medi Ambient” la considera la mejor de su vida profesional. Comparte premios nacionales y regionales con el resto del equipo y es autor de varios libro sobre los árboles, su especialidad medioambiental. En esta entrevista analiza el delicado estado de la profesión periodística en España, y revela claves de su trabajo en uno de los mejores programas de una RTVV que dio grandes tumbos entre la basura y la excelencia. Alca ha participado en la negociación de los dos Eres utilizados por la Generalitat para liquidar la radio televisión pública valenciana.

Una entrevista de Fernando Bellón (Fotos proporcionadas por J.M. Alcañiz)

No tiene sentido que la televisión pública sea generalista

Todavía no se sabe cómo sacarle beneficio a los periódicos en Internet

«Medi Ambient» contó con los mejores especialistas sin gastarse un euro

El exceso de amor está matando a la naturaleza

Empecé de becario en verano del 1974 en RNE, con Franco todavía vivo. Acababa de terminar mi primer curso. Era una redacción llena de policías, donde el estudio grande era un teatrillo insonorizado, porque en la radio de entonces se hacía mucho directo; y los policías lo utilizaban para hacer prácticas de tiro. Estaba lleno de agujeros de bala. Ese era el ambiente en aquella redacción.

Frente a la isla de Portixol, en Benidorm.

Frente a la isla de Portixol, en Javea (Alicante).

Luego estuve en la agencia EFE con un contrato temporal. Después entré en “Las Provincias”, como redactor fijo. Estuve cinco años, hasta que el diario “Levante” se privatizó [pertenecía a la cadena de diarios del Estado], dejó de ser del Movimiento, y me fui a “Levante” como muchos otros compañeros. Estuve poco tiempo, porque me ofrecieron el puesto de jefe de prensa en el ayuntamiento de Valencia, asesor de comunicación de Pérez Casado, entonces alcalde. Allí estuve casi cuatro años, hasta que dimitió. Entonce me fui a Aitana [delegación de RTVE en la Comunidad Valenciana], de jefe de Informativos, porque toda la gente de Aitana se había marchado a montar Canal 9, y se había quedado desmantelada. Nos buscaron a unos cuantos para mantener aquello en marcha. Eso fue antes de la oposición a Canal 9. La gente de Aitana, como Eliseo Lizarán, Rafa Cano, Luis Sabater se habían ido dos años antes para preparar la nueva televisión. Nos quedamos pocos, María Luisa Corominas, Onofre San Martín, Inés Ballester, Emili Piera… De ahí, hice las oposiciones, y entré en Canal 9. Estuve 6 años de editor y el resto casi todo el tiempo en “Medi Ambient”.

¿Estudiaste dos carreras porque no tenías claro a que profesión te querías dedicar?

Hice Filosofía y Letras porque no sabía si iba a poder estudiar Periodismo. No había Periodismo en Valencia. Tenía que ir a la Complutensse, y mi familia no tenía dinero para mantenerme en Madrid cinco años. Me propuse hacerlo por libre, no sabiendo si funcionaría. Por si acaso, me apunté en Filosofía. Al final no me decidí a dejar ninguna, y las hice a la vez.

Fuiste el redactor que más puntuación obtuvo en las oposiciones a Canal 9…

(Risas.)Para lo que me ha servido…

Exif_JPEG_PICTURE¿Existe algún modelo ideal y a la vez práctico para una radio televisión públicas?

Siempre ponemos a la BBC como ejemplo. Forma parte de los casos de una televisión del gobierno, pero con mecanismos de controlar su independencia más estrictos que en España. Tenemos el caso de la televisión publica alemana: el Tribunal Constitucional acaba de declarar que no puede haber una cuota de políticos en los consejos de administración. Esa es la vía. Garantizar el control por parte de los parlamentos, no digo ya que control social, pero al menos parlamentario.

El problema es la costumbre de transformar la rtv del poder en rtv del partido, me parece a mí.

A mí me parece que el modelo de RTVE de Zapatero no estuvo mal. Fue un gran avance. Y de hecho se vio que el PP tuvo que dar prácticamente un golpe de estado interno para hacerse con el control una vez llegó al gobierno. Y tampoco ha habido un cambio tan enorme, gracias a la existencia de ese modelo implantado. A pesar del golpe de estado del PP, del cambio a la fuerza del consejo de administración, del director general… Esta RTVE ha resistido mejor estos los tiempos peperos que en los tiempos de Aznar. En tiempos de Rajoy, la televisión pública ha aguantado bastante más, no ha llegado a ser el escándalo de los tiempos de Aznar, que más que una televisión de gobierno parecía una televisión de partido.

¿Estamos al final del camino de la televisión generalista?

Hemos llegado a un punto en que no tiene ningún sentido que la tv pública sea generalista. En nuestro caso tenía un poco más de sentido el modelo, porque era la única en otra lengua. Había que ofrecer no solo información, que sería la esencia de una tv pública, sino también el entretenimiento, la programación infantil, para cumplir el primer objetivo de la rtv pública, la difusión y apoyo a la lengua. Una televisión generalista cubría ese objetivo. En este momento la lengua no está peor, pero tampoco está mucho mejor que hace veinticinco años. Así que el modelo generalista tiene un cierto sentido. Lo que no tiene sentido son los grandes concursos, los grandes espectáculos televisivos.OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Un modelo parecido al que intentaba hacer Rosa Vidal y no pudo hacer, es una muestra de por dónde ir. Una radio televisión informativa con programas sociales, culturales, cívicos, prescindiendo del gran espectáculo. Aquí no debemos limitarnos a una televisión puramente de información, tiene que tener alguno que otro componente de televisión generalista por el tema lingüístico.

Hemos llegado a un estado de degradación del profesional de la información y la comunicación. La producción radio televisiva se ha industrializado, y esto ha conducido a la proletarización o funcionarización de sus profesionales.Ya ni siquiera somos un oficio bien pagado por el Sistema. Hemos pasado las dos últimas décadas de oro del periodismo. ¿Cómo ves el futuro del periodismo y de los periodistas?

Soy pesimista. Creo que nosotros somos los últimos de Filipinas de esta profesión. Hoy en día todo el mundo es periodista. Nosotros empezamos en esta profesión luchando contra el intrusismo, en una situación muy delicada, porque había mucho periodista con carnet, regalado por el dictador, y gente sin carnet que era la que realmente trabajaba, y hubo que ser comprensivo con esas personas, sacrificarnos los que teníamos una titulación en favor de quienes no la tenían. Habían trabajado y habían sido puteados por el régimen. Cuando parecía que eso estaba resuelto, llegamos a un punto en que con internet y las redes sociales todo el mundo es periodista. Yo creo que esa batalla la hemos perdido por la vía de los hechos. No la ganamos entonces por la vía legal, porque no quisimos ganarla, en solidaridad con los compañeros represaliados, y ahora la hemos perdido por el peso de los hechos: cualquiera coge ahora una cámara, un micrófono, un teléfono y cuenta lo que ve. El periodista profesional yo lo veo cada vez más en globo. No sé si a esta profesión le queda futuro.

A mi entender hay un abismo entre la prensa popular y la prensa seria. Cada una con sus vicios,;la primera, demagógica, ajena a la veracidad; la segunda, aburrida hasta el tedio. Esto es un retrato robot, de estereotipos, claro.

Estamos en una encrucijada. Después de 40 años en el oficio, casi me desentiendo de esta historia. Me siento como uno de los últimos que ha sido todavía periodista de verdad, con un contrato, una dedicación a tiempo completo, una preparación. Eso va desapareciendo. Que un periódico como “El País” tenga en la Comunidad Valenciana tres redactores, y los demás sean todos free lances, con su contrato de autónomo y a tanto la pieza… Nuestro amigo Juanma Játiva que a estas alturas de su vida, después de todo lo que ha trabajado en su oficio, tenga que estar pagándose los autónomos para poder escribir en “El País” todos los días, en un trabajo que es claramente diario, de plantilla, eso es penoso. Y hablamos de uno de los periódicos señeros…

Luego está el tema de la dificultad de rentabilizar Internet, cómo sacarle beneficio a los periódicos en Internet. El papel tarda más de lo previsto en desaparecer, pero va claramente hacia la desaparición, y no hay formas de encontrar la rentabilidad de un diario en Internet. Lamentablemente, mientras no haya un nicho de negocio en el periodismo, no habrá dinero para pagar a profesionales. ¿Llegará ese momento de cambio? No lo sé.

Exif_JPEG_PICTURE¿Cómo fue tu entrada en “Medi Ambient”?

Nada más llegar el PP los primeros que fuimos apartados fuimos los que teníamos algún cargo de responsabilidad. A mí me pusieron a hacer moda, un miniespacio del informativo de mediodía que se llamaba Panorama. Era el pedorreo. Me pusieron a hacer desfiles de moda. Me daban imágenes de desfiles de moda en España o en el extranjero, y me decían que hiciera cuarenta segundos. Entonces yo cogía aquello y lo trataba como una noticia nacional o política, “Ayer a las tantas de la noche se celebró en Milán un desfile…” Me llamaba el jefe de informativos, Pau Pérez Rico, y me decía: “Este no es el estilo”, y yo le contestaba, “A mí qué me cuentas. Yo no sé hacer moda, sé hacer información”. Al final se hartó y me dijo, “¿Dónde puedo ponerte que dejes de dar por saco?” Dije, “Mira, acabas de crear un programa que se llama “Medi Ambient”, donde hay gente que no está especialmente preparada, y yo llevo muchos años en el tema de la ecología y creo que conozco bien el asunto; me gustaría trabajar en ese programa. Ahora, por saco voy a seguir dando igual, que lo sepas.” Y así acabé en “Medi Ambient”, que acababa de arrancar con Inocenci Ortín como coordinador, y estaban Félix Tena, Abel Campos, Xelo Miralles…, un grupo de gente con el que se trabajaba muy bien, y donde he estado quince años, porque tenía la sensación de que hacía algo útil, de que mi sueldo estaba bien empleado, mientras gran parte de la programación era bazofia.

Tu vinculación con el ecologismo es antigua, ¿verdad?

A los diecisiete o dieciocho años ya era miembro de lo que se llamaba el Grupo Ecologista Libertario, el GEL. En aquel momento estaba centrado en luchar contra la instalación de la central nuclear de Cofrentes. Estuvimos haciendo acciones, manifestaciones… Y esa fue mi entrada en el mundo ecológico, todavía en vida de Franco. Activismo político vía ecologismo. Luego me sumé a Ecologistes en Acció, con Agró, y con todos movimientos ecologistas de aquí. Muchos de los activistas eran compañeros de estudios de mi primera mujer, que es bióloga, y había estudiado con muchos de los que luego fueron los líderes el ecologismo valenciano, como Carles Arnal, que fue diputado por Els Verds, Antonio Aguilella que fue director del Jardín Botánico, y otros. Tenía la agenda hecha. Ha sido uno de los grande éxitos de “Medi Ambient”, tener una gran agenda de personas conocidas que trabajaban gratis para nosotros. Canal 9 nunca habría podido pagar a colaboradores de ese nivel, un catedrático de Botánica de la Universidad, que se pasa un día entero en la montaña contigo, descubriéndote los secretos de las plantas, eso es impagable.

¿Cual fue la evolución del programa al cabo de los años?

Al principio hubo bastante debate en el sentido de si orientábamos el programa hacia el ecologismo puro y duro, la denuncia ecológica. Y luego de mucho discutir y de ver dónde nos llevaba cada opción, pensamos que si tirábamos por esa línea el programa iba a durar poco. Así que vimos que era preferible hacer un programa en plan naturista, tipo Rodríguez de la Fuente, descubrir a los valencianos su naturaleza, y dentro de ese gran envoltorio, buscar ese mensaje ecologista y denunciar como se pudiera las agresiones al medio, pero dentro de un envoltorio más naturalista.

Al principio, era un poco aburrido, con secciones típicas, qué hacer con la basura, consejos ecológicos, pildoritas doctrinales que poco a poco fuimos abandonando, porque la sociedad evolucionó muy rápidamente. Hace veinticinco años, bueno, menos, los que tiene “Medi Ambient”, a nadie le cabía en la cabeza que llegaríamos a separar la basura. La cosa ha cambiado a una enorme velocidad. Cuando yo era pequeño, el único problema de contaminación que la gente percibía era el aire, la contaminación por los coches y todo eso. Luego se pasó al del agua. Y en muy poco tiempo se creó una conciencia ecológica muy grande. El programa corrió paralelo a esa evolución. Cosas que al principio había que contar, luego vimos que no hacía falta, que la gente ya las sabía. Además, nos creamos un público muy fiel, muy formado, muy colaborador. Eso fue por que nos mantuvieron siempre en Punt 2. Jamás estuvimos en Canal 9, nuestro público era reducido pero muy concienciado y preparado, nos permitía hacer un producto elevado.

Contasteis con excelentes colaboradores.

Catedráticos y profesores de todas las universidades valencianas. Especialistas como Joan Pellicer, fallecido ya, eran iconos. Y lo sorprendente es la audiencia que tenía el programa. La mayor sorpresa de este tiempo me la llevé un día que acudí a grabar una reunión de agentes forestales de toda la Comunidad Valenciana. Se habían reunido unos doscientos. Llegué para hacer una pequeña noticia del trabajo de esos profesionales, y al entrar en la sala me encuentro que están proyectando un reportaje mío sobre una nueva plaga que había aparecido en el pino. Lo usaban como material educativo para los forestales. Claro, me sentí muy halagado. Hay que decir que el reportaje no era mío, yo era el periodista, pero tenía un especialista que era el que explicaba el tema, y el resultado era un material de primera calidad.

También tuvo un componente de riesgo trabajar como cámara o como redactor en “Medi Ambient”, ¿no?

Hemos llegado a dormir en los huecos de un acantilado de la isla de Benidorm. Nos apalancamos bien entre las piedras para no rodar al mar. Estábamos grabando el ave marina más pequeña del mundo, que se llama paiño, escateret en valenciano, y que cría en la isla de Benidorm. Como solo sale de noche, había que grabarlo con infrarrojos; y nos tiramos hasta las cuatro de la mañana, y entonces nos pusimos a dormir allí mismo.

Jesús Escudero [uno de los cámaras que pasaron por el programa] era un especialista. Hay un plano de Jesús sensacional. En un globo, por la Mariola. No estaba satisfecho del plano que tomaba desde la barquilla, cogió una cuerda, se colgó fuera del globo, y consiguió el ángulo que quería. Se ha subido a árboles de cincuenta metros para grabar a los podadores de cerca.

Se diría que además de un programa para especialistas era también para tipos duros.

Éramos todos, periodistas, cámaras, realizadores, productores, un grupo muy compacto. Todos aficionados a la naturaleza. Otros profesionales hasta podrían haber puesto una denuncia laboral a la empresa por dormir a la intemperie. Pero para nosotros era una delicia tener esa oportunidad, despertarte y ver el sol saliendo del mar. Eso fue un gran acierto. Llegamos a un acuerdo con la dirección. El compromiso era que el producto saliera dignamente. A cambio no se tenían en cuenta nuestros horarios. Eso fue decisivo, porque de otra manera habría sido imposible pagarnos las horas extras y lo que hubiera significado nuestro trabajo según convenio. El pacto era que nadie se metía con nuestros horarios, siempre que garantizáramos todas las semanas un producto de calidad.

Y además, un programa premiado.

Tenemos premios sorprendentes. Que en Canal 9, en aquella época de blaverismo, se nos diera el premio del Instituto Interuniversitario de Filología Catalana por el buen uso de la lengua, fue notable. Al mismo tiempo, nos dieron el premio de la Universidad de Navarra, del Opus, al mejor reportaje medioambiental del año en España. Tenemos el premio Jaume I de periodismo. El premio de la Fundación Biodiversidad, del ministerio de Medioambiente de un gobierno en aquel momento socialista, y luego nos lo volvieron a dar con el gobierno del PP. Hemos conseguido un reconocimiento bastante generalizado. Muy curioso.

¿Tienes un afecto especial por algún tema medioambiental?

Los árboles son mi especialidad. Soy miembro del Observatorio de Árboles Monumentales de España, que tiene siete u ocho especialistas en todo el país; soy el que cubre la parte divulgativa, porque ellos saben más que yo, y se fían de lo que yo escribo, notas, comunicados, libros, algo que le resultaría muy difícil a alguien que no conociera el tema. He escrito bastantes libros. Y ahora estoy traduciendo al valenciano libros sobre naturaleza, de botánica sobre todo, algo que jamás habría previsto yo.

Soy autor de un libro titulado “La sombra de los árboles”, algo un poco curioso. Hablo de la tradición de la sombra, porque hay sombras mejores que otras. Repaso las sombras que tradicionalmente utiliza el valenciano para hacerse una paella, para dormir la siesta, un montón de tradiciones. La idea vino de Joan Pellicer, un hombre que recorría el país preguntando a la gente su relación con las plantas. El sugirió ese tema, que no había sido tratado nunca. Conseguimos cosas muy curiosas. Lo editó Juan Lagardera, Ruzafa Show era la editorial, que ha quebrado como otras muchas. He hecho una “Guía de los Parques Naturales de la Comunitat Valenciana”, que tuvo una historia muy fea, porque acabó en la recicladora de papel, porque era un encargo a la editorial de la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat. La editorial me buscó a mí, y cuando nos pusimos a hacer los parques naturales, la Generalitat se empeñó en que incluyéramos parques que aun no estaban declarados, con la idea de que cuando saliera el libro ya habrían alcanzado la calificación. Pasó con dos, pero el tercero, la Sierra de Escalona, nunca fue declarada parque natural, por intereses urbanísticos del PP precisamente. Como en el libro aparecía como parque, lo tuvieron que retirar de las librerías. No se sabe qué es de él, estará en un almacén o lo habrán reciclado.

¿Quiénes son para ti los enemigos del medio ambiente?

Los mayores enemigos del medio ambiente son los ayuntamientos. No porque quieran, sino porque se han visto abocados a ello. Desde Felipe González, yo creo que incluso desde Suárez, se está diciendo que hay que reformar la administración local. Pero nunca se ha reformado. Se ha hecho con la del Estado, con las Autonomías, pero nunca se ha entrado en la reforma financiera de los ayuntamientos. Están en situación de penuria económica. ¿Cual es la única vía que tienen para conseguir fondos? Recalificar terrenos. Eso es una trampa mortal. Cuando recalificas, sacas dinero de las licencias de obra y de donde tú quieras. Pero a continuación tienes que prestar servicios, alcantarillado, luz, agua, vigilancia… Aumenta tu presupuesto, y te ves obligado a recalificar más terrenos para compensarlo. Durante los años del ladrillo, se ha producido esa confluencia maléfica, demanda turística, empresas urbanísticas dispuestas a invertir en el ladrillo y ayuntamientos dispuestos a vender terrenos para cubrir sus gastos ordinarios. Esa combinación ha sido un desastre para el medio ambiente.

¿Y los amigos?

La gente ha estimado y valorado el medio ambiente. Eso ha sido clave. Pero eso tiene también una contrapartida, no hay nada blanco ni negro en la vida. Ahora todo es accesible. La gente tiene interés por conocer los sitios, y los sitios se están degradando a gran velocidad. El exceso de amor está matando a la naturaleza. Uno de los reportajes que hice se llamaba “Amores que matan” en el que se habla de eso. El ejemplo es la Virgen del Pilar de Zaragoza: el pilar que sostiene a la imagen tiene una oquedad como una sandía de los besos de la gente. La gente que llega y se abraza a un árbol monumental, le está pisando las raíces. Luego llega otro y hace lo mismo. Y se acaba haciendo una herida por la que le entran infecciones a un árbol que a lo mejor lleva quinientos años tan feliz en la montaña, y puede morir por un exceso de visitas, en menos de treinta años. Hay que preparar el terreno, hay que poner una valla, hay que avisar a la gente de esos peligros que ella ignora, porque cree que un árbol de quinientos años es algo indestructible, el símbolo de la robustez. Cuando es todo lo contrario, son seres muy sensibles al pisoteo. Veinte personas pesan una tonelada; compactan el terreno, chafan las raíces e impiden la aireación. Ese gran amor combinado con la falta de preparación es un serio problema, aunque puede también ser la solución, que la gente misma vea la degradación y pida medidas de protección.

Es un problema de educación medioambiental masiva.

Yo estoy muy obsesionado con el tema educativo, quizá porque mi mujer es maestra. La solución de los problemas viene con la educación, todo lo demás son parches. No se pueden poner puertas al campo, una expresión que viene al pelo; no se pueden vallar todos los espacios delicados, no se pueden proteger todos los árboles monumentales, es imposible. La solución es la educación, sobre todo en las escuelas. Yo he ido a un montón de charlas a colegios. Es otra de las cosas que hacíamos en “Medi Ambient”. Proyectábamos los reportajes, los comentábamos con los niños, y la acogida era brutal. Había incluso niños angustiados por el tema medioambiental, y predispuestos a recibir información.

¿Habréis realizado centenares de piezas?

Calculo que habremos hecho unos tres mil reportajes en los quince años de programa. Y se reemitieron muchas veces. Gran parte de la programación que se hizo en la etapa de Rosa Vidal eran repeticiones, y muchos eran de “Medi Ambient”. Ha sido una auténtica lástima que Rosa Vidal no se pudiera consolidar ahí. Tenía buenas ideas y una dedicación muy grande. Estaba mal aconsejada, no eligió bien sus colaboradores. Y por otro lado, estuvo muy presionada políticamente como se vio. La dejaron sola. Se enteró de su destitución por “El Mundo”.

¿Qué te planteas hacer ahora, qué vas a dedicar tu tiempo libre?

Me voy a dedicar a los árboles y a las plantas. Es mi sueño. Esto [el ere] para mí, igual que para ti, ha sido una especie de prejubilación, aunque tengo 56 años. Pero sobreviviremos entre el paro y la indemnización, y porque mi mujer es profesora y va a seguir trabajando; tengo los hijos criados, la hipoteca pagada… No necesito mucho para vivir. Creo que mi vida vale un dinero también. Me voy a dedicar a los árboles, a las plantas, a cuidar mi jardín, que es un pequeño jardín botánico, con varios cientos de cactus, un montón de plantas protegidas, plantas raras… Quiero dedicarme a mi jardín, a mis hijos…

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.